El Matrix procés, como dice Arrimadas, sigue a lo suyo, inmune a las realidades diversas del mundo. Hoy, nueva declaración semiconfusa. La confusión no es suficiente.
La puntita nada más: apoyo retórico a Puigdemont y reivindicación del referéndum 1-O. Todo, colado como mera rutina, sin que intervenga la Mesa del Parlament, no vaya a ser punible. La DUI –declaración unilateral de independencia– no se ha ratificado.
La propuesta es como si la hubiera admitido el Espíritu Santo, que filtra la declaración sin rozar el reglamento ni el cristal finísimo del TC, TS, etc. la Mesa y Torrent no se han querido comprometer.
Nadie quiere ir a la cárcel, ni que le llame el juez. Se trata de hacer funambulismo por la raya entre los dos carriles/cerriles: sin incurrir en delito pero vindicando la puntita de la república independiente de la galaxia. Seguir con la monserga día y nuit.
Entretanto Rajoy contraataca dando ruedas de teles, declaraciones y anuncios diversos sin concretar nada ni echar las cuentas. Él también practica la táctica de la puntita res mes. Con los jubilados en la calle de nuevo. El país es un hervor.
Cada cual es ecologista y animalista de sí mismo.
Y la pensión se encomienda… al Euromillón.
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