Sin rodeos, la comedia de Santiago Segura, va sola, no se para ni un momento. Te hace reír y sonreír y cuando la protagonista machacada se suelta el pelo hay un subidón que ya justifica la peli. Maribel Verdú se sale, te mete en su angustia, te contagia el agobio y te hace sentir la liberación.
La frase machista que le dicen los hombres cuando ella se subleva —¿estás con la regla?— es antológica. Hay gags memorables. Nadie escucha a nadie y nadie sonríe ni cede el paso. También es un buen anuncio de coches y vinos, todo junto en el mismo pack.
Tal como está España –anoche hubo un motín en Madrid, aparte de la lamentable sesión del Congreso– esta peli es casi alta comedia. Dentro del agobio y el estrés la peripecia ocurre en un país idealizado, como debe ser en una comedia de alivio y respiro.
Tiene su lado didáctico y pedagógico. Y a veces tiene eso que pasa en algunas obras maestras que cuando más te estás rendo de lo zenutrios y tarugos que son los personajes te das cuenta de que tú eres igual, a veces, o muchas veces. Tiene eso que te mete un alfilerazo. Un acierto total. Una peli rápida que te lleva en volandas y que quizá deja una frase o dos de las que no se olvidan.
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La foto de Maribel Verdú, del trailer.
Entrevista con Santiago Segura en 20M.
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