Archivo de noviembre, 2013

¿Habéis contado a vuestros hijos cómo os conocistéis?

Captura de la serie 'Cómo conocí a vuestra madre'.

Captura de la serie ‘Cómo conocí a vuestra madre’.

Para comenzar a escribir este post me estoy imaginando sentada frente a Julia y Jaime en plan Ted Mosby. Ellos serán mayores, aunque no tanto como los hijos de Ted. No creo que haya que esperar a su adolescencia para que les apetezca escuchar la historia. Y espero que la capacidad de comprensión de Jaime haya mejorado mucho para que pueda comprenderla. Obviamente, no tengo problemas en usar pictogramas para dejárselo claro si es preciso.

Eso sí, les prometo desde aquí que seré rápida, en unos minutillos estará todo contado. Papá Mosby es un pesado. Una cosa es contar cómo conocí a mamá o a papá y otra es torturar a tus hijos (y de paso a los seguidores de la serie) durante años.

Imagino que les gustará oírlo. A Julia ya le gusta mucho que veamos fotos de mucho antes de que ella naciera y que le cuente cómo eran las cosas cuando ella no estaba o era recién nacida. Y a mí me encantaba que mis padres me contasen anécdotas de su juventud, mi mala suerte es que nunca han sido muy dados a ello.

Les contaré que tenía dieciocho años. Era mayo, había terminado COU y estaba preparándome para Selectividad y disfrutando de la breve primavera madrileña. Quedé una tarde con una vieja amiga del colegio y la acompañé mientras iba al encuentro de su recién estrenado novio, al que yo aún no conocía. Su novio llegó, pero ni me fijé. Venía acompañado del que sería mi santo. Ambos venían de entrenar, jugaban juntos al baloncesto. Y yo, que no creía en los flechazos y jamás me había encaprichado de un chico solo con ponerle los ojos encima, me vi arrollada por un tren en el que sigue subida a día de hoy. Podré decirles que he tenido mucha suerte. Esta primavera hará veinte años que nos conocimos.

No sé si os apetece contarme vuestra historia, sí sé que a mí me encantaría leerla.

Por cierto, mi post de hoy viene a consecuencia de una iniciativa de Gonzoo. Aquí os dejo con más información por si os apetece participar.

Eran jóvenes, eran diferentes, se conocieron y todo cambió. Luego llegaste tú. Pero esa es otra historia, aquí lo que nos interesa es saber cómo se enamoraron tus padres. Cuéntanoslo y su historia podrá quedar inmortalizada en un relato escrito por la poeta Luna Miguel.

Participar es muy sencillo, solo tienes que mandar un email a tuvoz@gonzoo.com con CSCMP (Cómo se conocieron mis padres) en el asunto. Eres libre de contar todo lo que quieras y de la forma que quieras.

Entre todas las historias recibidas, Luna Miguel seleccionará la más emocionante, la más original, la más divertida o extravagante, y de su puño y letra recompondrá la historia en una pieza única que inmortalizará la historia de amor de tus padres para siempre.

Puedes participar desde este instante hasta el próximo viernes 20 de diciembre de 2013 a las 23:59. El relato ganador se publicará en Gonzoo el próximo 6 de enero.

gonzoo

El emocionante primer año de Ward Miles, un bebé prematuro

Hoy os traigo un vídeo emocionante, un vídeo que está siendo tremendamente viral, va camino de los 5 millones de reproducciones en Youtube sin contar las de Vimeo. Pero es mucho más que un vídeo con éxito, es la lucha de un bebé diminuto por salir adelante, es el regalo de un padre (Benjamin Scot Miller, fotógrafo profesional de bodas) a su mujer en su cumpleaños, es un sincero agradecimiento a todo el personal médico que ha hecho posible este milagro.

Ver este vídeo sin conmoverse es un reto imposible.

Hace exactamente diez días, el 17 de noviembre, se celebró el Día Internacional del Niño Prematuro, cuyo objetivo es concienciar sobre el problema de salud pública que supone el incremento de nacimientos prematuros y la importancia de los cuidados neonatales. Su número ha ido en aumento. En España han pasado del 4% de 1996 al 7% de 2006, por lo visto debido al retraso de la maternidad y la reproducción asistida. Calculan que uno de cada trece niños que nace en España es prematuro, más de 30.000 al año.

Me sumo algo tarde con este post. Y lo hago recordando a los niños que conocí en Atención Temprana, que trabajaban para minimizar las secuelas de su prematuridad, y deseando que todos los niños que nacen antes de tiempo logren desarrollarse con normalidad.

Os dejo con el enlace a la Asociación de Padres de Niños Prematuros (APREM), que me consta que hace una gran labor acompañando a los padres recientes que se encuentran en la situación de los Miller. Su web está llena de información útil.

También os traigo tres entradas que escribió hace ya bastante la pediatra, madre y bloguera Amalia Arce sobre el tema en su blog.

Ward Miles – First Year from BenjaminScot on Vimeo.

¿Cómo detectar la dislexia en nuestros niños?

(GTRES)

(GTRES)

Tengo algunos amigos con dislexia en distintos grados, gente de treinta o cuarenta años que estudió cuando no se sabía lo que era eso y cuyos estudios peligraron. Maestros mal informados, algo normal en la época, aconsejaban demasiado pronto que se colgasen los libros y buscasen un oficio. En algunos casos porque el sistema de esos centros para presumir de un buen nivel era largar a los niños que necesitaban más apoyos en lugar de ayudarles. Algo que sigue sucediendo, por desgracia. Por suerte y a costa de mucho esfuerzo y empeño personal, ellos lograron avanzar académicamente.

Como cualquier problema, la detección precoz ayuda a ponerse manos a la obra antes y que el niño mejore. ¿Cómo detectar la dislexia en nuestros niños? En la página web Ladislexia.net explican cómo en el caso de niños de 3 a 5 años, de 6 a 9, de 9 a 12 y de 12 en adelante. Son pistas para, si se cree que puede haber dislexia, acudir a un profesional.

Ahora ya sabemos lo que es la dislexia y podemos diagnósticarla (aunque sigue sin ser sencillo y aún estamos aprendiendo a cómo hacerlo mejor), pero siguen existiendo muchos obstáculos para esos niños durante su vida escolar y más posibilidades de fracaso.

Una mamá que me lee me ha escrito para contarme que la asociación Madrid con la Dislexia tiene una campaña de firmas en marcha para que puedan avanzar en sus estudios en igualdad de condiciones. Os dejo con lo que ella me cuenta:

En concreto la campaña es pidiendo que se adopten en la Comunidad de Madrid las mismas medidas de adaptación para los alumnos disléxicos que ya existen en otras comunidades. Por ello los alumnos disléxicos de Madrid se examinan en desigualdad de oportunidades. No se está cumpliendo el principio de igualdad, ni el de diversidad en el aprendizaje que imperan en nuestra legislación educativa. Por favor, si pudieras firmarlo y difundirlo te quedaría muy agradecida.

Yo ya he firmado la petición, cuyo texto os dejo abajo:

Como indica el Defensor del Pueblo en su informe «Las medidas de adaptación aprobadas en Madrid, son muy insuficientes para las ne­cesidades que presentan las personas afectadas de dislexia, y además contrasta con las previstas por otras comunidades autónomas para la realización de las mismas pruebas de acceso».

En la Comunidad Autónoma de Cataluña, por ejemplo, se ha llegado a un acuerdo para ofrecer al alumnado disléxico una atención especial que incluye la no penalización por las faltas de ortografía, la adscripción de tribunales espe­cíficos, más tiempo para la realización de las pruebas, e instrucciones específicas para los correctores de las pruebas de lenguas. En Andalucía «se recoge la adaptación de las Pruebas de Acceso a la Universidad, adecuando su organización y corrección al perfil del alumnado disléxico, con el incremento del tiempo de duración de los exámenes, la realización de pruebas con ordenador, y el uso de software de lectura de textos o adaptaciones en la presentación de la información escrita, entre otras medidas».

Ante esta anómala situación y el claro perjuicio que se causa a los alumnos disléxicos que tienen que realizar las pruebas de acceso en la Comunidad de Madrid, el Defensor del Pueblo pide a la Dirección General de Universidades de la Comunidad de Madrid que al amparo del artículo 30.1 de la Ley Orgánica:

«Que la Comisión Organizadora de la Prueba de Acceso a las Enseñanzas Universi­tarias de Grado de la Comunidad de Madrid establezca un acuerdo, que sustituya o modifique el de 25 de enero de 2012 -por el que se establecieron los procedimientos de la prueba en las universidades públicas madrileñas-, con el fin de introducir medidas específicas de adaptación de acuerdo a las necesidades reales que precisan los alumnos con dislexia para realizar la prueba en igualdad de condiciones que el resto de alumnos».

(GTRES)

(GTRES)

25-N, por el fin de la violencia hacia la mujer (y hacia cualquier ser humano)

(M.R.)

(M.R.)

Hoy, 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (o DIEVCM). La propuesta la realizó la República Dominicana, con el apoyo de 80 países.

Este día recuerda el asesinato de las Hermanas Mirabal, que fueron encarceladas, violadas y torturadas varias veces durante el régimen de Trujillo. Por cierto, que Trujillo quiso conseguir los favores de una de las tres hermanas, no era uno de esos hombres que aceptan fácilmente una negativa.

Yo supe de la existencia de estas hermanas por una película de Mariano Barroso protagonizada por Salma Hayek (y Marc Anthony, ejem…) llamada ‘En el tiempo de las mariposas’ que está basada en un libro de Julia Álvarez que tengo pendiente leer.

Es una pena lo poco que sabemos de la mayoría de mujeres que lucharon por mejorar las cosas, que tanto hicieron por nosotras, que rompieron moldes, que no se doblegaron… ya fueran de nuestro país o de cualquier otro.

Tal vez saber de ellas y contarles a nuestros hijos (ojo, que no hablo solo de nuestras hijas) quiénes fueron cuando tengan edad suficiente para comprender sus historias contribuya a que las cosas cambien. Ayude un poco a que la violencia hacia la mujer, y hacia cualquier ser humano, disminuya.

Lo que me recuerda post de hace bastantes meses en el que os contaba la conveniencia de mostrar a nuestras hijas quiénes fueron las auténticas princesas a la que imitar. Como dije en aquel momento, no puede ser que crezcamos sabiéndonos al dedillo las historias de Blancanieves, Aurora o Rapunzel, y no conozcamos a las heroínas de carne y hueso a las que tanto debemos y tan de admirar son.

‘La leyenda del unicornio’, de musical con los niños

La semana pasada a esta hora íbamos camino de ver el musical ‘La leyenda del unicornio’ (Jana Producciones), escrita y dirigida por el productor y compositor Javier Muñoz para niños a partir de 3 años. Los creadores de este musical también son los responsables de ‘Blancanieves Boulevard’, ‘Antígona tiene un plan’ o ‘En nombre de la Infanta Carlota’, por los que tienen dos Max.

Acudí con Julia y con mi sobrina, que ese día cumplía cuatro años, y lo cierto es que a ambas les gustó. Comprendieron la historia, bailaron, aplaudieron y no separaron la vista del escenario.

La verdad es que, sin ser redondo, es un musical infantil bien hecho, con intérpretes capaces y una bonita puesta en escena. Se agradece, porque es demasiado frecuente que aquellas obras pensadas para el público infantil acaben pecando de cutres. Los niños serán pequeños y capaces de disfrutar con casi todo, pero aprecian como cualquiera lo que está hecho con cariño y algo más de medios.

Cuesta 10 o 16 euros por cabeza, dependiendo de dónde nos coloquemos. Para una familia de dos adultos y dos niños supone un gasto razonable, pero de vez en cuando y siempre que  se pueda merece la pena ofrecer a nuestros niños la experiencia del teatro en condiciones, que tiene una magia muy diferente de la del cine.

La protagonista es una niña llamada Marina, interpretada de forma creíble por una actriz adulta (hay otro par de niños con los que ese ejercicio cuesta más), que se enfrenta a un unicornio enfurecido. En total hay 17 personajes interpretando 9 canciones escritas por Augusto Algueró. Canciones, eso sí, que son poco pegadizas. Ni a las niñas ni a mí, aunque nos torturasen, seríamos capaces de entonar ninguna, y eso que las repiten. Ninguna ha calado cuando sales de la sala. Tampoco llega a emocionar como podría, cuando sales lo olvidas, por eso comentaba antes que no era redondo, pese a ser bueno.

Si os interesa, se representará todos los fines de semana en sesión matinal en Madrid. Y si tenéis alguna otra recomendación teatral infantil, soy toda oídos. Se acerca un tiempo propicio para los planes de interior.

Época de catálogos, cartas, compras…

Ayer andaban ya colocando las luces de Navidad por mi barrio. Queda poco para que las enciendan. Y este pasado fin de semana ya estaba la Plaza Mayor en Madrid con sus típicos puestos esperando a ser abiertos.

La Navidad está a la vuelta de la esquina y se nota en la decoración de las calles, en los turrones copando las zonas de los helados en los supermercados, en los anuncios de la Lotería y también, sobre todo cuando hay niños en la casa, en los catálogos de juguetes.

Todas las grandes superficies y jugueterías ofrecen estos días sus catálogos de juguetes, con su modelo de carta a los Reyes al final.  Y en muchas casa es lectura obligada para concretar qué pedir. Pero viene bien a veces un paseo por alguna juguetería, para poder ver si lo que se promete en la foto se parece a lo que en realidad se quiere.

(GTRES)

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En nuestra casa la norma es pedir un único juguete en cada casa (la propia, la de abuelos y tíos), así que hay que pensar bien lo que se quiere. Una vez decidido recortamos lo juguetes seleccionados de los catálogos o los imprimidos tras coger la foto en Internet y colgamos las dos cartas en la cocina, para que los Reyes las vean bien y para que los peques vayan creando expectación. Con Jaime es especialmente útil, así va viendo lo que va a llegar en mes y medio a casa. Jaime, por su autismo, aún no pide ningún juguete, así que somos nosotros con ayuda de su hermana los que elegimos aquello que creemos que más le puede gustar.

Y tras los catálogos y las cartas vienen las compras. No sé a vosotros, pero a mí no me gusta dejarlo para el último momento.  Noviembre es un buen mes para asegurarte de tenerlo todo y no andar luego con agobios y carreras por no encontrar lo que han pedido. Además, suele ser en noviembre cuando hay mayores ofertas. Como mucho compramos los regalos durante los primeros días de diciembre.

En los últimos años estoy cogiendo la costumbre de comprarlos por Internet, por precio, por comodidad y por rapidez. Además, comprando online es más sencillo hacerlo a escondidas. Me consta que, entre los padres recientes que me rodean, también es una tendencia en auge.

Mi referencia a la hora de comprar online son Amazon y eBay, sobre todo la primera tiene una experiencia de compra y un servicio post venta fantástico. No por nada es el gigante del comercio electrónico. Aunque más vale acudir a esos sitios teniendo muy claro lo que se quiere comprar. Pero hay muchos sitios interesantes para comprar que  se están poniendo las pilas digitales, como Dideco, Imaginarium o, desde hace pocos días, Disney Store.

Y a mí me gusta, siempre que puedo, comprar directamente en sitios más modestos: por ejemplo directamente cuentos a pequeñas editoriales o juegos de mesa, que ya sabéis que me encantan, en comercios online discretos.

 ¿Cómo os organizáis vosotros para elaborar la carta a los Reyes? ¿Y para comprar lo que piden?

¿Conocéis los diez derechos fundamentales de los niños?

Hoy es el día internacional del niño, un día para promover el bienestar y los derechos de los niños del mundo. No sobra por tanto recordar esos derechos, sobre todo porque la gran mayoría de niños que hay en el mundo aún carecen de muchos, incluso de todos ellos.

Existe una Convención sobre los Derechos del Niño con 54 artículos firmada en 1989, pero a mí me gusta más el sencillo decálogo de la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño de 1924, que probablemente hayáis visto en formato póster en centros educativos. Es más sencillo, va a los esencial, y resulta llamativo que hayan pasado casi 90 años desde que se firmó y permanezca vigente. Podría haberse firmado hace dos meses y no hace casi un siglo.

No es mera palabrería, son realmente derechos que todos los niños tienen y todos deberíamos hacer lo que esté en nuestra mano para procurar que se cumplieran, aunque sea solo en nuestra familia. Si todos obrásemos así en nuestros hogares para con nuestros niños, os aseguro que este mundo esquizofrénico, sangrante y paradójico notaría la diferencia.

105479-548-5001. El derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión, idioma, nacionalidad, sexo, opinión política…
2. El derecho a tener una protección especial para el desarrollo físico, mental y social.
3. El derecho a un nombre y a una nacionalidad desde su nacimiento.
4. El derecho a una alimentación, vivienda y atención médicos adecuados.
5. El derecho a una educación y a un tratamiento especial para aquellos niños que sufren alguna discapacidad mental o física.
6. El derecho a la comprensión y al amor de los padres y de la sociedad.
7. El derecho a actividades recreativas y a una educación gratuita.
8. El derecho a estar entre los primeros en recibir ayuda en cualquier circunstancia.
9. El derecho a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación.
10. El derecho a ser criado con un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos y hermandad universal.

Leo y escribo soñando que mis hijos también disfruten algún día leyendo y escribiendo

a00586204 280¿Por qué escribo? Muchos blogueros de 20minutos estamos intentando responder a esta pregunta en distintos posts desde la pasada semana. El guante lo arrojó Daniel Díaz y yo lo recojo encantada.

Escribir forma parte de lo que soy, es mi manera de ganarme la vida, es un instrumento que me ayuda a pisar este mundo de manera más consciente, feliz y equilibrada. Escribo porque lo necesito, porque es mi oficio y porque al escribir aprendo a hacerlo mejor. Escribo este blog para dar una visión normalizada del autismo, para transmitir mi visión de una crianza relajada, natural y respetuosa. Y estoy escribiendo por las noches, mientras los niños duermen, una novela sobre padres de niños con discapacidad que se conocen en un centro de atención temprana.

Pero sobre todo escribo porque fui una niña que leía mucho, muchísimo. Cuando llegaba el momento de escribir la carta de los Reyes Magos o mi cumpleaños, nueve de cada diez veces pedía libros. Leía más rápido de lo que mis padres eran capaces de sostener, por eso algunos de mis libros favoritos de infancia y juventud los he podido leer más de diez veces y leí bastantes años antes de los recomendable libros de adultos que rondaban por casa.

Leer y escribir es lo único que se me ocurre que puedo hacer para luchar contra el paso del tiempo. Tal vez luchar no es el verbo adecuado. Es imposible vencerle. En realidad leo y escribo para acompañar el paso del tiempo de la mejor manera y en la mejor condición posible.

Leo y escribo soñando que mis hijos también disfruten algún día leyendo y escribiendo, convencida de que leer y escribir será para ellos la munición indispensable en su vida.

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Por cierto que esa niña de la imagen, con ese pelo indomable, bien podría haber sido yo…

‘El tesoro de Lilith’, el cuento del árbol que quiso ser niña

la foto-3Me gusta llamar las cosas por su nombre cuando estoy con Julia. No creo que palabras como vulva, útero o pene sean demasiado grandes para ella. Ha tenido su explicación adaptada pero realista de cómo nacen los niños y nunca me he escondido ni me ha dado vergüenza cuando estoy con la menstruación. Sí, entro en el baño y cierro la puerta, pero a veces la ha abierto y me ha preguntado con esa sana curiosidad infantil qué era esa sangre. «Es algo que tenemos las mujeres, no las niñas ni las abuelas, aproximadamente cada mes y que nos permite tener bebés». Siempre lo ha visto de manera natural. Sabe que mamá sangra a veces y que no pasa nada, que es algo bueno y necesario. Sin esa sangre ella no estaría en este mundo. Igual actuaría con Jaime.

Por eso me llamó mucho la atención un cuento llamado ‘El tesoro de Lilith’, un cuento que en su portada explica que va sobre la sexualidad, el placer y el ciclo menstrual. Me llamó también la atención porque ese cuento ha nacido del empeño de Carla Trepat, que ha logrado autoeditarlo con la ayuda y financiación de 150 personas. Siento simpatía por esos proyectos voluntariosos.

El cuento es alegórico: un pequeño árbol que quiere bailar, correr y vivir aventuras, por lo que acaba convertido en una niña. Una niña que encierra en su interior una capullo que al convertirse en mujer pasará a ser una flor que, regularmente, desprenderá sus pétalos, equiparando las distintas fases por las que pasa el cuerpo de las mujeres con las estaciones del año.

En el cuento también aparece el deseo. Son unas mariposas que rondan la flor, que la hacen cosquillear y latir.

El cuento es metafórico y delicado.
Jamás menciona útero, vulva ni pene, pero permite con sus árboles, sus flores y sus mariposas explicar de una manera razonablemente detallada cómo son las cosas. A Julia le gusta mucho el cuento del árbol que quiso ser niña, como ella lo llama. Ayer mismo me pidió de nuevo que se lo leyera. A mí me gusta su visión positiva y cómo fomenta el autoconocimiento, la aceptación y el escuchar a nuestro cuerpo.

Y al final incluye una guía didáctica con la que reflexionar sobre cómo afrontar con nuestras hijas su menarquia (primera menstruación), el descubrimiento del placer sexual o el conocimiento de sus órganos reproductivos.

Esa guía ha sido elaborada con la ayuda de Anna Salvia, una psicóloga especialista en salud sexual y reproductiva que se dedica a dar charlas y talleres sobre las etapas sexuales de la mujer y que publicó en 2012 ‘Viaje al ciclo menstrual’.

El único pero que se me ocurre transmitir a su autora desde aquí es que no haya un equivalente para los chicos.

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Maléfica, el Darth Vader de las películas infantiles de princesas

maleficaLo confieso, me gusta Angelina Jolie. Con sus tatuajes, sus manías, su juventud oscura, su labor benéfica, sus muchos niños biológicos y adoptados y su marido rubio me parece una actriz que se come la pantalla. Una de las pocas actrices actuales con tanto carisma como las actrices clásicas, con una belleza única y una personalidad que traspasa la pantalla.

Es una opinión completamente subjetiva, personal y discutible, pero no debo ser la única que lo cree así, por algo es una estrella de primer nivel.

Otra confesión. Hasta que llegó ‘Enredados’, que es una película animada fantástica (incluso a Jaime le encanta), mi película de dibujos favorita de todas las protagonizadas por princesas era ‘La bella durmiente’. Y no lo era por la pobre pavisosa de Aurora, que apenas aparece. Me gustaba y sigue gustándome porque es una película de aventuras protagonizada en realidad por el príncipe Felipe (un príncipe que me parecía un poquito del tipo bravo y socarrón de Errol Flynn o de Burt Lancaster y cuyo espíritu hereda Flynn Ryder) y porque tenía una malvada carismática de primer nivel: Maléfica, el equivalente a Darth Vader en el universo de las pelis de princesas infantiles, capaz incluso de convertirse en dragón cuando se ciega por la ira.

970691_463903320367147_2049886255_nPor cierto, que vimos en París a una impresionantemente guapa madrastra de Blancanieves, mucho más que cualquier princesa. Yo también hubiera preferido esos papeles al de Aurora, ya fuera en un parque temático o en una película.

Y esa fascinación por Maléfica la comparto con mi cuñada y con Julia. Lo de Julia me sorprendió; sin estar influida por mí me pidió que le comprara la figurita de Maléfica cuando apenas tenía tres años recién cumplidos.

Obviamente no es extraño que le esté siguiendo la pista a la película ‘Maléfica’, cuyo primer póster oficial y primer tráiler han sido presentados esta semana. Se estrenará el 30 de mayo de 2014 en cines.

Una película más a sumar a las muchas inspiradas en cuentos infantiles que han llegado últimamente: tres Blancanieves, Hansel y Gretel, Caperucita roja… Y seguirán llegando, la Cenicienta también está en marcha en manos de Kenneth Branagh. Es curioso ese retorno de Hollywood a los clásicos infantiles. No sé si en parte responde a esa nostalgia de la infancia de los que ahora somos jóvenes adultos que ahora se está explotando de múltiples maneras (obras de teatro, musicales, libros…) y tal vez de forma excesiva. Probablemente.

En cualquier caso esta película en concreto me apetecerá verla en pantalla grande. Aunque sin Julia, claro. Para volver al cine con ella estoy deseando que llegue ‘Frozen’, que me da el pálpito que seguirá la buena estela de ‘Enredados’.

Se aproxima la Navidad, una época de estrenos infantiles y que invita a ir al cine para regatear el frío.

¡Buen fin de semana!