Hay gente que hizo el bien a la que merece la pena conocer, como la duquesa de Santoña

El sábado, camino al salón de la adopción de animales de compañía que se organiza en el Retiro (un parque que puede mirar por encima del hombro al celebérrimo Central Park y que deberíamos disfrutar más), me llamó la atención una placa en la puerta del aledaño hospital del Niño Jesús.

Me quedé con ganas de saber más de la duquesa de Santoña, que se dejó ahí su patrimonio. Hay gente buena a la que merece la pena recordar. Se lo han ganado. Y lo que he descubierto de esta mujer me hace querer rendirle un pequeño homenaje desde este blog.

Ojalá hubiera hoy día en España más personas como ella, dispuestas a que su fortuna se tradujera en salud y bienestar para los que más lo necesitan, en lugar de en coches deportivos, bolsos exclusivos y villas de lujo.

Nació en Motril en 1828 dentro del seno de una familia terrateniente y murió en Madrid a los 66 años de edad, abandonada, arruinada, y acogida a la caridad institucional tras haber logrado en su segundo matrimonio al poseedor de una de las primeras fortunas de la nación.

En 1877, María Hernández y Espinosa de los Monteros, Duquesa de Santoña, fundó el Hospital Infantil Niño Jesús en una casa de vecindad, en la calle Laurel. La precariedad de esta zona de Madrid a finales del siglo XIX, con un índice de mortalidad del 34% en el distrito, daba sentido a la ubicación de un hospital para niños pobres.

La puesta en marcha del Hospital Niño Jesús imitaba iniciativas que desde hacía tiempo funcionaban ya en otras capitales europeas, como Roma o París, y que la Duquesa había conocido personalmente. Eran muchos los que pensaban que en una época de índices generalizados de mortalidad elevada, era necesario sacar los niños enfermos de los hospitales de adultos a centro específicos donde se les pudiera tratar de forma especial.

Gracias a la privilegiada situación económica y social de la Duquesa, el Hospital nació con la infraestructura y el equipo humano necesarios para iniciar el funcionamiento del que sería un hospital monográfico dedicado a los niños.

Sólo dos meses después de su inauguración, los médicos atendían a más de 120 niños al día. El crecimiento de los ingresos de enfermos no fue más lento, y en poco tiempo, se ocuparon las 70 camas con las que se abrió el hospital. El edificio se quedó pequeño y la Duquesa de Santoña buscó otro lugar, donde poder hacer un nuevo Hospital para atender a la creciente y constante demanda.

Desde su fundación y hasta hoy, el Hospital ha formado parte del nacimiento y desarrollo de la pediatría, tanto desde el punto de vista clínico como científico. Su aportación a la práctica diaria de la medicina pediátrica fue siempre y sigue siendo ejemplar e innovadora.

Desde el principio, la Duquesa de Santoña quiso contratar a un equipo de facultativos que diera envergadura al proyecto del Hospital. Cuando se fundó el Hospital la pediatría no existía como especialidad, pero sí había médicos que ya mostraban marcado interés por este campo de la medicina.

La duquesa cumplió su objetivo al conseguir que en el Hospital ejercieran médicos de gran prestigio y notables personalidades, entre los que destacan Manuel Tolosa Latour, conocido no sólo por su labor médica, sino también por el esfuerzo que realizó para lograr la promulgación en 1904 de la Ley de Protección a la Infancia y, por supuesto, Mariano Benavente, el llamado médico de los niños y considerado padre y fundador de la especialidad pediátrica española.

Todos estos médicos contribuyeron, no sólo al desarrollo y avances en el tratamiento de las patologías pediátricas, sino sin duda también a la creación y difusión de una entonces novedosa tendencia y corriente de opinión que defendía que los niños en medicina, no son pequeños pacientes adultos, sino que deben ser tratados por una disciplina específica, que más tarde se reconocería como especialidad pediátrica.

9 comentarios

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Si todas las Duquesas hicieran como la de Santoña otro gallo cantaría.

    Clica sobre mi nombre

    08 octubre 2012 | 11:43

  2. Dice ser G.o.

    Si no como la DE ALBA que se gasta el dinero en matener a sus amantes y viajar, viejas más ridicula

    08 octubre 2012 | 12:57

  3. Dice ser Barlovento

    Si leéis la wikipedia esta señora al enviudar recibe una pequeña parte de la inmensa fortuna de su marido. Pero la hijastra entabla una larga batalla judicial para despojarla de todo lo recibido. Por tanto quedó despojada de todo y quedó en la indigencia hasta su muerte pero por la urraca de la hijastra que le parecieron poco los 2.000 millones de reales de la época (1.882).

    08 octubre 2012 | 13:31

  4. Dice ser pibelo

    tampoco hace mucho tiempo, 120-130 años
    los descendientes de unos y otros, estarán por ahí, unos tendrán la conciencia tranquila y bien alta, otros espero, que estén arruinados y avergonzados

    08 octubre 2012 | 13:45

  5. Dice ser Ana Fernández

    Nací con una parálisis braquial en el año 1973. Eran años de privaciones y humildad. Los médicos que nos atendieron en Alcázar de San Juan nos enviaron al Hospital del Niño Jesús. Recuerdo los viajes en tren, la piscina de agua caliente donde maravillosas profesionales nos hacían ejercitar los músculos y el seguimiento serio de los magníficos profesionales del Niño Jesús.

    08 octubre 2012 | 15:26

  6. Dice ser telodigo

    pibelo, ciertamente eso mismo iba yo a decir. Nada. más que añadir.

    08 octubre 2012 | 15:31

  7. Dice ser Antonio

    Hay otros que donan para los animales y hasta para la casa real.
    Esta gran SEÑORA lo hizo a quienes de verdad lo necesitaban.
    Me ha alegrado la tarde el saber de élla y su acción.

    08 octubre 2012 | 17:27

  8. Dice ser Camaleona

    Pues que viva en nuestras memorias María Hernández y Espinosa, por contribuir al nacimiento de la pediatría en España y por querer favorecer a los niños que lo necesitaban, aún a riesgo de perder toda su estabilidad económica.

    09 octubre 2012 | 08:18

  9. Dice ser Carmen

    Antonio, los animales también tienen derecho a que se les cuide y se les quiera. Debe haber para todos en este mundo. Ellos también son seres inocentes que están a merced de lo que las personas quieran hacer con ellos. y desgraciadamente, así les va en muchas ocasiones.
    Es posible que no sea tu caso, pero muchas veces las personas que aconsejan a los demás que ayuden a las personas y no a los animales, no hacen nada por unos ni por otros.

    10 octubre 2012 | 19:04

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