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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Que no te engañen, la fruta de la pasión no es afrodisiaca

Coctel con fruta de la pasión. Foto: Pixabay

Llega el verano y con él los días de playa, fiestas y espectaculares cócteles. Entre ellos, los más cotizados serán sin duda aquellos que incorporen al alcohol un ingrediente fetiche: la fruta de la pasión.

Calor, bailes y pasión ¿Qué puede salir mal? Seguramente nada, pues el erotismo disfrutón los llevamos en la cabeza de serie.

Pero mucho ojo, que no te engañen. Esa fruta de la pasión de las bebidas o los zumos raros no tiene nada que ver con la pasión sexual en la que todas y todos estamos pensando.

¿A qué pasión hace referencia? Pues ni más ni menos que a la pasión de Jesucristo, que sin duda no tuvo nada de divertida.

Te lo resumo en este vídeo subido a mi canal de YouTube. ¿Ya te has suscrito?

La flor americana que asombró a los misioneros

Hace 400 años, los teólogos del Vaticano se quedaron asombrados ante la flor seca que les trajo un misionero español apasionado por la botánica. Como explican Iñaki Hormaza y Mar Gulis, investigadores del CSIC, en el blog de 20 Minutos Ciencia para llevar, el historiador Giacomo Bosio se quedó boquiabierto al ver con detalle esa flor tan curiosa del fruto entonces conocido como granadilla por su parecido con la granada, un interior lleno de jugosas semillas. Porque identificó en sus formas y colores los atributos más simbólicos de la pasión de Jesucristo. Así que empezaron a llamarla «fruta de la pasión».

Este arbusto descubierto por los europeos en Perú y que cultivaban los indígenas desde hacía siglos tiene muchos nombres. Es internacionalmente identificada bajo el nombre científico de Passiflora edulis. Pasionaria y fruta de la pasión, por su relación con la pasión de Cristo. Maracuyá, que es como la llamaban en su lengua original los pueblos tupíes, mara kuya (fruta de la ku’ya). Parchita en Venezuela y Canarias.

Flor de la pasión. Foto: Pixabay

¿Qué relación tiene con la pasión de Cristo?

El naturalista y jesuita medinense José de Acosta, en su Historia Natural y Moral de las Indias (1590) recoge que: “la flor de granadilla es tenida por cosa notable; dicen que tiene las insignias de la Pasión, y que se hallan en ella los clavos y la columna y los azotes, y la corona de espinas y las llagas, y no les falta alguna razón, aunque para figurar todo lo dicho, es menester algo de piedad, que ayude a parecer aquello; pero mucho está muy expreso, y la vista en sí es bella, aunque no tiene olor. La fruta que da llaman granadilla, y se come, o se bebe, o se sorbe, por mejor decir, para refrescar; es dulce, y a algunos les parece demasiado dulce”.

Pero los teólogos del siglo XVI y XVII, donde hasta entonces todos veían una fruta deliciosa, descubrieron en sus flores un fuerte simbolismo bíblico, a saber:

  • Sus cinco pétalos y cinco sépalos representarían a los diez apóstoles que estaban presentes en el momento de la crucifixión, pues Judas ya los había traicionado y Pedro negó a Jesús.
  • El círculo de pétalos recuerda a la corona de espinas.
  • Los tres pistilos simbolizan los tres clavos con los que Cristo fue crucificado.
  • La pieza central, el estilo, sería la columna en la que Cristo fue azotado.
  • Los cinco estambres con forma de T serían las cinco llagas de Cristo.
  • El color morado es el color litúrgico que visten los sacerdotes en Cuaresma y Semana Santa.
  • El color rojo de la pulpa de su fruta coincide con el de la sangre de Cristo.

Como ves, es una flor y fruto con una inmensa carga de simbolismo cristiano. Pero cero relación con un supuesto mensaje erótico y festivo. Eso sí, tiene un sabor delicioso y altas propiedades nutricionales, especialmente por su alto contenido en carotenos y vitaminas A y C.

Así que ya lo sabes, consume fruta de la pasión con pasión gastronómica, pero que no te engañen: como afrodisiaco no sirve.

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