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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Visitamos una fábrica de arpas donde la madera de los árboles canta

Un operario da los último toques a un arpa. Foto: Salvi Harps

Parece mentira que un instrumento tan complejo como el arpa tenga un origen tan antiguo. Hace más de 5.000 años, los seres humanos de África, Asia y Europa tenían ya un desarrollo musical tan avanzado que fueron capaces de fabricar las primeras arpas a partir de la madera de viejos árboles. Egipcios y griegos fueron los primeros arpistas de la historia.

He tenido la suerte de poder visitar una de las más importantes fábricas de arpas del mundo, la italiana Salvi. Me ha acompañado mi amiga y excelente arpista profesional Alessandra Magrini, miembro destacado del Trío Artemisia con quien colaboro en unas preciosas «catas musicales de paisaje«.

Te resumo la experiencia en este vídeo de mi canal en YouTube, Y también te la cuento con más detalle a continuación.

Hacer cantar a los árboles

Imagina el reto tan formidable que supuso pensar y diseñar grandes arcos de madera en donde tensar cuerdas hechas con tripas de animales que ofreciesen toda una escala musical de sonidos. Instrumentos cordófonos cuyo sonido se obtiene al tocar las cuerdas con los dedos. Tan sencillo y tan difícil.

El resultado es fabuloso. La música de arpa nos lleva directamente al bosque de donde nace este instrumento y adonde nos lleva su música.

Y al igual que el bosque, su sonido nos relaja, nos pone en comunión con la naturaleza, con el susurro de los árboles, el aleteo de las mariposas y el murmullo de un arroyo.

Interior de la fábrica de arpas Salvi. Foto: C.J. Palacios

Una fábrica en mitad del bosque

La historia de la fábrica de arpas Salvi es también la historia de este instrumento en los últimos dos siglos. Comienza a principios del siglo XIX en Vincenza con Giranimo Salvi, quien da comienzo a la saga familiar de la que ahora mismo está considerada una de las marcas de arpas más importantes en el mundo.

La tradición familiar continúa con su hijo Rodolfo, quien trasladó el negocio primero a Venecia y luego a América, donde tuvo cinco hijos, de los cuales tres serían aclamados arpistas internacionales. Uno de ellos, Víctor, fue arpista de la Filarmónica de Nueva York y de la Orquesta de la NBC dirigida nada menos que por Arturo Toscanini.

Pero además de triunfar en el mundo de la música, Victor Salvi unió su pasión artística con el espíritu empresarial, asumiendo la responsabilidad de continuar con el negocio familiar. Su sueño era crear el mejor arpa del mundo, pero también lograr el difícil reto de mantener la calidad artesanal buscando una eficiencia industrial que permitiera hacer el instrumento económicamente más accesible.

En 1955 traslada la fábrica de Chicago a Génova, pero enseguida se da cuenta que el lugar ideal para fabricar bellas arpas está más al norte, en el norte italiano. Llega así a la provincia de Cuneo, eligiendo como sede definitiva la pequeña localidad de Piasco. En estos momentos cuenta con 115 trabajadores de los que la mitad son mujeres.

La presencia de esta factoría tan especializada en una zona eminentemente rural es igualmente una excelente acción empresarial de lucha contra la despoblación y cuidado del bosque.

Una artesana dora la madera de un harpa. Foto: Salvi Harps

¿Por qué hacer arpas en tan apartado lugar?

Por una doble razón, natural y social. En esta zona de la región de Piamonte existe desde hace siglos una potente tradición de artesanía en madera. Aquí encontró maestro carpinteros, escultores, grabadores y talladores de altísima calidad.

También unos bosques variados que aportan matices únicos a estos instrumentos. El terreno ideal para un producto como el arpa, que necesita ser creado con precisión, arte, amor y buenos materiales.

Fabricación artesanal de un harpa. Foto: Salvi Harps

Alma de árbol

Muchas veces no caemos en la cuenta de que un arpa es ante todo madera. Pero no una madera cualquiera. En el caso de las piezas Salvi, Máximo, mi guía durante la visita, me explicó que seleccionan las mejores.

Para la tapa armónica se utiliza el mejor abeto rojo de los bosques de Val di Fiemme en Trentino, Italia. Es el mismo tipo de madera con la que Antonio Stradivari construyó sus insuperables violines, los famosos Stradivarius.

El mástil está hecho de haya y duro arce de Canadá, lo que proporciona una alta resistencia a la torsión (aguanta los más de 1.500 kilos de tensión), garantizando fuerza y ​​estabilidad a todo el instrumento. Ayuda así a defender el instrumento de la brutal tensión que provocan las cuerdas y al mismo tiempo garantiza una afinación perfecta.

Hace falta mucho tiempo, mucha paciencia, mucha destreza y mucha ciencia para hacer un arpa y que su sonido nos enamore. Más de cinco meses de trabajo lleva cada pieza, pero merece la pena ¿no te parece?

Harpa en un bosque, de donde procede su madera y a donde nos lleva su música.

Harpo, el humorista que adoraba el arpa

Termino con un recuerdo muy especial al artista que me descubrió el harpa. Nada menos que Harpo Marx, el miembro aparentemente mudo de los fabulosos Hermanos Marx. Desde niño, siempre me fascinó la maestría con la que tocaba el arpa.

En realidad se llamaba Adolph Marx, dos nombres terribles para la época en Norteamérica y para una familia judía de origen alemán, el del fascista Hitler y el teórico del marxismo. Así que muy pronto se lo cambió por Arthur. Que le duró poco, pues tanto le gustaba tocar el harpa (era autodidacta) que rápidamente adoptó el de Harpo, el entrañable mudo con peluca naranja, gabardina con los bolsillos siempre llenos y una bocina con la que suplía sus supuestas necesidades comunicativas.

En realidad Harpo no era mudo, pero así ocultó su voz chillona y reforzó aún más su talento como mimo.

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1 comentario

  1. Dice ser Más madera

    Todo parece rebosar ecologismo en los medios, pero cada vez se ven mas coches en carretera y aparcado por todas partes.
    Ahora parece que van a cambiar coches de combustión fósil por eléctricos y la pregunta es: ¿dónde van a meter los otros si ya no caben en las calles?
    1- Harán aparcamientos subterráneos por todas partes…
    2- Modificarán los motores de combustión fósil por eléctricos…
    3-Aplicarán impuestos y coto de entrada a determinados lugares a quienes tengan de combustión (lo más probable) para obligarlos a comprar uno eléctrico y lo lleven al desgüace, con lo que la materia prima les saldrá más barataa empresas pero seguirán vendiendo al mismo precio los nuevos…
    4-Vendrán los ovnis para hacer de taxis.
    5-Rutas guiadas por carretera peatonal (incluid autovías y autopistas) para respirar aire limpio (esa es otra… peatones y ciclistas por las calles hoy en día haciendo deporte y paseando por arcenes y aceras metiéndose dentro todo el carburo de los autos interminables y comiendo a orilla de calle… y luego dicen que la comida es mala para el cáncer…)
    Se reducen emisiones pero hay más emisores, luego estamos en las mismas.

    10 marzo 2023 | 11:23

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