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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

El secreto burgalés más espectacular, un desfiladero de película que huele a historia

Antiguas cuevas eremíticas de Los Castros. Foto: Ayuntamiento de Revilla del Campo

La provincia de Burgos atesora mil y un lugares increíbles. Pero pocos son tan secretos y hermosos como el desfiladero de Los Castros, entre QuintanalaraRevilla del Campo. Está escondido en medio de un casi impenetrable bosque de encinas. Así que no lo ves hasta que no estás ya prácticamente dentro.

Pero qué maravilla. Sus altas paredes están horadadas por cuevas de lo que fue un pequeño pueblo troglodita altomedieval. Porque, aunque ahora nos parezca mentira, hace más de 1.000 años la gente vivía en sitios así, totalmente enriscados. Ahora los que viven en este desfiladero, muy cómodos, por cierto, son los buitres leonados.

A continuación te invito a conocerlo. Y a catarlo con los cinco sentidos.

Tienes también un resumen en este vídeo que he subido a mi canal en YouTube ¿Ya te has suscrito?

Localizamos ese valle perdido ¿Dónde está y cómo se llega a él?

El desfiladero de Los Castros es una escondida y pequeña garganta natural que se abre en las primeras estribaciones de la sierra de Peñalara, en la histórica comarca burgalesa de Lara. Está muy cerca de Revilla del Campo y de Quintanalara, dos pequeños pueblos preciosos en donde, por culpa de la despoblación, cada vez vive menos gente.

Se llega fácil. Es una ruta circular de apenas 10 kilómetros con un perfil muy sencillo, sin grandes cuestas, ideal para una mañana de paseo relajado.

¿Qué tiene de especial este sitio?

Tiene esa mezcla mágica que une a la naturaleza con la historia. Estamos en Burgos, en las históricas tierras de Lara, antiguo señorío del conde Fernán González. Y éste es un desfiladero escondido en medio del bosque, lejos de todas partes. Aquí se palpa la historia y se siente la intensidad de una naturaleza no domesticada. Pero especialmente sientes la soledad.

Entrada al desfiladero de Los Castros. Foto: Wikiloc

¿Qué vemos?

Bienvenidos al desierto. Porque sí, aunque estamos en medio de un espeso bosque, este desfiladero es un auténtico desierto de soledades. Justo lo contrario que hace siglos. Como nos explican sus dos nombres, antiguamente ésta era una zona muy habitada y concurrida.

En Revilla se conoce por Los Castros, lo que hace referencia a esos inexpugnables poblados fortificados de época celtibérica situados en zonas altas.

Sin embargo, en el pueblo de mi padre, Hontoria de la Cantera, que está justo al otro lado del monte, lo llaman Peña Adobes, precisamente por esos restos de ladrillos de barro que aún quedan y con los que se cerraban las cuevas en la Edad Media para transformarlas en viviendas.

Yo me inclino a pensar que ambos nombres hacen referencia a monjes que hacia el siglo IX, en plena época de la repoblación castellana, ocuparon estas cuevas y hacían en ellas vida contemplativa.

¿A qué suenan Los Castros?

Se escucha tímido al mirlo, que canta sigiloso en la rama de una encina, casi como si tuviera miedo de romper con su música el hechizo del paseo. Cuando estuve allí escuché también el ronquido nervioso de un jabalí, que en cuanto me olió salió corriendo por la espesura haciendo ese ruido tan típico de estropicio vegetal como si fuese una desbrozadora.

Pero no se oye mucho más. Bueno sí. Se oye nuestra respiración, nuestro jadeo. Y quizás también un poco nuestros nervios, porque esta es una tierra de lobos y no sabes qué te vas a encontrar al otro lado de un arbusto.

¿Cuál sería el tacto de Los Castros?

El tacto de esta tierra es el de un conglomerado de calizas rugosas. Son rocas un poco traicioneras porque en cualquier momento puedes sufrir un resbalón por toda esa grava que se deshace con la erosión y que al final forma canchales, auténticas montañas de piedras como si fuera una gran gravera natural.

¿Cuál sería su olor?

Huele a frío, que para algo estamos en Burgos. También huele a líquenes, pues las encinas y los enebros están cuajados de ellos. Y sientes su aroma un poco polvoriento, pero a la vez verde.

Huele también a ese barro que tantas ganas tenía yo de pisar. Porque siempre es un privilegio poder dejar nuestras huellas en los senderos de estas tierras salvajes. Pero solo dejamos las huellas de las botas, ¿eh? Nada de basuras.

Líquenes en la rama de un árbol. Foto: Wikimedia Commons

¿Cuál sería su sabor?

El sabor supremo de este paseo consiste en parar en la cantina de Revilla del Campo, y pedir que nos haga un buen par de huevos con chorizo o morcilla. ¡Toma superalimento!

Otro sabor muy especial es el que nos regalan sus huertas. Resulta sorprendente que, a pesar de estar los pueblos casi abandonados, quedan todavía muchas huertas bien cuidadas.

Ahora están todavía en plena siesta invernal, pero aún quedan buenos puerros, que con las excelentes patatas burgalesas, unas zanahorias y un buen aceite AOVE, nos van a permitir preparar un plato tan sencillo como exquisito: la purrusalda.

Y para los amigos de la carne, la olla podrida es el plato estrella burgalés. El escritor Calderón de la Barca la llamó nada menos que «princesa de los cocidos», así que no seré yo quien le lleve la contraria. Se supone que su nombre viene de olla poderosa, pues demás de alubias rojas lleva todos los sacramentos del cerdo, desde costilla, panceta y chorizo hasta oreja adobada. Eso sí, un consejo: hay que tomarla siempre después del paseo. Porque como lo hagas antes no llegas ni a las huertas.

Olla podrida burgalesa. Foto: Wikimedia Commons

Escucha esta cata descargando el podcast de su versión radiofónica.

Catas de paisajes en el programa «De vuelta» en Radio 5

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8 comentarios

  1. Dice ser Carlos

    Estos castros están en en terreno de Quintanalara o de Revilla del Campo

    25 marzo 2023 | 13:11

  2. Dice ser Marcos

    Estan situados en Quintanalara y su nombre es el de Riscos Peña Adobes aunque haya quien se empeñe en cambiar las cosas de sitio y de nombre

    25 marzo 2023 | 17:03

  3. Dice ser Ismael

    Que maravillosa tierra de cultura , de paisaje y de olor a esas plantas autóctonas de esta tierra olvidada por algunos y querida por otros.
    En horabuena por este documental tan valioso que nos has descrito.
    Un saludo.

    25 marzo 2023 | 17:09

  4. Dice ser Martina

    Qué paraje más espectacular, me encantaría verlo en mi próxima visita a Burgos pero no sé si podremos. ¿Sabéis si se puede acceder en coche? Por motivos de salud no puedo caminar esos 10km del paseo..
    ¡Gracias de antemano!

    25 marzo 2023 | 19:13

  5. Hola, Martina. Se puede llegar en coche por una buena pista hasta la entrada del desfiladero, pero luego el sendero es estrecho y hay que caminarlo con cuidado.

    25 marzo 2023 | 19:16

  6. Dice ser Silvia

    Estan situados en el municipio de Quintanalara.

    28 marzo 2023 | 14:04

  7. Dice ser Lucia

    Me encantaba ir de pequeña con mis abuelos, es un lugar precioso. Gracias por compartirlo.

    07 abril 2023 | 17:36

  8. Dice ser silvana

    Yo como buena burgalesa me fascina todo lo de burgos, olla podría lo mejor para un día de frio

    22 abril 2023 | 11:57

Los comentarios están cerrados.