¿Los escombros van a la escombrera? ¿A canteras abandonadas que se rellenan con estos materiales de desecho? Nada de eso. Los escombros se pueden y deben reciclar. Así lo exige la Unión Europea. Pero es que, además, su reutilización es una importante pata de la economía circular y de lucha contra la emergencia climática.
Otra cosa es que apenas se haga. Pero eso sí, cuando se les da una segunda vida a estos desechos se muestran generosos.
El experimento cordobés
En 2009, 105 viviendas unifamiliares de la ciudad de Córdoba fueron demolidas para realizar una ampliación del aeropuerto. En un primer momento, se había previsto que los escombros generados a partir de la demolición se llevaran, como se suele hacer, a un vertedero.
Desde la Universidad de Córdoba se propuso reciclar todos estos residuos in-situ y utilizarlos para construir un tramo experimental en la carretera CH-2 que rodea la pista del aeropuerto y que une Córdoba con la población de Almodóvar, por la que pasan más de 9.000 vehículos diarios. Después de diez años de investigación, se ha publicado el estudio completo. Los resultados son muy favorables y se ha concluido que los materiales reciclados de demolición son una buena alternativa para la construcción de carreteras.
La demolición de edificios genera una gran cantidad de materiales que normalmente terminan depositados en vertederos. La directiva europea sobre residuos obligaba que, para este año 2020, un 70% de los residuos de construcción y demolición deberán ser reciclados. Sin embargo, España sigue aún muy por debajo de ese objetivo, con apenas un 40% de tasa de reciclaje.
Este estudio de la Universidad de Córdoba ofrece una base científica para comenzar a dar salida a todos esos materiales. “Es una muestra real para que administraciones y constructoras confíen en el reciclaje de residuos de demolición y construcción y demolición. Ya no tenemos excusa para no cumplir los objetivos que nos exige la directiva europea”, asegura José Ramón Jiménez, investigador responsable de este estudio.
Ilegalidades en Galicia y Madrid
Tanto la Asociación Profesional de Recicladores de Residuos de Construcción y Demolición de Galicia (ARCODEGA) como la Asociación de Gestores de Residuos de Construcción y demolición de Madrid (AGESMA) han denunciado en los últimos meses numerosas irregularidades en ambas comunidades, donde muchos escombros, incluyendo elementos altamente contaminantes, acaban rellenando antiguas graveras.
Ambas asociaciones promueven una gestión de estos residuos ambientalmente adecuada, promocionando el reciclaje frente a su eliminación y promoviendo la reutilización de los áridos reciclados obtenidos a partir de estos residuos.
Fracaso español
Los restos procedentes de las obras de construcción y demolición son el segundo residuo, en volumen y peso, que se producen en España tras los urbanos, pero frente al 70% que debería ser reciclado según la normativa europea, según las dos asociaciones profesionales es justo al revés.
Más del 75% de estos residuos se gestionan de forma irregular y sin garantizar un tratamiento adecuado que permita su valorización y aprovechamiento. Con ello se generan graves impactos ambientales y paisajísticos, despilfarrando una materia prima necesaria y comprometiendo la existencia misma del sector del reciclado y valorización de estos escombros.
Este sector, tan poco conocido, tiene gran importancia económica, con una facturación de
160 millones de euros al año. Unos datos significativos a los que se suman los 10.000 empleos que genera entre puestos directos e indirectos.
Sólo las plantas de valorización de escombros generan 2.500 puestos de trabajo directos.
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En http://www.picopacokids.es procuramos realizar envíos con embalajes sostenibles, evitando los plásticos y usando materiales reciclados. Ojalá todos hiciéramos lo mismo, nuestro planeta nos necesita.
17 enero 2020 | 18:15