Las lentillas también contaminan el mar con microplásticos

¿A qué contenedor de reciclaje van las lentillas desechables? Según una encuesta de Antena 3, un tercio de los españoles no tiene ni idea. Y mira qué es fácil: van al cubo de la basura doméstica.

Pero ante la duda, o por pura comodidad, casi una cuarta parte de los cerca de tres millones de españoles que usan lentillas las tiran al váter o por el desagüe.

Otras veces se arrojan directamente al suelo o, si uno se las cambia en la playa, directamente a la arena.

Quien así actúa no es consciente del grave impacto ambiental de esta acción tan rutinaria e incívica.

Esas lentes de contacto están hechas de siliconas y materiales plásticos que no se pueden reciclar.

Solo en Estados Unidos, entre seis y diez toneladas de plástico de lentillas llegan a las depuradoras. Otras muchas toneladas van directamente a los ríos y los mares. A escala mundial, el desastre es colosal.

Playas con lentillas

Esas lentillas son el origen de una parte de los terribles microplásticos, esos que se nos han metido en los alimentos, la orina, las heces y hasta en la sangre. ¿Te parece una exageración?

Que se lo cuenten a los voluntarios que esta primavera estuvieron limpiando una playa de Camelle (Camariñas, Pontevedra). En apenas una mañana recogieron en la arena cientos de lentillas.

Por si teníamos pocos problemas con las botellas de plástico, cápsulas de café, pajitas, vasos, cosméticos y una larga lista de objetos de usar y tirar que acaban en el mar, afectando a la vida acuática, ahora hay que añadir el despropósito de las lentillas desechables.

Pero la culpa no es del consumidor. La industria que fabrica desde hace años este tipo de lentillas nunca ha hecho nada por informar en sus envases cómo desecharlas correctamente, que es tirándolas junto con otros desechos sólidos.

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