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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Isidro de Atapuerca vence al Oso Yogui

Escultura Oso

Quienes se acerquen este verano por el Museo de la Evolución de Burgos se van a encontrar con una agradable sorpresa: la Sima de los Osos. Se trata de una nueva exposición temporal que podrá verse de forma gratuita hasta finales de año. En ella se exhibe un cráneo de oso de más de 400.000 años, una magnífica escultura de un individuo adulto de la misma especie y un audiovisual de Javier Trueba sobre el proceso de excavación y el trabajo de laboratorio de limpieza y estabilización de los fósiles.

El cráneo no es un cráneo cualquiera. Se trata de Isidro, el mejor de los más de 300 ejemplares de Ursus deningeri, un antepasado del actual oso pardo (Ursus arctos) acumulados hace unos 400.000 años en ese asombroso cementerio natural de animales y homínidos que es la Sima de los Huesos.

Y la escultura tampoco es una más. Es Isidro, pero con piel y músculos. Un ejemplar de casi 2 metros de altura, erguido sobre sus patas traseras, de gran fuerza plástica, recreado por Sonia Cabello, profesora de escultura en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid y que ha sido concebida con un impecable rigor científico a partir del  asesoramiento de las doctoras en Paleontología Nuria García y Elena Santos.

Como explicó en rueda de prensa Juan Luis Arsuaga,

no queríamos hacer un gran peluche de parque temático, esculturas que parecen animales disecados. Hemos tratado de aunar rigor y exactitud científica con una estética diferente que se adapte al edificio de Navarro Baldeweg.

De esta forma Isidro de Atapuerca, la escultura más científica y artística del mundo, ha vencido por goleada a ese Oso Yogui en que podía haberse convertido de no ser por el genial trabajo de Sonia Cabello. Un original trabajo realizado a partir de un molde de poliespán, cubierto con tela arpillera, escayola y resinas.

¿Por qué el oso tiene un color blanco terroso?, le pregunto a la paleoartista.

Porque como sólo tenemos sus huesos, no sabemos con exactitud qué color de piel tenían estos osos, negra o parda. Y yo he querido darle los tonos que me evoca el paisaje de Burgos, sus piedras, monumentos y tierras.

Un toque artístico sin duda espectacular para una escultura llamada a convertirse en nuevo icono del Museo de la Evolución Humana. Porque ésa es otra de las buenas noticias que nos da dado Arsuaga a este blog.

A partir del próximo año Isidro se integrará en la exposición permanente del Museo, listo para acompañar a miles de selfies de los visitantes. Muy probablemente, los recibirá a la entrada de la sala dedicada a la Sima de los Huesos ¿o la llamamos ya definitivamente de los osos?

Oso

Para visitantes más especializados o con curiosidad científica hay a la entrada de la sala paneles con explicaciones de la estirpe de estos osos, de sus familiares más cercanos y del tronco del que proceden.

Un breve espacio en el que se muestran los resultados de las líneas de investigación más recientes, como los obtenidos en biología molecular o los de determinación de rasgos para establecer los linajes de los distintos tipos de oso, fundamentalmente a partir de imágenes radiográficas -TAC-.

Antecedentes de la exposición

La Sima de los Huesos es, sobre todo, la Sima de los Osos, ya que a lo largo del tiempo cayeron a ella muchos osos que hibernaban en la Cueva Mayor de Atapuerca. Gracias a la abundancia de fósiles de todas las partes esqueléticas se han podido llegar a conocer y a establecer los rasgos distintivos de la especie Ursus deningeri.Oso2

En el año 1999, en el fondo de la Sima de los Huesos, a unos quinientos metros de la entrada de Cueva Mayor, se descubrió un cráneo prácticamente completo de un Ursus deningeri, la especie de oso que habitaba en el Pleistoceno Medio en la Sierra de Atapuerca.

El oso al que pertenecía este cráneo, apodado familiarmente por los paleoantropólogos como Isidro, cayó al fondo de la sima, como tantos otros, probablemente mientras buscaba desorientado la salida de la cueva al salir de la hibernación.

Esta especie de úrsido vivió en Europa y Asia en la época central de un periodo geológico conocido como Pleistoceno Medio. La mayor parte de su registro fósil se concentra entre hace unos 600.000 años y hace aproximadamente un cuarto de millón de años.

Arsuaga2Los osos de las cavernas formaban una línea evolutiva paralela a la de los osos pardos, con los que compartían un antepasado común que existió hace más de un millón de años. En la estirpe de los osos de las cavernas se suceden tres especies: Ursus dolinensis (definida a partir de los fósiles de la Gran Dolina, Atapuerca), Ursus deningeri y Ursus spelaeus (oso de las cavernas, el más grande de todos ellos).

En esta secuencia evolutiva fue aumentando el tamaño del cuerpo y de la cabeza, y también el de los caninos y las muelas.

El gigantesco oso de las cavernas sobrevivió a los neandertales y fue pintado por los artistas del Paleolítico superior, pero desapareció durante la última glaciación. Hoy solo habitan en Europa los osos pardos.

ADN e isótopos

En el año 2013 se publicó el genoma mitocondrial completo de un oso de la Sima de los Huesos de hace 430.000 años, el más antiguo recuperado de un oso en todo el mundo. Se trató de una proeza tecnológica porque el material genético se encontraba extremadamente degradado y hubo que reconstruir una secuencia larguísima de ADN a partir de segmentos ultracortos.

También se han realizado estudios de los isótopos estables del carbono y del oxígeno para conocer la ecología de estos osos, que ha resultado no ser muy diferente de la de los osos pardos actuales.

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Ficha técnica exposición temporal La Sima de los Osos

  • Comisariado científico: Juan Luis Arsuaga y Milagros Algaba
  • Escultura y diseño expositivo: Sonia Cabello
  • Reconstrucción virtual en 3D: Elena Santos
  • Producción audiovisual: Javier Trueba

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