Mi carrera profesional antes que mi boda: la novia ‘millennial’

Empezaré confesándome: nací en la década de los 90 y tengo pensado casarme. Como tantas otras mujeres nacidas en mi generación, con la idea de pasar por el altar revoloteando por su mente, formamos parte de las llamadas «novias millennials« (futura novia milennial en mi caso).

Vestidos de novia de Hannibal Laguna. Ganas de casarse en 3...2... GTRES

Vestidos de novia de Hannibal Laguna. Ganas de casarse en 3…2… GTRES

Las novias millennial, según Susana Vela Covisa, promotora de Atelier Couture, la plataforma española especializada en ateliers de lujo que organizó esta semana la pasarela de moda nupcial en el Palacio Fernán Núñez, son aquellas cuya fecha de nacimiento «oscila entre 1980 y el año 2000 aproximadamente».

«Es una mujer que se casa más tarde porque su prioridad es consolidar su carrera profesional después de su larga formación. Cuando toma la decisión lo hace por convicción personal, tiene más posibilidades económicas y no le importa destinar más recursos económicos, pero sí quiere saber dónde y cómo destina su dinero, puesto que tiene opciones de informarse más y mejor gracias a internet».

Desde casa podemos acceder a todas las tiendas de vestidos de novia, podemos visitar restaurantes y hoteles para la celebración sin necesidad de pisarlos y además, no podemos olvidar la cantidad de webs que te planifican una boda en menos de lo que tarda Raffaella Carrà en echar la melena para atrás.

No, casarnos no es una de nuestras prioridades. La mayoría somos becarias, con otros gastos más importantes que afrontar o simplemente pensamos que «eso de casarse está muy caro».

Porque lógicamente, la crisis también ha llegado al sector bridal: «Una crisis como la que hemos vivido y seguimos viviendo, aunque parezca que poco a poco salimos de ella, afecta en todos los ámbitos de una sociedad. Hay bodas que se han pospuesto, pero antes o después se celebran igualmente«.

Para novias con zapaína que no quieran perder de vista sus zapatos. GTRES

Para novias con ‘zapaína’ que no quieran perder de vista sus zapatos. GTRES

Caro pero no dejamos de gastar en ello, según Susana Vela, una novia milennial «no tiene problemas en reducir partidas tradicionales para el día de su boda, como el número de invitados o el catering, pero a lo que no renuncia es a elegir el vestido que refleja lo que es ella».

Vamos, que si hace falta poner menos canapés y en vez de la tarta repartir helados Kalise entre los invitados, se hace. A lo que no vamos a renunciar es a llevar vestidazo ese día: «El vestido de novia es de lo que menos ha sufrido por la crisis, al final nos guste o no, la novia sigue siendo la estrella que más brilla en una celebración nupcial».

Cómo han cambiado los tiempos. Sí, y la elección del vestido no es la excepción, aunque no estamos muy lejos de nuestras abuelas o madres: «la novia milennial valora además otras cosas. Actualmente busca en su vestido además de la imagen que quiere proyectar, y evidentemente identificarse con el diseñador o marca, también la calidad. Quiere saber qué hay detrás de su producción, tiene inquietud por los tejidos, los acabados, el precio, es una mujer mucho más exigente«.

Ahora solo nos queda decidir si comprarlo dentro o fuera ‘de casa’. Atelier Couture y la Pasarela Costura España 2016 han servido como escaparate a los creadores españoles como Santos Costura o Hannibal Laguna entre muchos otros. La percepción del sector nupcial fuera del país «es uno de los que más visibilidad tiene internacionalmente. El producto español se caracteriza, por su ‘buen hacer’, es de calidad y tiene muy buen diseño«.

¿Por qué quedarnos con un diseñador ‘de casa’? «Casarse con un vestido con el sello Made in Spain es sinónimo de exquisitez, buen gusto y en muchos casos de exclusividad, característica que buscan muchas mujeres actuales.» Algo que saben las novias europeas y estadounidenses, donde los vestidos tienen mayor demanda.

Y si, además de millennial, te casas este año, ten en cuenta que, según Susana Vela, «las tendencias nupciales para 2017 no están sujetas a características únicamente del vestido en sí. Considero que estamos en un momento en el que las novias actuales buscan el vestido que se adapta a su personalidad, estilo, forma de vida o el tipo de boda que quiere celebrar y por supuesto a su fisonomía, algo esencial a la hora de elegir».

La clave para acertar, según Susana Vela es que «las novias de hoy en día quieren ser princesas actuales, donde vestirse de novias no implique un disfraz, sino una prolongación de su personalidad y de su forma de vida, que incluso les proporcione vivir una bonita experiencia en la elección o creación del vestido, donde se sientan implicadas en su decisión de compra y por supuesto que el precio se adecue a su presupuesto».

Mi conclusión es que la tendencia actual es, en realidad, llevar un vestido con el que podamos sentirnos favorecidas, co-protagonistas junto al novio, y, sobre todo, nosotras mismas.

Cuando das con EL ELEGIDO.

 

12 comentarios

  1. Dice ser Novia Millenial

    Yo recomiendo justo lo contrario… Despreocuparse del vestido, está sobre valorado, te gastas una pasta en los trajes (especialmente el de novia) para usarlo una vez en tu vida, luego no sabes qué hacer con él y no hace más que estorbar. Si os vas a casar (que tampoco recomiendo el formato bodorrio) preparad una boda cómoda, divertida y que la gente coma bien. Los invitados nos acordamos de una boda por la comida y por cómo nos lo hemos pasado, no por el vestido de la novia. Si tenéis que recortar hacedlo de los trajes, flores, alfileres, regalitos, e invertid en comida.

    20 abril 2016 | 11:22

  2. Dice ser Ana

    Vestido que para que no parezcas un pollo disfrazado te tienes que gastar un mínimo de 1000 leuros (cuántas cosas mucho más interesantes se pueden hacer por ese dinero) y que luego no sabemos que hacer con él y que, es mas, hasta nos molesta porque no sabemos dónde guardarlo -muchas, en casa de su madre, que siempre está diciendo «a ver cuando te llevas esto»- Entiendo que hace ilusión, pero creo que es mejor una boda por lo civil, te compras lo que te da la gana, y te lo vuelves a poner cuando quieras….y te evitas la pinta de TartaDeNata….
    Nota: para todas aquellas que estén pensando luego en venderlo, aviso que no dan ni la décima parte de lo que costó

    20 abril 2016 | 11:26

  3. Dice ser María

    “eso de casarse está muy caro”. No es cierto casarse no es caro, lo caro es la boda, te puedes casar cuando quieras los papeles para ello son GRATIS, que es un coñazo todo el papeleo, sí, pero tengas boda o no lo vas a tener que hacer igual.
    He odio a muchas chicas decir que no se casan por eso porque es caro, mentira lo que pasa es que si no organizas boda con 300 invitados (muchos de ellos llevas años sin verlos) parece que no te has casado.
    A los que organizais boda no os gastéis un dineral en el vestido gastáoslo en un buen restaurante con buena comida y buen ambiente que eso es lo que recuerda la gente, no que vestido llevaba la novia.
    He ido a bodas en las que la novia se había gastado 4000 euros en el vestido y la comida era horrible y bodas en las que la novia llevaba un vestido de menos de 1000 pero el sitio elegido y la comida excelente.

    20 abril 2016 | 11:46

  4. Dice ser Rbk

    Vaqueros, camiseta y mucha comida y bebida para la familia y amigos intimos, dejaos de bodorrios.

    20 abril 2016 | 11:55

  5. Dice ser quetecrees

    nací en la década de los 60 y hasta que no tuve una carrera, no solo estudios, hasta que no cumplí los 46 no me casé.
    Y he sido guapísima y he tenido unos cuantos hombres en mi vida, pero lo de ser independiente nunca me lo cuestioné, entonces esto de ser ¿cómo le llamas? ¿millennial? qué patético!

    Despierta hija!
    esto se lleva hace rato!

    20 abril 2016 | 12:14

  6. Dice ser Monigote

    La gente es muy plomo con las bodas.
    Vete al juzgado y deja de dar el tostón a las amigas…
    Y los de «yo me caso sólo por la fiesta» una cosa os digo. No os lo creeis ni vosotros.

    20 abril 2016 | 13:18

  7. Dice ser Lara

    Yo me casé en el juzgado, con mi niño de 2,5 años y mi barriguita de 4 meses, los familiares más cercanos, en total éramos 20 personas. Luego a comer a un restaurante de carta, que cada uno pidió lo que quiso. En la boda no me gasté nada, en el restaurante no llegó a 300 euros y mi vestido premamá me costó 115 euros, que luego reutilicé en nochebuena y nochevieja.
    Nunca me gustaron los bodorrios y ni pensaba casarme, pero con dos niños me parecía lo más sensato.
    No me arrepiento para nada de mi boda

    20 abril 2016 | 13:49

  8. Dice ser Maria

    A las bodas de como mucho 20 personas y a comer los cuatro que somos con la familia política del que sea que se case ni me acerco. Cada palo que aguante su vela.

    Si no hay baile y barra libre no me gasto un euro en el regalo ni voy a una comida con gente que no conozco a la mitad de ellos.

    20 abril 2016 | 16:18

  9. Dice ser Lydia

    Estoy de acuerdo con los comentarios de quienes dicen que lo más importante no es el vestido de novia. A fin de cuentas, por mucho que vaya con tu personalidad y muy bonito que sea, solo se utilizará una vez. La gente ( y lo digo por experiencia) recordará la buena comida y el ambiente y no el modelito de la novia. Yo me gasté 250€ en el mío, hecho a medida y de una calidad buenísima, comprado por internet. Nada de velo, ni complementos carísimos, un pequeño tocado de 3€ y listo. Preferimos centrarnos en que nuestros invitados disfrutaran, comieran bien y en abundancia y estuvieran a gusto en el lugar. Y así fue, todo el mundo alucinó y nos dio las gracias por lo bien que estuvo la celebración. En mi opinión lo principal no es que la novia llame la atención y es justamente lo que parece ser que más se busca

    20 abril 2016 | 16:29

  10. Dice ser Lolailós

    A mí toda esa parafernalia de bodorrios, vestidos y dispendios varios me parece excesivo. ¿Os querréis menos por no gastaros un pastizal en ese día?

    La pregunta es, ¿qué es lo realmente importante ahí?

    Mi novio y yo llevamos ya varios años como pareja de hecho, y la gente se sorprende al ver que no hicimos celebración alguna. Para nosotros fue un mero trámite, nos vamos a vivir juntos a una casa que adquirimos a medias, en algún sitio ha de constar. Y ya.
    Ni nos queremos más ni menos, nada ha cambiado en nuestro día a día.

    Y menos aún sacrificar nada en mi vida, que tengo una carrera y trabajados unos cuantos añitos, y no he llegado a la treintena.

    20 abril 2016 | 17:14

  11. Dice ser María

    Lolailós, cuidado que «pareja de hecho» no es lo mismo que «pareja de derecho», es decir, un matrimonio… jurídicamente son muy diferentes y hay mucha gente que después se lleva sorpresas, sobre todo si uno de los dos miembros de la pareja fallece.

    Yo me casé con 34 años por lo civil con un vestido de 120 euros y solo 22 invitados (la familia directa). Comimos estupendamente y después cada uno para su casa. ¿Para qué más?

    Que te inviten a un bodorrio enorme implica que te dejes un pastón en ropa, hotel (si es fuera), regalo…. cuando es un hermano/a el que se casa, o alguien muy querido, pues vas de buen grado. Pero eso de ir a la boda del primo al que no ves desde hace 20 años y te invita, pues te hace la pascua…

    20 abril 2016 | 17:57

  12. Dice ser Moni

    Sabéis qué es lo màs importante?
    Que cada uno actúe libremente, sin presión social ni familiar, es una decisión de dos y ya…
    A aquellas que os guste la boda y vestiros de novia, un consejo, si me lo permitís, llevad un vestido que sea reflejo de vosotras mismas, no vayáis disfrazadas de novias, sed novia, esa única novia de ese único día en esa única ceremonia…novia singular, exclusiva….siendo vosotras mismas lo conseguiréis y esa es la manera de que disfrutéis de ese día que está para disfrutarlo, no sólo para disfrute de invitados sino para bienestar de los novios también.
    No lo olvidéis, sed novias, vosotras mismas, NO os disfracéis de novias.

    20 abril 2016 | 18:05

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