La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Entradas etiquetadas como ‘cocodrilo’

¿Te apetece un selfie junto a un animal de zoológico?

Leones

Los zoológicos lo están pasando mal. Mucha gente, por suerte cada vez más, rechaza esa exhibición indigna de animales encarcelados a mayor gloria de nuestra curiosidad. El resto, achuchado por la crisis, se lo piensa dos veces antes de pagar una entrada para hacer fotos con el móvil a un aburrido león entre rejas. Así se explican los nuevos productos ofertados en los zoos para cubrir su cada vez mayor agujero económico. Interactúe con los lemures, dé de comer a los loros, acaricie los monos, cuélguese las serpientes, nade junto a delfines y leones marinos. Disfrute de sensaciones nuevas muy salvajes. Hágase un selfie (autofoto) junto a un animal de zoológico. Todo por una módica cantidad extra de dinero.

¿Experiencia única? Que alguien me explique qué tiene de emocionante sobar animales medio sedados o directamente adormilados, seres salvajes convertidos en dóciles mascotas. Que alguien me explique qué tiene de educativo ese manoseo. Qué tiene de valiente, como no sea el peligro de pillar una enfermedad o recibir un mordisco.

¿En qué ayuda el toqueteo a la conservación de las especies amenazadas, muchas de ellas en peligro de extinción precisamente por su masiva captura y venta ilegal? En nada.

Lo queremos tocar todo. Vale muy bien. ¿Y después? Que el pobre bicho vuelva a su jaula. Ah no, que hay otra modalidad nueva. Llévese el animal a casa. Como hizo hace poco el conocido Kiko Rivera. Ameniza tus fiestas más chachis con cachorros de león. ¡Es super cool! Unas risas entre whiskys y gin tonics, fotitos con flash y devolución del bicho al zoo tras haber pagado la correspondiente tarifa. ¿Dejarán llevar cocodrilos a las piscinas? Vaya juerga con los colegas.

Por algo José Saramago, que era un hombre sabio, pedía cerrar los zoológicos de todo el mundo. Pero en lugar de eso los hemos abierto al espectáculo de los bobalicones. Ya lo decía Albert Einstein:

“Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.

El proyecto InfoZoos.org ha denunciado la creciente moda en los zoos andaluces de prestar animales salvajes como reclamo publicitario o como préstamo a particulares. Tienes más información en este enlace.

Foto: Wikimedia Commons

Otras entradas relacionadas:

Indulta a un cocodrilo que se ha comido a más de 300 personas

Gustavo es el cocodrilo más famoso del mundo. Tanto que tiene una entrada propia en la universal Wikipedia en ocho idiomas diferentes e incluso se ha hecho una película sobre él. No es para menos, pues es el más grande, el más viejo y el más sanguinario de todos ellos. Tiene unos 65 años, pero sólo en los últimos 20 se calcula que puede haber matado en Burundi, entre el río Ruzizi y la ribera norte del Lago Tanganica, a más de 300 personas. 17 en apenas tres meses.

Patrice Faye, un naturalista autodidacta, es el único problema del gigantesco saurio de seis metros de longitud y más de una tonelada de peso. Desde hace once años este francés vive obsesionado con cazarlo. Lo ha intentado de todas las maneras posibles, pero el animal, por poderoso y por inteligente, ha logrado siempre escapar de él. También de los numerosos disparos recibidos a lo largo de su mortífera existencia, apenas unas cicatrices en su acorazada piel.

Pero contra todo pronóstico, el cazador se ha vuelto ecologista, se ha enamorado de su víctima. Y Patrice Faye acaba de indultar a su enemigo. Ya no lo quiere matar. Según ha anunciado en la BBC, su principal objetivo es ahora capturarlo vivo y colocarle un dispositivo rastreador que permita conocer sus andanzas y avisar a la población del peligro.

¿Hace bien en perdonarle la vida? Sin duda ese animal debe ser formidable, de una importancia natural y genética única. Desde mi confortable casa en Europa me parece justo que no se lo mate, aunque si yo viviera en una frágil cabaña junto al río en Burundi quizá no pensaría igual.

¿Capturarlo y llevarlo a un zoo? Imposible, pesa una tonelada y sus fauces pueden partir por la mitad a un hombre de un solo bocado.

El naturalista francés, obsesionado, ha repartido una docena de teléfonos celulares entre la población local para que si lo ven pueda acudir allí antes que nadie. Lo quiere sólo para él. La posibilidad de que alguien lo capture antes no la acepta, pues como ha explicado a la BBC, lo consideraría una traición del animal a su devoto perseguidor.

«Me sentiría como si me robaran algo. Voy a permanecer fiel a él y espero que él haga lo mismo».

Sin caer en sentimentalismos, reconozco mi corazón dividido ante el dilema de qué hacer con Gustavo. ¿Lo matamos o dejamos que siga matando?

**Comparte con tus amigos este post:

Bookmark and Share