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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Esta Navidad acuérdate de reciclar todo el vidrio y el papel

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Son fechas de derroches y excesos. ¡Bienvenidos sean! Pero acuérdate de reciclar también en Navidad. Especialmente con los muchos desechos que produciremos en estas fechas: papel, cartón, plásticos y vidrio.

Te sorprenderá saberlo, pero cerca del 20% del total de todos los envases de vidrio del año se reciclan en Navidad.

Ecovidrio, la entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de los residuos de envases de vidrio en España, espera recuperar en estas fechas más de 120.000 toneladas de envases de vidrio, casi un 20% del total anual. Para lograrlo cada español tendría que reciclar 8 envases, lo que así visto, y teniendo en cuenta lo mucho que bebemos, no parece especialmente difícil. Tan sólo se trata de no olvidarlo y buscar cerca de casa el famoso contenedor verde. Recuerda que el 100% del vidrio que se recupera en los contenedores es reciclado para fabricar nuevos envases. Gracias a este pequeño-gran gesto de todos nosotros se logran múltiples beneficios para el medio ambiente y la sociedad. Lee el resto de la entrada »

Contaminación atmosférica: compromisos incumplidos y mentiras piadosas

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Tal como se temía, la temperatura media del planeta es ahora mismo 1,02 grados superior a la de hace siglo y medio. Las concentraciones de CO2 en la atmósfera han aumentado desde entonces un 143%  provocando el temido calentamiento global y la acidificación del océano.

Vivimos mejor que nunca pero estamos hipotecando el futuro de los no nacidos por mucho que los calores de este mes de noviembre nos parezcan fabulosos. Porque junto con ellos también llegarán sequías y otras calamidades naturales, hambre, refugiados, extinciones. Visto así, este calentamiento da escalofríos. Y no es una exageración, es ciencia. Lee el resto de la entrada »

Por qué me he hecho vegetariano

Vegetariano

Hace unos años yo mismo me sorprendía cuando os contaba en esta misma columna la campaña lanzada por el ex Beatles Paul McCartney. El famoso cantante nos proponía hacernos vegetarianos una vez por semana, exactamente los lunes, como contribución de la Humanidad para luchar contra el cambio climático. Ello es debido tanto a la producción de piensos para el ganado, lo que ha provocado una gigantesca y creciente deforestación planetaria, como al hecho de que los rumiantes emiten con sus flatulencias gran cantidad de metano, un gas 23 veces más perjudicial que el CO2 como agente del calentamiento global.

Más tarde os informé de las advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto al peligro del exceso de antibióticos en la alimentación animal. Cuyo resultado son carnes trufadas de medicamentos que ingerimos con total desconocimiento de sus posibles repercusiones en nuestra salud.

Y al final tenía que ocurrir. Me he hecho vegetariano. O casi, pues en realidad tan sólo he eliminado de mi dieta la carne. Como pescado, huevos y queso, junto a fruta y todo producto vegetal proveniente de la huerta. Pero desde hace un año no pruebo chuletones, ni chorizo ni morcilla, algo sorprendente en un burgalés como yo. Yo mismo no me lo creo.

Algunos pensaréis que lo hago por novelería, como denominan en Canarias al esnobismo. En absoluto. Es tan sólo el resultado de una profunda reflexión personal. De una actitud y de un modo de vida que pretende ser más respetuoso con su entorno. De una necesidad de vivir de manera más saludable, sin tantos aditivos ni hormonas. Sin provocar tanto sufrimiento a los animales de granja.

Es una decisión individual, alejada de cualquier radicalismo. Paso de Paul McCartney y de los lunes sin carne. Soy vegetariano. Y me siento mejor.

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Plantar un árbol compensa las emisiones de CO2 de los blogs

Según algunos cálculos, las emisiones de CO2 que emite un sitio web producto de su consumo eléctrico son de 0.02 gramos por visita. Tomando de media 10.000 visitas mensuales, un blog emite 2.4 kg. de CO2 al año. Frente a ello un árbol puede consumir desde 5 hasta 90 kilos de CO2, según sea su especie, edad o localización.  A cambio fabrica para nosotros ingentes cantidades de oxígeno. Por esta razón, plantando un árbol puedes compensar de sobra las emisiones de dióxido de carbono que tu blog produce a lo largo de su vida útil.

Dicen que para trascender en la vida, para que nuestro paso por este mundo no sea inútil, debemos plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Algunos añaden tener un blog. Personalmente yo voy sobrado en este aspecto. En mi época de estudiante nos juntamos en Burgos un grupo de entusiastas y en apenas dos invierno sembramos un millón de bellotas de encina. Es verdad que topillos y otros animales se empeñaron en malograr una amplio porcentaje de nuestras plantaciones, pero seguramente hay ahora muchos miles de árboles reverdeciendo los adustos páramos castellanos. Libros he escrito más de una docena. Y mis dos hijos son mi más orgullosa contribución a la mejora del planeta. Pero también debía de hacer algo para reducir el impacto ambiental de este blog. Y lo acabo de hacer. Me he unido a la campaña: “Mi blog ha dado el grito Ecooo

Gracias a ella se plantará un árbol en mi nombre y en el de mi blog. Ya lo sé, es la campaña comercial de un portal de publicidad electrónica, pero hasta eso me parece bien. Prefiero que los cientos de folletos que todos los años recibo en el correo postal dejen de sacrificar innecesariamente árboles.

¿Y tú qué? ¿Quieres dar también un grito eco?

El proyecto Ecooo es una iniciativa de Tiendeo y Arboliza.

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Ni vegetariano ni carnívoro ¿Sabes lo que significa ser locávoro?

Me confieso. Soy locávoro. Ni vegetariano ni carnívoro: omnívoro concienciado, consumidor de productos locales. No en su totalidad, pues vivo en una isla, pero sí al menos en lo que está a mi alcance en el pequeño pueblo de Fuerteventura donde habito.

La señora Isabel me trae todos los días leche recién ordeñada de sus dos vacas, unos animales formidables a los que trata y cuida como a queridas mascotas. Cuando la recojo está aún tibia. Y después de hervirla queda flotando una nata maravillosa, fantástica para hacer postres. Los huevos son de gallinas felices, esas que aún corretean por la calle y escarban en las cunetas. Y el pescado lo compro en la cofradía, recién capturado con viejas técnicas artesanales. Por no hablar del queso de cabra que hace Felipa, uno de los mejores del mundo.

Alarmados por nuestro desmedido impacto ambiental, cada vez somos más los que nos preocupamos por elegir productos de cercanía y de temporada, a ser posible ecológicos y mejor aún de razas y variedades autóctonas, las nuestras. Menos transporte significa menos consumo de combustibles fósiles, menos contaminación, pero también menos intermediarios. Un comercio más justo donde el productor recibe el dinero que vale lo que nos vende, con el reconocimiento del consumidor a su trabajo como inmejorable pago añadido.

Desgraciadamente, lo normal es lo contrario. En el mercado los productos vienen del otro extremo del planeta. Según un estudio de Amigos de la Tierra, los alimentos importados por España recorren más de 5.000 kilómetros hasta llegar a nuestra mesa. Ello supone la emisión anual de 4,7 millones de toneladas de CO2, un 67 % más que en 1995. Los productos más viajeros son cereales y piensos, pescados y mariscos, café, cacao y especias, frutas y legumbres. Vamos, casi todos.

Muy viajados, es verdad, pero yo prefiero la comida sin marear.

Foto: Efeagro

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