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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Contaminación atmosférica: compromisos incumplidos y mentiras piadosas

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Tal como se temía, la temperatura media del planeta es ahora mismo 1,02 grados superior a la de hace siglo y medio. Las concentraciones de CO2 en la atmósfera han aumentado desde entonces un 143%  provocando el temido calentamiento global y la acidificación del océano.

Vivimos mejor que nunca pero estamos hipotecando el futuro de los no nacidos por mucho que los calores de este mes de noviembre nos parezcan fabulosos. Porque junto con ellos también llegarán sequías y otras calamidades naturales, hambre, refugiados, extinciones. Visto así, este calentamiento da escalofríos. Y no es una exageración, es ciencia.

Hasta los recelosos Aznar, Rajoy y su misterioso primo han acabado convencidos muy a su pesar del peligro, aunque no lo suficiente como para modificar la actual política energética de loca carrera hacia el precipicio.

Tras firmar el tratado de Kioto, España se comprometió a reducir sus emisiones en un 15 %, como lo han conseguido Alemania o Dinamarca. Pero en realidad las hemos aumentado y mucho. Nada menos que un 23,68 %. Además se han disparado las emisiones al aire de sustancias contaminantes debido a la quema de carbón y petróleo frente a una progresiva reducción en la producción de energías renovables. La boina está de nuevo de moda en Madrid, pero ya no es de paño sino de mierda tóxica. Miles de madrileños (más de 25.000) morirán este año por su culpa.

El 30 de noviembre se celebra en París una gran cumbre por el clima (COP 21). Un último y desesperado intento por salvarnos del desastre.

Volveremos a escuchar las mismas buenas palabras de siempre, los mismos vacíos compromisos de nuestros representantes de siempre quienes, satisfechos, regresarán en aviones, cogerán el coche y llegarán a sus bien iluminadas casas donde pondrán a tope el aire acondicionado o la calefacción. Quizá ambos.

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3 comentarios

  1. Dice ser Sparks

    Igual hay que verlo en dos órdenes de magnitud diferentes.

    A nivel global el transporte NO es lo más perjudicial.
    Lo es el consumo de agua y la contaminación derivada de la producción masiva de carne.
    Sí sí :
    http://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/20/valencia/1279645414.html
    Hay un informe de la ONU sobre ello.

    Pero a nivel local, en las ciudades ésto no es tan grave como » la boina» que afecta a la salud de los residentes urbanos.
    Aquí el vehículo eléctrico , o híbrido enchufable o pila de hidrógeno , o gas natural (que no emite casi nox ni partículas) o lo que os dé la gana que saque la polución de la ciudad es crucial.
    Ya no se trata de quitar la contaminación; que hará falta para cargar baterías, se trata de quitarla del nucleo urbano.

    Por cierto, el transporte público es muy guay, pero no al precio que está.

    13 noviembre 2015 | 08:50

  2. Dice ser Sociólogo Astral

    No se apoya lo suficiente al coche eléctrico ni al coche de aire comprimido. estos coches tienen que costar lo mismo que los de combustión o menos y poderse recargar gratis en cualquier parte. de estas maneras se le da la patada a los combustibles paletos de la boina contaminante.
    SI, ECHEMOS ABAJO EN COMBUSTIBLE PALETO Y PUEBLERINO DE LA BOINA SUCIA.

    13 noviembre 2015 | 09:56

  3. Dice ser Sociólogo Astral

    ¿Que fue del coche de aire compromido del que yo llevo años oyendo hablar y que empresarios españoles tenian los derechos de distribución en España?
    ¿Que fue de los motores de agua y de hidrógeno?
    ¿Que fue del ORBO de STEORN que producia energia con imanes girando sin aporte de energia?
    Todo enterrado por los paletos ladrones de la boina sucia.
    Todos chupando boina sucia de paleto rico y las otras energias olvidadas.

    13 noviembre 2015 | 10:00

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