Ganó mi favorita. El alto grado de amenaza, su singularidad y la necesidad de acciones decididas de conservación han sido los factores decisivos para la adjudicación del título ‘Mariposa del Año 2019‘ a la mariposa capuchina (Pieris cheiranthi), una especie endémica de Canarias que solo sobrevive en las islas de Tenerife y La Palma.
Esta pequeña mariposa, muy semejante en su forma a la abundante mariposa blanca de la col (Pieris brassicae), se ha impuesto con casi el 30 % de los votos a las otras tres candidatas -la ‘hormiguera oscura’, el ‘pequeño pavón’ y la ‘morena española’- en esta cuarta edición de la iniciativa impulsada por la Asociación Española para la Protección de las Mariposas y su Medio (Zerynthia) para promover el estudio, la divulgación y la conservación de estos insectos.
En peligro de extinción
Según sus responsables, la votación estuvo muy reñida. Madrid, Canarias, Castilla y León y País Vasco han sido las regiones donde mayor participación se ha producido.
La capuchina es propia de zonas húmedas próximas a las formaciones de laurisilva canaria, pero ya solo subsiste en Tenerife y La Palma, tras extinguirse en La Gomera y Gran Canaria. Su pariente Pieris wollastoni, endémica de Madeira, despareció en 1986, convirtiéndose en la única mariposa europea extinta en época histórica, lo que “nos sirve de advertencia para tratar de evitar casos similares”, señala Zerynthia en un comunicado.
La disminución sufrida por la capuchina en las últimas décadas ha implicado que sea el único lepidóptero protegido en la comunidad autónoma de Canarias.
Sus mayores amenazas son la destrucción del hábitat, que ha desaparecido en amplias zonas de Canarias en los últimos siglos, y la amenaza de depredadores alóctonos como la avispa Cotesia glomerata, que suponen una presión muy difícil de sobrellevar para sus poblaciones.
Durante este año, la asociación Zerynthia dedicará sus esfuerzos a “dar valor a esta especie tan amenazada” y trabajar en mejorar su conservación legal y práctica, además de recoger nueva información acerca de su distribución, fenología (las consecuencias del clima sobre los fenómenos biológicos) y ecología, para lo que sus responsables consideran fundamental la colaboración ciudadana.
El año pasado el título recayó en la mariposa ajedrezada haltera (Pyrgus cinarae), una de las especies más valiosas y raras de su familia en España, ya que solo se conocen dos poblaciones, una en el Sistema Ibérico oriental y otra en el sur de la provincia de Ávila.
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