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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Maten, contaminen y construyan en nuestros parques nacionales

Cervus_elaphus

© Wikimedia Commons

¿Para qué sirven los Parques Nacionales? Según afirma el Ministerio de Medio Ambiente en su página oficial:

La finalidad de los parques nacionales es asegurar su conservación, y posibilitar su uso público y la mejora del conocimiento científico de sus valores naturales y culturales, así como fomentar una conciencia social conservacionista, el intercambio de conocimientos y experiencias en materia de desarrollo sostenible, la formación y cualificación de los profesionales que trabajan en ella y su incorporación y participación en redes y programas internacionales.

¡Qué bien suena la letra! ¡Pero cómo chirría la música!, la realidad de una política de aniquilación sistemática de nuestras joyas de la Corona ambiental. Transferidos a las Comunidades Autónomas, reducidos sus presupuestos al mínimo, reforzado tan sólo su interés turístico pero no la defensa del bien común y la protección de la naturaleza, finalmente acaban de entregarse a los grandes propietarios para que sigan utilizando sus fincas como cortijos de señoritos donde todo está permitido.

Para vergüenza de muchos y hazmerreír de todos, estos lugares únicos han quedado finalmente desprotegidos ante la caza después de que el grupo popular en el Senado votara en solitario una enmienda que mantiene esa y otras actividades injustificables en contra de la opinión de la sociedad civil, la comunidad científica e incluso 11 de los 15 directores de los parques nacionales. Unos espacios únicos con un siglo de historia conservacionista, visitados cada año por 10 millones de personas y que apenas ocupan un 0,7% del territorio español.

El PP modifica así, al dictado de la casta, una ley que databa de 2007 y que entonces contó con el apoyo de todos los grupos políticos.

Pero si entramos en el detalle aún hay más desvergüenza. Como en el caso del Parque Nacional de Cabañeros, donde además de favorecer ahora las grandes cacerías se ha autorizado una serie de tropelías que ayer mismo denunciaron ante la Fiscalía de Medio Ambiente las ONG Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF.

Las obras denunciadas son dos. Por un lado, la remodelación de una lujosa mansión y la construcción de una pista de acceso de 1,5 kilómetros en pleno corazón del Parque Nacional. Esta finca es propiedad de la familia del naviero Alejandro Aznar, marido de la polémica presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol. Ésa a la que no le gusta contratar mujeres en edad de procrear.

Por otro lado, la construcción en otra finca, Valleleor, de un vallado cinegético de más de 4,5 kilómetros y 2 metros de altura, de los cuales 1,1 kilómetros transcurren dentro del espacio protegido. En este caso el coto de caza es propiedad de la empresa Percacer, cuyo administrador solidario es el empresario Alberto Cortina. ¿Te suena el nombre? Se hizo tristemente famoso junto con su primo Alberto Alcocer como Los Albertos. Ambos fueron condenados tres años de prisión por estafa y falsedad en el escándalo de las Torres KIO de Madrid en 1988, pero que finalmente no la cumplieron por considerarse prescritos los hechos.

Y en Canarias, en una espacio marítimo único, en contra de los técnicos, los canarios y el sentido común, el gobierno envía a la Armada para defender los intereses económicos de una multinacional sin importar el peligro ambiental y económico, atacando a ecologistas y a todo aquel que les haga perder negocio como si los militares fueran matones a sueldo, sólo que esos sueldos y esa fragata la pagamos entre todos y el beneficio no pasará de la puerta giratoria.

Definitivamente, este país ha perdido el norte y la cordura.

El vídeo viral de SEO/BirdLIFE sobre Red Natura 2000 cada día es más realista.

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Los monumentos envidian a los toros

La declaración de las corridas de toros como Bien de Interés Cultural en las comunidades autónomas de Madrid, Valencia y Murcia es una clara politización más de la cultura de claros tintes antidemocráticos. El españolismo más rancio frente al ejemplar debate catalán. Resulta evidente la inmoralidad de relacionar en pleno siglo XXI el sufrimiento público de un animal con la historia y la cultura de un pueblo.

Pero aún más vergonzosa resulta la celeridad de estas administraciones regionales para aprobar tan polémica protección de un día para otro, mientras auténticos bienes de interés cultural se arruinan en la incuria o sus expedientes duermen olvidados desde hace décadas en el fondo de algún cajón. Y muchos de los que están protegidos se caen a pedazos.

¿Cuándo será BIC el parque natural Desert de les Palmes (Benicàssim, Castellón) poniendo fin a su deterioro e incluso a las maniobras militares que se siguen celebrando en él?

¿Cuándo protegerán las últimas alquerías y barracas de la huerta de Valencia aún en pie, los últimos azudes valencianos y murcianos?

O si los protegen, como el barrio del Cabanyal, luego los quieren derribar por espurios motivos urbanísticos.

Y si miramos a Castilla y León, también gobernada por el PP como las anteriores y con supuesta semejante sensibilidad por la cultura, los expedientes BIC olvidados son tan numerosos como ruinoso está su patrimonio.

Sólo en Soria 41 monumentos y zonas arqueológicas esperan desde hace décadas su declaración, entre ellos algunos tan emblemáticos como la machadiana ermita de San Saturio. 10 más languidecen en Valladolid y 23 yacimientos arqueológicos de la región siguen desprotegidos.

Por no hablar de mi provincia, Burgos, donde monasterios tan bellos como el histórico de Rioseco (en la foto) se arruinan devorados por la maleza y el olvido.

Pero no. La auténtica cultura es la de los toros, que recibe 564 millones de euros al año en subvenciones públicas para que pueda seguir con sus torturas artísticas, y para la que los políticos se sacan de la manga leyes protectoras en apenas unas horas sin el más mínimo rubor.

Si pudiera hablar, todo este patrimonio querría ser toro, aunque le tiraran piedras en público.

En serio. ¿No te parece una indecencia? Seguro que conoces un montón de monumentos abandonados. ¿Cuántos verdaderos BIC protegerías en España antes que los toros?

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