‘El bebé jefazo’, una desconcertante exaltación de la imaginación infantil

José Coronado, voz española del bebé jefazo (Alec Baldwin en la versión original) durante la presentación en Madrid de la película (GTRES).

Este jueves por la tarde fui con Julia a ver El bebé jefazo, el último estreno infantil de Dreamworks que llegará a los cines españoles el 12 de abril.

Yo me levanté de la butaca desconcertada, lo confieso. Es una cinta atípica, una verdadera locura con bondades y aciertos y también con mucha sal gruesa y elementos que chirrían muchísimo y solo parecen rodar mejor engrasados justo al final. Y el aprendizaje de que tus padres tienen suficiente amor para todos sus hijos y que tener un hermano pudo ser muy divertido, puede suponer lograr el mejor compañero de juegos. El problema es que por cómo está contado, por cómo son los padres (Jimmy Kimmel y Lisa Kudrow en la versión original) y por cómo durante el mayor porcentaje de la cinta vemos al niño mayor ser ignorado y sufrir, dudo que cale el mensaje.

Julia salió diciendo que le gustó y así fue. Tampoco es que vaya a ser un título que le cambie la vida, aunque lo cierto es que pocos lo son. La cuestión es que para ella transcurrió rápida y se le escaparon varias carcajadas. También unas cuantas miradas de incomprensión al principio, hasta que le susurré que no buscara la lógica en la historia y las acciones, que no la había y lo aceptó sin más.

Probablemente la única manera de disfrutar de la película es actuar así, relajarse, asumir que nada tiene sentido, que todo lo que estamos viendo ha nacido de la imaginación desaforada de un niño de siete años con el síndrome del príncipe destronado, disfrutar de los gags que más nos encajen a cada cual, con las referencias que encontremos (¿dónde se consigue el despertador Gandalf?) y con su original estilo visual, que brilla de manera especial cuando el protagonista juega soñando despierto, sin duda el punto fuerte de la película.

La cinta de Tom McGrath no es apta para aquellos que busquen guiones bien cerrados, historias con desarrollos clásicos o ciertas normas en la realidad que se nos presenta en un mundo creado por animación.

También creo que deberían abstenerse los niños más pequeños (a partir de siete años calculo que puede gustar). Y sobre todo me pensaría muy mucho lo de ir al cine si hay una situación en casa de hermanos mal avenidos, pelusas flotantes por la casa, hermanitos pequeños en camino o recién llegados en proceso de gestión.

A partir del trailer la cosa va a estar llena de spoilers, aviso. Pero antes de arruinar la trama a los que sigan leyendo, también advierto que es una de esas películas que conviene esperar a ver qué pasa tras los títulos de crédito.


Una fábrica de bebés en la que los que no tienen cosquillas no van a una familia sino que son convertidos en pequeños ejecutivos que no crecen nunca exteriormente por una leche cuya fórmula mágica los mantiene siempre así.

Por otro lado, otra fábrica que produce cachorros como el que imprime folios, buscando siempre nuevos ‘productos’ más atractivos para los consumidores. Yo intenté ver primero si era como para cabrearse por tratar así a los perros en una película para niños y luego si era una crítica soterrada a lo que hacemos con las razas de moda, tratando a los perros como complementos de moda, pero acabé rindiéndome y dejándolo estar como una locura más entre muchas otras.

El amor de los adultos, dividido en gráficos cambiantes entre mascotas y bebés, es el gran mercado por el que pugnan esas compañías rivales. Y lo que pretende hacer el bebé jefazo es espionaje industrial, infiltrándose en la casa de dos empleados de la empresa de mascotas.

Todo ese absurdo se desarrolla entre imitadores de Elvis Presley, bebés con poderes ninja, cachorros que jamás crecen, un archienemigo alérgico a la lactosa, pedos con talco, desmemorizadores con forma de varita mágica y el lanzamiento de un cohete.

¡Telita, eh! No sé cómo será el libro en el que se inspira, ganas me dan de ver cómo engarza todo y cómo funciona sobre el papel.

Psicodélica, una gran broma de principio a fin. Insisto en que relajarse y tomárselo todo a risa sin buscar el sentido a nada es la única manera de disfrutar de su originalidad, de su creatividad visual, de las coloridas fantasías y recuerdos reconstruidos de su protagonista. Pero aún obrando así hay lastres.

¿Lo peor? Unos padres que pasan de ser perfectos en el arranque a convertirse en crueles, irresponsables y estúpidos, negándole toda atención a su pobre hijo mayor, haciéndole sufrir enormemente (la película se regodea en exceso en eso) y que acaban capaces de amar sin medida a ambos pero incapaces de dejar atrás la estulticia.

Y eso pese a que precisamente (insisto) el mensaje que tendría que extraerse de la película es que hay amor de sobra para todos los hermanos y que un hermanito puede ser un gran amigo. Pero es que hay que esperar hasta justo el final para entenderlo así. El 95% del film deja la lectura de que los padres son unos capullos que olvidan en segundos a su adorado hijo y pasan olímpicamente de la tristeza que eso pueda provocarle. Y no sólo por un hermanito, también si ponen los ojos encima de un cachorrito mono. Demasiado desequilibrio para nivelarlo justo al final con el recurso de que todo había sido un sueño la interpretación desbordante de imaginación de unos recuerdos de niñez. Algo que, extrañamente, encaja bien.

6 comentarios

  1. Dice ser marian

    Lo bueno que tiene el cine infantil es que el análisis de un niño difiere totalmente del que pudiera hacer un adulto.
    De ahí que los niños rían donde el adulto ve drama, que no se percaten de matices machistas, racistas, injustos etc… porque los niños simplemente no se complican la vida ni dan cien mil vueltas a las cosas.
    Sería divertido que tu hija contara la película en este mismo blog, seguro que pensaríamos que habéis visto películas diferentes.

    07 abril 2017 | 10:58

  2. Dice ser pe

    Muy interesante, me ha hecho pensar en este blog (lo siento, pero no sabia otra forma de ponerme en contacto…)

    http://autism.sesamestreet.org/espanol

    07 abril 2017 | 13:48

  3. Dice ser Urban & Mom

    Nosotras tenemos muchas ganas de ir a verla, o mejor dicho, teníamos. Esperemos que esta no sea un fiasco como el que nos llevamos con Los Pitufos, después de dos pelis geniales la tercera deja bastante que desear.

    07 abril 2017 | 17:26

  4. Dice ser Fran

    Lo increíble es que tengas dinero para poder gastarlo en el cine. Yo hace 10 años que ya no puedo permitirme coger 2 viajes en el metro (4 euros) y pagar una entrada (12 euros) para un rato de asueto.

    09 abril 2017 | 11:32

  5. Dice ser paruru kan

    Mala, mal hecha y sin sentido.

    Cuando la vi, unos niños salieron del cine diciendo que no les había gustado nada. Qué sorpresa…

    Lo increíble es que haya gente que tenga dinero para gastárselo en descargas de Internet todos los meses cuando le sale más barato ir al cine 2 veces al año a ver lo que realmente le interesa. Descubrirán que lo que se ve en Blu-ray/DVD`s; etc. no se parece en nada a lo que se ve en el cine. De nada.

    Es alucinante que se le dé más bombo a un petardo descomunal como este bebé jefazo que a una obra maestra como «Your Name» (Intercambio de sueños), película que demostró la escasa inteligencia de los académicos de los Oscars al no nominarla siquiera. Sin duda alguna, mucho mejor película que Zootropolis y que Moonlight. De nada. Podéis reíros con la crítica que ha puesto cierta colaboradora de una revista experta en vídeo-juegos y CONSOLAS sobre Your Name. Hija mía, no tienes ni idea de lo que es el cine.

    Your name (Intercambio de sueños): 10/10
    Bebé jefazo: 2/10

    19 mayo 2017 | 17:32

  6. Dice ser Ropabebe

    Nosotros fuimos a verla en el cine, yo estaba embarazada de mi tercer hijo, no se si fué la peli o que que es un bicho. A nosotros nos gusto mucho.

    12 enero 2021 | 14:40

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