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Lo de seguir a los ‘influencers’ no es nuevo: también lo hacen los chimpancés

Los chimpancés se acicalan apretando sus manos por encima de la cabeza. / Foto: Edwin van Leeuwen y Mark Bodamer, Chimfunshi (Zambia).

Con eso de usar palabras inglesas parece que descubrimos el mundo, pero ya sea en un idioma u otro, lo cierto es que nada hay nuevo bajo el sol. Por ejemplo la moda de los ‘influencers‘, lo que toda la vida hemos llamado en español ‘influyentes‘. Siempre los hubo y siempre los habrá, pues somos una especie social que se fija en los individuos más destacados para lograr mejores resultados o menos malos, según sea el tipo de influencia recibida. Ni es algo novedoso ni siquiera exclusivo de los seres humanos.

Después de 10 años de estudios, investigadores de Países Bajos y Reino Unido han descubierto que los chimpancés también tienen sus influyentes. Y que copian el especial estilo de algunos de ellos a la hora de apretarse las manos mientras se asean mutuamente.

Como señalan en su estudio, los individuos más dominantes y de más edad pueden influir en las costumbres sociales del resto del grupo. Y no solamente a la hora de utilizar elementos materiales como el uso de herramientas, sino también elementos tan inmateriales y aparentemente inútiles como un gesto.

Chimpancé riéndose.

La importancia de un buen apretón de manos

Pero empecemos por el principio. ¿Qué es eso de que los chimpancés se dan apretones de manos antes de acicalarse? Pues es algo muy habitual entre ellos. El acicalamiento social es muy común entre los primates. Les ayuda a quitarse piojos y pulgas en lugares difíciles de sus pelambreras, pero sobre todo es un comportamiento que estrecha vínculos sociales. Nosotros también lo hacíamos, y de hecho en algunas culturas todavía es una práctica habitual.

Curiosamente, los chimpancés del parque nacional de los Montes Mahale, en Tanzania, tienen una extraña manera de comenzar este acicalamiento. Antes de nada y como saludo, levantan un brazo y se agarran las manos, en plan Give me five!, mientras con la otra se afanan en buscar parásitos por entre la peluda axila del colega.

Pero no todos lo hacen igual

Lo más interesante es que los chimpancés de otras regiones no tienen esta curiosa costumbre, no necesitan un high-five chocando las palmas en lo alto para comerse los pijos y liendres del compañero.

Es lo que se conoce por «cultura», pues además de ser un aprendizaje social que aprenden unos de otros, estas tradiciones culturales locales tienen variaciones. Por ejemplo, algunos chimpancés, en lugar de agarrarse las manos en alto juntan las muñecas o el antebrazo. Y lo que es aún más interesante, en algunas comunidades se hace más popular un estilo que otro, pero no exclusivo.

La nueva investigación ha revelado que este gesto puede transmitirse a través de sesgos de aprendizaje social, algo que se pensaba exclusivo de la especie humana.

Tras identificar las diferencias de estilo, los investigadores observaron que los individuos de más edad y más dominantes ejercen más influencia sobre los estilos del grupo.

Las madres tienen la misma probabilidad de influir en las preferencias de sus hijos que los no parientes, lo que indica que los estilos se transmiten tanto vertical como oblicuamente.

Por último, los individuos convergieron gradualmente en la preferencia media de su grupo, lo que sugiere que la conformidad guía las preferencias de los chimpancés en la expresión de esta costumbre social.

Visto así, a los chimpancés ya solo les falta que sigan a sus influencers por Instagram y TikTok para ser una copia tan imperfecta como nosotros mismos.

Artículo citado: Edwin J. C. van Leeuwen, William Hoppitt. «Biased cultural transmission of a social custom in chimpanzees». Science (2023)

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