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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Podar en estas fechas mata árboles… y muchos pollos de los pajaritos

Poda salvaje de los árboles de una calle.

Hace años di un curso a un grupo de jardineros de mi ciudad. Cuando les pregunté cuál era el mejor momento para podar los árboles, uno de ellos levantó la mano y soltó entre risotadas: «Cuando te lo manda el jefe«.

Es una anécdota que explica gráficamente el desastre que todos los años se puede ver en nuestras ciudades, árboles y arbustos podados a lo bestia en plena primavera, sin tener en cuenta que esas actuaciones tan radicales pueden acabar matando a las plantas, pero sin duda acaba con los nidos de cientos de pobres pajaritos que justo en estos momentos están en plena época de repoducción.

Árboles podados en una calle de Jaén

Disparate botánico y ornitológico

Muchas veces estas podas tardías son tremendamente agresivas y responden a criterios técnicos. Como critica afirma Beatriz Sánchez, responsable del programa de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife, «no se adaptan a las especies ni a los ciclos naturales del arbolado, sino a las necesidades de las empresas (se poda cuando se puede) o simplemente a rutinas e inercias marcadas o a condicionantes en los contratos que han quedado obsoletos”.

Por ejemplo, los terciados y desmochados debilitan a los árboles y los hacen más vulnerables a enfermedades y, al igual que sucede con las podas estéticas, limitan los importantes servicios ecosistémicos que ofrecen los árboles en forma de sombra, depuración del aire o como hábitat para especies silvestres. “Muchas de las podas que se hacen en primavera, en plena época de reproducción de las aves, provocan el fracaso reproductivo e incluso la destrucción de huevos o la muerte de crías», recuerda Sánchez.

Según advierte SEO/BirdLife, estas acciones estarían incumpliendo la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que prohíbe “dar muerte, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres…” y “cualquier actuación hecha con el propósito de darles muerte, capturarlos, perseguirlos o molestarlos, así como la destrucción o deterioro de sus nidos, vivares y lugares de reproducción, invernada o reposo”.

Adulto de petirrojo, una de las víctimas de las podas tardías. Foto: SEO/BirdLife

Mal uso de herbicidas

El uso regular de herbicidas y plaguicidas en la gestión de espacios urbanos, como parques y jardines, alcorques, caminos o cunetas, tiene efectos negativos sobre la biodiversidad urbana, el medio ambiente y puede representar un riesgo para la salud de las personas. El uso de estos productos elimina una gran cantidad de plantas, insectos y pequeños invertebrados, que a su vez son el alimento de depredadores naturales como golondrinas, aviones y vencejos. Muchos países europeos ya han establecido importantes restricciones para su utilización y un creciente número de municipios se declaran libres de pesticidas.

En este caso, SEO/BirdLife considera que se deberían estudiar alternativas al uso generalizado de agroquímicos y productos fitosanitarios, moderando progresivamente su uso y buscando alternativas, como la implantación de sistemas de gestión integrada de plagas, el uso de vegetación autóctona, la diversificación de la estructura y estratos vegetales, la plantación de praderas floridas, los suelos no compactados o potenciando la fauna insectívora.

Uso de glifosato en un parque público.

Implicación de los gestores locales y de la ciudadanía

SEO/BirdLife ha solicitado a las administraciones locales y a los responsables de las empresas de gestión y mantenimiento de la infraestructura verde urbana «que integren la biodiversidad en la gestión del verde urbano» y tomen medidas para evitar daños a las especies silvestres, especialmente en las labores de poda y siega y en el uso de agroquímicos. “Para ello, son necesarios cambios en el diseño y en las rutinas de mantenimiento y gestión de las zonas verdes urbanas, que deben y pueden ser compatibles con las necesidades de uso público y el mantenimiento de sus valores históricos, culturales, arquitectónicos y ornamentales”, añade la responsable de biodiversidad urbana de SEO/BirdLife.

La ONG también apunta que es necesario informar y sensibilizar a la población sobre la importante función de la infraestructura verde urbana y de las especies silvestres que habitan en las ciudades y la justificación de medidas que impliquen cambios importantes en las prácticas de manejo tradicionales que puedan llamar la atención de la ciudadanía.

Así, anima a los ciudadanos y ciudadanas a denunciar estas situaciones, enviando sugerencias y quejas a sus ayuntamientos. Además, en los casos en los que se produzcan molestias o daños a especies protegidas, pueden denunciarlo a través de los agentes forestales (112), el Seprona (062) o utilizar el portal de denuncia ambiental de SEO/BirdLife.

Más información

Informe SEO/BirdLife: Manual 100 medidas para la conservación de la biodiversidad en entornos urbanos

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1 comentario

  1. Dice ser Rafatovic

    Por no hablar de que la época en que más sombra se necesita es en primavera-verano.

    19 mayo 2022 | 11:42

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