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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Limpia la casa, pero no se te ocurra quitar nidos: es cruel e ilegal

En estos días de largo confinamiento por culpa del maldito coronavirus, a todos nos ha dado por arreglar y reorganizar la casa. Pintar esas habitaciones que llevaban años pidiendo una manita de pintura, ordenar el armario siguiendo las estrictas recomendaciones de Marie Kondo que descubren lo cerca que estábamos del síndrome de Diógenes, acondicionar la ahora atestada despensa, la durante demasiado tiempo poco consultada biblioteca.

También hemos vuelto con pasión a la jardinería, ya sea instalando macetas en balcones y ventanas que nos alegren esa mirada aburrida hacia las calles desiertas, o entrando a saco en unos jardines, quien los tenga, que a pesar de su diminuto tamaño llevaban demasiado tiempo convertidos en, según versiones, selvas amazónicas o desiertos africanos.

Y puestos a enredar, a dejarlo todo impoluto, a algunos les ha dado por quitar nidos de las fachadas. ¡Alto ahí! Los nidos no se tocan.

Es una acción terriblemente cruel, además de ilegal. Coincide además con un momento en el que se hace patente la necesidad de tener unas ciudades con naturaleza, esa vida silvestre que tanto echamos ahora de menos.

Es muy sencillo distinguir vencejos, aviones y golondrinas

Especies afectadas

Las especies más perjudicadas por esta amenaza humana son en su mayoría aves migratorias, protegidas por la legislación, que como recuerda SEO/BirdLife, están experimentando un progresivo descenso de sus poblaciones en los últimos años.

Tal es el caso de la golondrina común, el avión común, los vencejos común y pálido, el cernícalo primilla, la cigüeña blanca e incluso el gorrión común. Casi todas regresan a sus mismos lugares de cría cada primavera, tras pasar el invierno en latitudes más cálidas.

Todas estas aves muestran una gran fidelidad a sus lugares de cría y la construcción de los nidos supone un gran esfuerzo para ellas, por lo que la reutilización de los mismos nidos año tras año supone un gran ahorro energético que favorece la productividad.

En el caso concreto de las golondrinas, aviones vencejos y primillas, la destrucción o desaparición de sus lugares de cría es reconocido como uno de sus factores de amenaza.

“Dañar o destruir los nidos, aun estando vacíos, así como dañar, molestar o inquietar intencionadamente a las aves para impedir su reproducción es ilegal, puede suponer la imposición de sanciones o incluso llegar a constituir un delito contra la fauna castigado con hasta dos años de prisión y con multas de entre 3.001 y 200.000 euros”, asegura Beatriz Sánchez, responsable del programa de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife.

SOS Nidos comienza hoy

SEO/BirdLife presenta la campaña SOS Nidos para aportar soluciones efectivas a una de las principales amenazas que sufren algunas aves que habitan en entornos urbanos. Además de la campaña de sensibilización, se desarrollará una aplicación de censos urbanos que permitirá identificar los lugares de nidificación de las aves en las ciudades, de forma que se puedan tener en cuenta en la planificación de las obras y la concesión de licencias. Asimismo, se está desarrollando un informe jurídico sobre el tema que se divulgará entre todos los sectores interesados.

“En SEO/BirdLife estamos convencidos de que si la ciudadanía conociera mejor a las aves con las que convivimos, y los beneficios que nos aportan, no se les causaría ningún daño y este problema se reduciría considerablemente”, apunta Sánchez.

Bandejas de golondrina para recoger sus excrementos

Soluciones para la convivencia

Existen medidas alternativas satisfactorias a la retirada de nidos para la mayoría de las molestias o problemas que provoca la presencia de nidos en edificios y estructuras, recuerda SEO/BirdLife. La suciedad producida por las golondrinas se puede paliar con la colocación de una simple balda o bandeja de protección bajo los nidos e incluso, si se considera necesario, con una limpieza periódica de la zona en la que se sitúa.

Para las colonias de aviones, que suelen hacer numerosos nidos en una misma fachada, existen empresas que comercializan sistemas de recogida de excrementos que, al ser una solución definitiva, son más económicos que la retirada de los nidos, puesto que es bastante probable que las aves vuelvan a reconstruir los nidos en años posteriores. En algunos casos, también es suficiente con realizar una limpieza periódica de la fachada o el suelo.

En el caso de los nidos de cigüeña, solo es preciso retirar los nidos en casos puntuales, ya que la mayor parte de estas incidencias son fácilmente resueltas mediante sencillas tareas de mantenimiento como las que se llevan a cabo en algunos municipios sensibilizados con la conservación de la especie. Una de las soluciones más recurrentes consiste en rebajar el peso del nido fuera del periodo de cría y retirar parte de los materiales. También existen estructuras en forma de cesta que permiten a las aves construir sus nidos evitando daños en la cubierta. Debido al tamaño y peso de los nidos, siempre hay que contar con el asesoramiento o apoyo de especialistas.

Con respecto a las obras de rehabilitación y reforma, bastaría con mejorar el conocimiento de las aves que usan los edificios para criar y establecer protocolos para compatibilizar su conservación con las obras.

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