La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Vuelven las oscuras golondrinas, cada vez más pronto

 

golondrina común foto eduard reverte

El sevillano Gustavo Adolfo Bécquer era un grandísimo poeta, pero de aves no tenía ni idea. Uno de sus versos más famosos asegura: “Volverán las oscuras golondrinas de tu balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a tus cristales, jugando, llamarán”. Pero no. No eran golondrinas (Hirundo rustica) sino aviones comunes (Delichon urbicum).

Diferencias de plumaje y tipo de nidos entre la golondrina y el avión común

Son sólo esos negritos con el culo blanco los que hacen sus nidos de barro debajo de los aleros de las casas y, también, de los balcones. Los de las románticas golondrinas no son esféricos, escasamente un cuenco que pegan con maestría en los interiores de casas abandonadas, garajes o cuadras. Con una garganta roja que, aseguraban las abuelas, es prueba de haber quitado las espinas a Jesucristo en la cruz, manchándose con su sangre.

Por eso eran sagradas. Antes. Ahora recogemos firmas para eliminarlas de los edificios (a ellas o a sus primos los aviones, pues seguimos sin distinguirlos), acusadas de manchar con sus excrementos nuestros coches o la ropa tendida. Mierda proveniente de comerse cada una de ellas unos 60 insectos a la hora, moscas pesadas y rabiosos mosquitos tigre incluidos, más de 300.000 al año. Pero la limpieza ante todo.

Pesticidas, desaparición del paisaje agroganadero tradicional, cambio climático han hecho que su población española se haya reducido un 30% en la última década. 10 millones de ejemplares menos, que se dice pronto. A millón por año.

A pesar de nuestro rechazo, a pesar de nuestros venenos, ellas volverán de nuevo a nuestros balcones y pueblos. De hecho ya están volviendo de ese largo viaje iniciado en el centro de África, donde han pasado el invierno. Lo confirma el interesante proyecto de seguimiento fenológico de SEO/BirdLife avesyclima.org. Miles de ciudadanos recogiendo desinteresadamente datos de llegadas de aves migratorias, aparición de mariposas o primeras floraciones.

Gracias a este brutal esfuerzo de voluntariado curioso, de ciencia ciudadana, tenemos datos incontestables: las golondrinas regresan cada vez más pronto. En apenas medio siglo dos semanas antes. Este año atípico y cálido ko están haciendo más apresuradas de lo habitual, pues la primera se vio en San Fernando de Cádiz el 8 de enero y hace unos días ya han llegado a Huesca.

Muchas darán marcha atrás. Aunque hoy regresan los fríos a la Península les da igual. Fieles, volverán una y mil veces a alegrarnos con sus trinos y vuelos a pesar de nuestras perrerías. Pero “aquéllas que aprendieron nuestros nombres… ésas… ¡no volverán!”.

Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras:

1 comentario

  1. Dice ser Jose

    Buen articulo, pero tampoco es para decir que Becquer no tenía ni idea de Aves.

    Hasta 1854, el avión común era clasificado como una golondrina por Linneo, (Hirundo urbica) y el pobre Becquer escribió ese poema entre 1858 y 1860 sin internet las noticias no volaban tan rápido 😀

    Incluso el termino Delichon viene de Golondrina

    https://es.wikipedia.org/wiki/Delichon_urbicum

    Un saludo!

    26 febrero 2016 | 18:00

Los comentarios están cerrados.