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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Variedades centenarias de espárrago reverdecen las huertas aragonesas

Por las huertas de Barbastro (Huesca), recolectando los primeros espárragos.

Recién estrenada la nueva marca nacional de calidad ‘Espárragos de Barbastro’, y a la sombra de la ya asentada marca ‘Tomate rosa de Barbastro’, hace unos días me fui a recorrer las huertas de esta hermosa comarca por gentileza de Hecho en los Pirineos. Una gozada para quienes amamos la biodiversidad huertana española, que en el Somontano resulta espectacular.

Su secreto está en tres elementos fundamentales: la tierra, el clima y el agua del río Vero. A los que habría que añadir su pasado andalusí, esa cultura hispana que tanto y tan bien desarrolló la agricultura de regadío. Pero que no sería nada si no fuera por las variedades autóctonas que durante siglos se han adaptado maravillosamente bien a estos paisajes.

En el caso del espárrago de Barbastro es toda una proeza, por lo que supone de rescate de esparragueras antiguas, olvidadas desde hace décadas en rincones incultos de algunas huertas o cultivadas tan solo para autoconsumo testimonial. Y es que la variedad tradicional del espárrago estaba abocada a su desaparición.

Te lo resumo en este nuevo vídeo blog de mi canal de YouTube [¿ya te has suscrito?].

Viejas variedades

Para lograr la recuperación de las viejas variedades tradicionales de espárrago, la Asociación de Hortelanos del Alto Aragón invitó a sus paisanos a la recogida y entrega de semillas para que pudieran ser estudiadas en laboratorios del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria del Gobierno de Aragón, desde donde regresarán las más originales como parte de ese patrimonio genético recuperado.

Hasta el momento se han recogido siete lotes de semillas, algunas provenientes de plantas con más de 80 años, como las que me muestra Esteban Andrés Soto, gerente de la asociación.

También han empezado a plantar espárrago blanco grueso. Las semillas provienen de Navarra, pero ojo, al igual que sucede con todos los grandes espárragos que consumimos en la actualidad, proceden de genética holandesa mejorada. De momento son las únicas variedades homologadas y autorizadas por el reglamento.

Variedades en peligro

La Asociación de Hortelanos lucha por evitar la desaparición de esparragueras antiguas porque, aseguran, el producto es de calidad, dará prestigio a la comarca y puede ser un recurso económico muy importante para las familias. «Estas variedades tradicionales son una auténtica reminiscencia agronómica», asegura enfático el gerente Esteban Andrés.

Entre caballones perfectamente alineados sigo las explicaciones de Esteban, entusiasta como pocos, orgulloso de esos primeros espárragos que empiezan a asomar por encima de la tierra.

Los va cortando uno a uno con una afilada herramienta que llama gubia, parecida a la de los carpinteros pero más larga. La clava en vertical en la tierra, hace un pequeño giro de muñeca y saca limpiamente cortado cada espárrago.

Parece fácil, pero yo lo intento y destrozo uno, hasta el punto de parecer extraído a dentelladas. Mejor que lo haga quien sabe hacerlo.

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1 comentario

  1. Dice ser David

    El cambio climático se seguirá dando mientra nosotros no hagamos algo para combatirlo, las energías renovables como los paneles solares, son una muy buena opción que ya se implementa en varios lugares del mundo, el uso de éstos podría complementar el estilo de vida y producción de espárrago en varias partes del mundo.

    08 mayo 2019 | 19:34

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