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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

La biodiversidad no juega al fútbol

El oso panda ya no está en peligro de extinción según UICN (Foto © F. Revilla / Wikimedia Commons)

El oso panda ya no está en peligro de extinción según UICN (Foto © F. Revilla / Wikimedia Commons).

Los osos panda son nuestros ositos de peluche por antonomasia. Grandotes, pacíficos, vegetarianos e iconos de la defensa de la naturaleza por estar en las últimas, como esos bosques de montaña del sur de China donde viven. Pero por fin tenemos buenas noticias. Sus poblaciones empiezan a recuperarse. Ahora hay cerca de 2.000. En 30 años el censo mundial se ha doblado gracias a algo tan sencillo (y complicado a la vez) como recuperar el hábitat perdido. Más espacios protegidos con más bambú para dar de comer a más pandas. Y penas de 20 años de cárcel para quien mate a uno de ellos. Los esfuerzos e inversiones millonarias han logrado alejarlo por fin del farolillo rojo de la extinción. Pero la decisión de la UICN no ha sentado nada bien en China. Lo consideran un descenso de categoría; un menosprecio internacional.

No es algo anecdótico. Si ya no está tan amenazado, los políticos chinos pueden darse por satisfechos y reducir las inversiones destinadas a su conservación. Y el problema no son sólo los pandas. El problema lo tienen los cientos de especies animales y vegetales en grave peligro de extinción que se benefician de los proyectos de mejora ambiental desarrollados bajo su sombra protectora, esos bichos y plantas de los que no sabemos ni sus nombres o nos parecen feísimos, pero que tienen la misma importancia para la biodiversidad.

Otra cosa es que pensáramos que el panda es el animal más amenazado del planeta. Ni mucho menos. La Lista Roja de la UICN actualmente incluye a 61.007 animales, de los que 2.605 están peligro crítico, 3.936 están amenazados y 5.775 son tan vulnerables como el oso panda.

Con el panda sucede lo mismo que con el lince ibérico. Al principio todos muy preocupados por tenerlo en peligro crítico, pero luego muy enfadados porque haya pasado a estar sólo amenazado.

Algunos deben creerse que la Lista Roja es una liga de fútbol donde todos quieren estar en primera porque hay más pasta y emoción. No les falta razón. Pero nos olvidamos de las categorías inferiores, esas de las que no hablan los medios de comunicación. Despreciamos a la cantera y nos vamos detrás de estrellas galácticas, de osos panda, leones o águilas, mientras que el deporte base medioambiental, fundamental en toda sociedad civilizada, languidece y hasta se extingue porque bichos únicos como el tritón de Montseny, el desmán de los Pirineos o el samaruc no venden camisetas.

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1 comentario

  1. Dice ser Peluchetes

    Sin duda, buena noticia. Aunque no debemos dejar de trabajar en ese sentido.

    08 septiembre 2016 | 13:06

Los comentarios están cerrados.