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Unir princesas Disney y denuncias sociales: ¿La fórmula del éxito?

No pensaba escribir hoy de princesas Disney, la verdad. Iba a hacerlo sobre nuestra visita el fin de semana pasado al Safari Madrid o sobre haber dejado por vez primera a Julia una semana con sus abuelos en Asturias, pero me la reservo para más adelante viene aprovechando que mi compañero Daniel González (bloguero además de videojuegos) ha publicado un extenso reportaje que os recomiendo leer: Los artistas corrompen la pureza de las princesas Disney para reflejar la crudeza de la realidad.

Nos guste o no, Blancanieves, Aurora, Cenicienta y demás protagonistas Disney con falda hasta los pies son iconos, referencias culturales para varias generaciones. Más allá del disfrute infantil son objetó de filosofías más o menos enjundiosas, chistes, parodias, sujeto de denuncias varias e incluso revisitas artísticas.

Lógico y normal.

Lo que pasa es que últimamente me da la impresión de que hay mucho artista, en la mayoría de los casos de calidad discutible, haciendo sus propias versiones de las princesas disney para darse a conocer, para atraer para sí mismo la fama que ellas tienen. Hacer el agosto en versión reconocimiento internáutico y mediático.

Normalmente la cosa es así: buscan una buena causa, discapacidad, cáncer, violencia machista… y dibujan a las princesas en relación con esa causa a modo de denuncia.

Llevo un tiempo encontrándome esa fórmula
, y el problema como ya os comentaba es que en la mayoría de los casos me parece que artísticamente la cosa tiene el mérito justo (si es que tiene alguno) y huele a distancia a artimaña promocional.

Os dejo los que he ido encontrando recientemente, y no me he puesto a rascar en profundidad, seguro que hay más.

Son muchos ya los que han tomado este atajo. ¿No os parece que la fórmula ya está agotada?

Algunos de los mejores vídeos de homenaje y parodia de ‘Frozen’

frozenkidsQue Frozen, la última película de princesas de Disney, es todo un éxito no es ninguna novedad. Recaudación de récord, buenas críticas, Óscar a la canción Let it go, disfraces y muñecas de Elsa agotadas las primeras semanas e incontables niños y adultos que nos sabemos de memoria los diálogos.

En casa nos encanta, de hecho es una de las favoritas de Jaime, que por su autismo no es muy peliculero, en gran medida gracias a su música. Y Julia tiene clarísimo que la princesa de hielo con poderes mágicos y sin aparente interés romántico es la que más mola.

Hemos podido comprobar que tiene un tope de saturación bastante alto; resiste bastantes visionados

Una de las consecuencias de ese éxito son los vídeos de parodia u homenaje (ambas cosas a la vez incluso) en Youtube. Os dejo nuestros favoritos.

Vamos a acabar la semana, que ha tenido unos posts algo duros, con uno ligerito. ¡Buen fin de semana!


Lo que se puede hacer con dos hermanos pelirrojos, algunos conocimientos en la creación y edición de vídeo y mucho tiempo libre.


Padres que ya han pasado el punto de saturación, que saben que nunca podrán quitarse esa canción de la cabeza.


Lo mismo, pero con una madre.


Y princesas aspirantes a triunfar en Broadway que empiezan a pensar.


21 minielsas recopiladas por The Huffington Post, muy cute todo.


A esta edad ya no queda mono. Apetece darles una invitación para una fiesta de hermandad.


Versión africanizada con coro infantil (sí, muy raro) y niña intensa que no puedo evitar que me recuerde a Evanescence. Me da que esta niña podrá darle el relevo a Amy Lee cuando se jubile.

Versión soldado imperial.

Cantada en 25 idiomas.


Homenaje doble: ‘Frozen’ y ‘Orange is the new black’.

El don de la belleza sin igual no es ninguna bendición

auroraSiempre he creído que cuando las tres hadas madrinas concedieron el don de la belleza a Aurora no le hicieron ningún favor. Si la futura bella durmiente fuera mi bebé y hubieran venido con sus varitas en ristre para concederle ser guapa hasta quitar el aliento no hubiera dicho que no, pero habría pensado en que ese trío tenía muy pocas luces. Entre todas las posibilidades existentes: bondad, inteligencia, sabiduría emocional, sano escepticismo… van y le arrean la belleza extraordinaria.

De ser su madre me hubiera pasado toda su infancia y adolescencia procurando contrarrestar el dichoso don, intentando que no pasara demasiado tiempo ante el espejo, que no convirtiera en su seña de identidad más valiosa algo que no se ha obtenido por méritos propios y que acabara desapareciendo en pocos años; algo que hará que los hombres, probablemente entre ellos muchos de los menos recomendables, la deseen nada más ponerle los ojos encima sin valorar otra cosa. Intentaría que los halagos y la mirada del otro no fueran su alimento, que no puedes entregar tu vida al primer tipo apuesto que te encuentras mientras estas cogiendo fresas.

– Fíjate en lo que le pasó a tu prima del norte, la princesa Ana con Hans – le diría si yo fuera la reina madre – mejor sola que mal acompañada, como la prima Elsa. Esa sí que es lista –

Está bien ser agradable a la vista, es genial ser guapos dentro de una normalidad manejable. Pero no, no creo que una hermosura sin par sea una bendición ni algo deseable para mi hija. No sé qué pensaréis vosotros.

Tras ver Frozen y Maléfica, que ofrece una versión muy alternativa de la historia que conocemos, parece que en Disney también quieren desmontar aquello del amor verdadero nacido a los cinco minutos de encontrarte con alguien en sus últimos títulos. Y bien que me parece. Ojalá la siguiente película de princesas que preparan tenga una protagonista de apariencia más normalita. Tienen pelirrojas, rubias, indias, árabes…. ¿Para cuándo una princesa Disney algo gordita, com acné o carita de pan? Lo de la princesa interesada en otras princesas, que deslumbre a otra hermosa señorita cantando junto a un pozo o que no tenga claro si le gustan los chicos o las chicas va a tener que esperar más, soy consciente.

Volviendo a Maléfica, no quiero destripar la película (alguna vez lo he hecho y me habéis regañado con razón), simplemente quería decirnos que es perfectamente apta para niños. No da miedo, es preciosista y con detalles cuidados y la historia es sencilla para que niños pequeños puedan entenderla. Está recomendada a partir de siete años, pero yo fui con Julia que tiene cinco y estaba empeñada en verla tras ver el trailer mil veces en los canales infantiles de Disney y la disfrutó mucho. De hecho creo que debería catalogarse como película para niños. A ellos puede gustar mucho, a los adultos se les va a quedar muy simple. Y me da que no se está transmitiendo demasiado bien en la promoción.

Es muy previsible en su desarrollo diferente al del cuento de hadas de Disney, se cepilla al que fue mi príncipe favorito  de niña (el verdadero protagonista de la cinta original) y Angelina está sencillamente espectacular, sostiene ella sola una película por lo demás bastante normalita. Bueno, ella y también Sam Riley, el cuervo que se come la pantalla cada vez que aparece. A Aurora la podría haber interpretado cualquier niña rubita y guapa.

Por cierto que en Maléfica arreglan un error de guión flagrante de la versión original: ¿Por qué las hadas se la quedan casi 16 años y la crían alejada de sus padres para devolverla al castillo justo el día que el maleficio dice que se pinchará? ¿No podrían haber esperado un par de días más para asegurarse?

Fantasía grande y fantasía pequeña

Jaime en 'Fantasía grande'.

Jaime en ‘Fantasía grande’.

Este mes de abril ha cumplido 50 años la atracción favorita de Julia. Ella la llama ‘Fantasía grande’, pero su verdadero nombre es ‘It’s a small world’. La llama así porque en el Parque de Atracciones de Madrid hay una triste copia (desde aquí les sugiero que la vayan renovando ya, igual que han hecho hace muy poco adaptando la zona infantil con los personajes de  Nickelodeon) que conocía desde los dos años a la que llamaba ‘Fantasía’. La primera vez que viajamos a París y quedó deslumbrada con todos esos muñecos de vivos colores caracterizados por países que se mueven al ritmo de la canción más pegadiza que ha salido del universo Disney la bautizó como ‘Fantasía grande’ y la de Madrid quedó como ‘Fantasía pequeña’. Así es como las conocemos ahora en la familia.

Sé que mucha gente no entiende que tenga tanto éxito, que haya tantas colas para «un paseo en barca tan moñas» (palabras textuales). Lo cierto es que algo tendrá si a tantos niños les entusiasma. Julia ha llegado a subir hasta dos y tres veces por día cuando hemos estado allí y a Jaime también le gusta mucho. Esa suma de música y colores es irresistible para él. Con frecuencia le pongo en el iPad vídeos del ‘Small World’ de Orlando, que es más extenso y ligeramente diferente al parisino, y le encanta.

Vídeos como éste:

Como os comentaba, este mes de abril ‘Small World’ ha estado de cumpleaños y los cinco parques Disney que hay en el mundo lo han estado celebrando y gracias a eso me he enterado de algunas curiosidades, como que fue inaugurada en la Feria Mundial de Nueva York de 1964 e inicialmente se iba a quedar ahí, pero tuvo tanto éxito (diez millones de personas en dos años) que míster Walt la trasladó a California, el primer parque temático, que la creó el propio Walt Disney o que la música es obra de dos compositores con dos premios Oscar. Se creó junto con UNICEF con el objetivo de rendir homenaje a los niños de todo el mundo.

Y ahora una iniciativa solidaria: Desde el 20 de marzo hastra el 31 de mayo estará operativa una campaña en la web SmallWorld50.com en la que todos estamos invitados a cantar en un karaoke virtual y a subir un vídeo interpretando la canción o diseñar nuestro propio muñeco. Por cada grabación colgada y por cada muñeco diseñado, Disney donará 1 dólar a UNICEF (además de 150.000 que donara sí o sí).

Señor Miyazaki, bienvenido a nuestra casa

1016941_1486066894938080_2219085296870732419_nNo todo va a ser Disney (o Warner o la cada vez más interesante BlueSky Productions) cuando se habla de largometrajes de animación infantil. Últimamente en casa estamos descubriendo (o redescubriendo) algunas películas de los estudios Ghibli de Hayao Miyazaki, las más apropiadas para niños pequeños. No todas lo son. Para ver los títulos que más conocido han hecho a Miyazaki en nuestro país como El castillo ambulante, El viaje de Chihiro (un sutil alegato contra la prostitución infantil), Porco Rosso o, sobre todo, La princesa Mononoke tendrán que esperar. Y eso que «princesa Mononoke» es un apelativo cariñoso que mi santo dedica a Julia con frecuencia desde que era un bebé.

Ponyo en el acantilado es la favorita de Julia. «La peli del pez que quería ser niña para poder jugar», es como la resume. Y en segundo y tercer lugar del podio están Arriety y los diminutos y Nicky, aprendiz de bruja.

No son aptas para niños con poca paciencia, eso sí. Tampoco para todos los adultos. Poéticas e hipnóticas, con elementos mágicos, mensajes de respeto al otro y conservación de la naturaleza, son también siempre reposadas. Que nadie espere el ritmo endiablado de otras cintas de animación, canciones pegadizas o finales cerrados y complacientes.

Mi vecino Totoro es la siguiente que veremos. Aún no la conoce.

Si no conocéis a este maestro de la animación que está a puntito de jubilarse, es obvio que os lo recomiendo. Precisamente en pocos días se estrenará la película con la que se despide: El viento se levanta. Si lo conocéis: ¿Cuál es vuestra película de Miyazaki favorita? Yo os confieso mi debilidad por Mononoke y por Nausicaa del valle del viento, la primera, estrenada cuando yo tenía apenas ocho años.

Y no es de Miyazaki, pero hay otra película que me recuerda su estilo y también me parece muy recomendable, aunque no es para niños pequeños. Es Wolf Children de Momoru Hosoda, del que tengo pendiente descubrir más títulos. Aunque esa es ya otra historia.

Os dejo con un concierto que recorre las bandas sonoras de las películas de Miyazaki que me ha recomendado mi compañero bloguero Gus Hernández.

Me da que con mis dos últimos posts me voy a ganar fama de mamá friki…

¿Qué tienen en común las princesas Disney, Leia y los hipsters?

princesashipsterTenemos el fin de semana encima, para muchos serán diez días de vacaciones. Para irnos con buen pie os traigo unos youtubers de primer nivel: cantan bien, se lo curran, son críticos y divertidos, con un sentido del humor que no es burdo ni fácil.

En el invierno de 2011 los hermanos Antonius y Vijay, europeos con formación clásica, idearon desde Nueva York crear una especie de híbrido de musical en youtube inspirados en temas tanen boga como las princesas Disney o las series de televisión de moda. Un año después comenzó a andar AVbyte.  

A mí me han encantado, ya estoy suscrita a su youtube y a sus redes sociales.

A Jaime le encanta la música y a Julia le encanta que le traduzca la letra de la primera canción, protagonizada por la que ahora es su princesa favorita (y la de casi todos teniendo en cuenta cómo se agotan sus productos), e incluso la canta: «¡You don’t need a maaaaan!».

Los vídeos están subtitulados en inglés, pero se entienden fácilmente. ¡Qué los disfrutéis!

Y no lo hacen solo con princesas, tendré que comentárselo a mi compañero bloguero Jesús Travieso:

‘Frozen’: no se puede saltar del flechazo al altar

Cartel promocional con la princesa Elsa.

Cartel promocional con la princesa Elsa.

Domingo, sesión matinal llena de niños. Al fin hemos visto una película a la que todos teníamos ganas: Frozen, el reino de hielo. La última gran apuesta Disney en pantalla grande. La película infantil más apetecible a priori del invierno, al igual que El origen de los guardianes (con otro creador de nieve como protagonista: Jack Escarcha, coincidencia) lo fue el año pasado.

Ir con tantas expectativas puede ser un problema. No es la primera vez que salgo escaldada por acudir con el listón muy alto. En películas de adultos y también con títulos infantiles. Ahí está Brave, sin ir más lejos.

Por suerte en esta ocasión no ha sido así. Frozen, que apenas tiene nada en común con el cuento clásico en el que supuestamente está inspirada, es un divertimento cinematográfico muy por encima de la media. Visualmente es muy hermosa. Músicalmente una delicia, que estoy deseando poder ver en versión original para disfrutar de las voces de Broadway originales (llevo desde ayer con ‘Let it go‘ incrustado en el cerebro) Es original en el tratamiento del chica-conoce-chico y también en toda su estructura. La historia transcurre ágil y cuesta elegir un personaje favorito, todos son consistentes y tienen su encanto.

Aunque a mi hija no le ha costado. Julia ha salido fascinada con la princesa Elsa y jugando a crear hielo y nieve. Aún es pronto para saber si destronará a Tiana y Rapunzel. Ya veremos…

Es una auténtica pena que la calidad de la proyección no hiciera justicia a la película.

No acudí con Jaime, pero me estoy planteando llevarle. Sin duda en casa la disfrutará.

Eso sí aún tiene que pasar la prueba de fuego que Enredados (y muy pocas más) han superado: verla en casa una docena de veces sin perder su brillo.

Aviso. Aquel que quiera verla virgen, mejor que a partir de ahora pare de leer.

La historia no se centra en una relación romántica, sino en la de dos hermanas: la princesa Elsa (espectacular su transformación en plan Angelina en la alfombra roja) y la princesa Ana. Habla de la aceptación de lo que somos, del peligro de la sobreprotección y de comprender que no podemos vivir en soledad.

Pero sí que hay romance. Lo hay con una interesante vuelta de tuerca en las películas de princesas: la moraleja es que no te fíes del flechazo, no te apresures en casarte. Conoce a alguien que te gusta y ten una relación de verdad, conócele bien antes de decidir si es el hombre de tu vida. Salir a la vida deseando encontrar un príncipe azul puede conducirte al desastre.

Ya se lo podrían haber contado a Blancanieves, Aurora o Cenicienta. Sobre todo en el caso de la última estoy convencida de que se va a llevar el chasco de que su flamante marido tiene poco de heterosexual. Revisad la película: es el padre el que se empeña en buscar esposa al príncipe, que no hace ni caso a las mujeres; en el baile de palacio le llevan a todas las damas del reino y se dedica a bostezarlas en la cara. Creo que lo que le fascina de Cenicienta es us estilismo. Y luego el que ordena desesperado buscar a la dueña del zapato perdido es de nuevo el padre, el príncipe anda desaparecido.

Volviendo a Frozen, creo que volveremos a verla en pantalla grande.

«¿Qué videojuego me recomiendas para regalar a un niño?»

disneyinfinityYa os he contado en el pasado que a mi santo y a mí nos gustan los videojuegos, los que están bien hechos (algunos son incluso obras de arte). De padres jugones, imagino que es más fácil que salgan niños jugones. No somos padres que vemos a los videojuegos como algo negativo (esa amenaza contra la inocencia infantil, esos un ladrones de tiempo…), tenemos una visión positiva, creemos que son un estupendo entretenimiento (son incluso educativos) si se juegan con moderación, a los títulos indicados, y de manera social, en familia.

También os he hablado de que Skylanders es el juego favorito de Julia. No voy a repetirme, que no es plan.

Bueno, pues a Skylanders le ha salido un serio rival en el salón de mi casa (y seguro que es extrapolable a muchos salones y cuartos infantiles). Hace unas semanas desembarcó en casa una flamante Wii U acompañada del juego Disney Infinity y tres personajes: Jack Sparrow, el papá de los Increíbles y el monstruo Sully.

Me resulta inevitable comparar ambos juegos. Primero porque ambos se caracterizan por usar figuras de personajes que coleccionar (en el caso del juego de Disney se amplía con escenarios y accesorios o power discs), que guardan el avance del juego y a los que se pone sobre una plataforma. Lo mejor que han inventado contra la piratería de los videojuegos. Y a los niños les encanta. Julia ya ha pedido para Reyes varias figuras nuevas (Rayo McQueen, el monstruo que se vuelve invisible y el niño de los increíbles). Segundo porque son videojuegos muy bien hechos, por desgracia es frecuente que los títulos que van al segmento infantil tengan la calidad justa o sean directamente malos, estos dos son apuestas importantes de Disney y Activision y se nota.

swapHasta ahí las similitudes. Ahora lo que he visto diferente. Este mismo mes saldrá al mercado Skylanders SwapForce, la tercera entrega de la saga. Esa franquicia funciona a base de nuevos títulos cuyos personajes son incompatibles entre ellos (cosa que cambia en este nuevo título). En cambio Disney Infinity tiene una estrategia completamente diferente: su universo es ampliable hasta el infinito (no por nada el nombre) a costa de sacar nuevos playsets, conjuntos de nuevas figuras con sus respectivos mundos. Podríamos decir que cada figura de una familia determinada supone acceder a un nuevo juego bastante diferente. Si yo ahora comprara una figura de Cars tendría acceso a ese mundo, que ahora nos está vetado. Y cada familia de figuras tiene su aventura. No esperéis ver al llanero solitario navegando los mares piratas de Jack Sparrow (aunque molaría, lo dejo dicho por si alguien de Disney toma nota). Y personajes y mundos atractivos conocidos por todos Disney tiene a patadas, una gran ventaja.

Precisamente esa concepción hace que la primera vez que pones el juego sea más complejo. Hasta que el niño entiende de qué va y le pilla el tranquillo va a tener que insistir. No engancha a la primera de cambio. Julia estuvo mucho tiempo entusiasmada jugando una y otra vez a ‘La chispa de la vida’, la intro jugable que es realmente bonita y más sencilla. Y el manejo también es más complejo, sobre todo en algunos mundos. Julia es capaz de recorrer ella solita sin ayuda cualquier escenario de Skylanders en el modo fácil, en cambio con Disney Infinity nosotros somos su mando con frecuencia. Tampoco ayuda que el mando de la Wii es más complejo y demasiado grande para sus manitas que el pad normal de la Xbox, de hecho estamos a puntito de comprar uno mucho más sencillito para la Wii U (uno que además resista mejor una posible caída). Y aunque es verdad que Julia es muy pequeña y están más pensados para niños a partir de 7 años que con los 4/5 de mi hija, a mí también me cuesta usar de forma fluida ese mando.

rapunzelEstamos deseando que llegue el playset que incluye a Rapunzel, porque los personajes que han salido de entrada tienen poco sex-appeal para Julia, han pensado más en los niños, que suelen ser más jugones, que en las niñas (¿la pescadilla que se muerde la cola?). No ha visto Piratas del Caribe ni El llanero solitario (auguro el éxito justo para esas figuras) y Cars, Monstruos S.A. y Los Increíbles son películas que conoce pero que no le gustan especialmente.

Skylanders es un juego que ya he regalado a un niño (una comunión). También regalaría Disney Infinity. Por mi pasado escribiendo de tecnología y videojuegos a veces algunas madres me han pedido recomendación sobre qué juegos comprar a sus hijos. Estos dos serían mis primeras opciones.

Por cierto, que a Jaime de la Wii U le encanta poder ver en la tele grande vídeos de Youtube de las paradas de Disney. Algún año tenemos que ir a Orlando, aunque nos cueste un coche. Pero esa es otra historia.

Princesas de dibujos animados y de alta costura

vestidos

¿Os gustan? A mí algunos me parecen un horror y solo tres me parece que podrían encajar en la alfombra roja de unos Goya o unos Oscar. Son vestidos inspirados en las historias de  Ariel, Aurora, Bella, Cenicienta, Jasmín, Mulán, Pocahontas, Rapunzel, Blancanieves y Tiana creados por grandes diseñadores  de la talla de Versace (Cenicienta), Valentino (Bella), Oscar de la Renta (Blancanieves) o Roberto Cavalli (Pocahontas).

Los van a subastar en Harrods con un precio de salida de más de 3.500 euros por una buena causa: recaudar fondos para el Hospital para niños de Great Ormond Street. Y cualquiera puede participar pujando hasta el 13 de noviembre.

Yo que jamás me vestí de princesa siendo niña (ni lo eché en falta), no no me veo en uno de ellos la verdad. Ni aunque tuviera el dinero. Ni aunque de repente tuviera que pisar una alfombra roja por primera vez en mi vida. Pero voy a proponeros un juego: a ver si adivináis qué vestido corresponde a cada princesa. En algunos casos es obvio, pero en otros no tanto. Yo he fallado tres. Para salir de dudas solo tenéis que mantener el ratón, sin pulsar, sobre la imagen y ver la dirección web que sale en la parte de abajo.

BellaTiana
Blancanieves
Rapunzel
Pocahontas
Mulan
Jasmín
Cenicienta
Aurora
Ariel

«No sé si duraré cinco minutos o una hora, pero hay que intentarlo»

Cuando eres periodista o cuando eres un bloguero medianamente reconocido, es frecuente que te inviten a presentaciones de productos o servicios relacionados con la temática de la que te ocupas. Para que lo cuentes si quieres y como quieras (al menos esas son mis condiciones). Los periodistas y blogueros de cine ven las películas antes que nadie y a veces tienen acceso a los que han participado en ellas, los de tecnología pueden probar cacharros y programas y los de motor coches. Probablemente no os esté contando nada que no sepáis.

Yo no voy a muchos eventos relacionados con este blog. No tengo tiempo, la verdad. Trabajar, atender a los niños, a la familia, a los hobbies… Harían falta días de 24 horas. Últimamente, con Jaime más mayor y Julia hecha una señorita de cuatro años estoy pudiendo asistir a alguno más. A los que me parecen más interesantes.

Normalmente son eventos a los que se puede ir con niños, pero os voy a confesar que nunca había llevado a Jaime a uno. Hasta este pasado  jueves.

Si os hablo de Cantajuego seguro que todos los que tenéis hijos (y muchos de los que no los tenéis) sabéis perfectamente de quiénes estamos hablando: ese grupo de chicos y chicas con vaqueros azules y camisetas rojas que cantan todo tipo de canciones infantiles (o no, que hasta los Beattles se han colado en su repertorio). Los niños pequeños quedan fascinados con ellas y con sus bailes. Son temas tan pegadizos que hasta nosotros nos descubrimos con ellos incrustados haciendo lo posible por sacárnoslos de la cabeza cuando vamos en el coche camino al trabajo o preparamos una reunión importante.

Sí, esos que son muchos, que llevan un porrón de discos y van camino de vender más CDs que Julio Iglesias (40 discos de platino llevan ya), que salieron hace al menos ocho años y han cambiado a la mayoría de sus integrantes en el proceso, que llenan sus conciertos de niños encantados…

A Jaime le chiflan. Cualquier niño con siete años probablemente ya habría superado la etapa de los petos vaqueros y el tallarín, pero con su autismo, Jaime sigue a esa edad encantado de verlos. Es, con diferencia, lo que más le gusta tener puesto en la televisión. En segundo y tercer lugar estaría un dvd de Miliki en versión animada cantando sus canciones y los temas de Glee. Rihanna, Shakira, Lucrecia con su Guantanamera, las bandas sonoras de Enredados o Tiana y el sapo y Pastora Vega también le gustan.

Es muy musical mi niño, ya lo véis. Y de gustos eclécticos.

Yo le canto con frecuencia, para animarle, para calmarle… La música es un lenguaje universal.

1383711_1424306591114111_2091785882_nCuando con motivo de la llegada del grupo a Disney Junior este lunes y el sábado  a Disney Channel, nos invitaron a conocerles. Merienda y Cantajuego. Comida y sus ídolos televisivos. No podíamos faltar.

Nunca hasta ahora le había llevado a uno de estos eventos a sabiendas de que no le iba a gustar, por serias dudas de que le gustase o por falta de manos (yo sola con Jaime y Julia y queriendo enterarme de lo que me cuentan es mucho pedir). A este hemos ido, si no nos aventurábamos a una merienda con Cantajuego, jamás iríamos con él a nada. Y ha salido bien, aunque no lo parecía al principio.

Pese a que no tenía su mejor día, en el cole había estado nervioso, y estaba cansado, entramos y estaba feliz, comiendo, correteando y asomándose a la cristalera de un onceavo piso para ver las vistas. Todo se ha torcido al llegar ellos y se ha colapsado. Verles fuera de la televisión ha sido demasiado para él. Ha querido irse y tuvimos que salirnos, me llevó varias veces a los ascensores, estaba empeñado en que nos fuéramos. Al final se ha tranquilizado y ha consentido en sentarse en unas sillas rojas. Y entonces llegó Elena, se arrodilló ante Jaime y comenzó a cantarle. Y luego se sumó Rodri. Jaime volvió a sentirse a gusto, a sonreir y a pedir más música. Me comentaron con gentileza que es frecuente que muchos niños se queden bloqueados al verlos. Al final todos los integrantes de Cantajuego le cantaron. Todos ellos encantadores. Y todo mereció la pena. Grabé un vídeo pequeñito y lo puse cuando llegué a casa. Jaime vino corriendo desde el otro extremo de la casa para verlo. Varias veces. Sonriendo.

Recuerdo a una madre hace años en un foro sobre autismo que frecuentaba comentando que cuando iba con su hijo a algún sitio nuevo «no sé si duraré una hora o cinco minutos, pero que hay que intentarlo».

Podríamos haber durado cinco minutos. Gracias a la buena mano con los niños del grupo Cantajuego estuvimos bastante más de una hora. Y gracias a la gente de Disney que se adaptó a nosotros y a nuestras circunstancias.