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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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10.000 euros de multa por matar un oso

El cazador que mató a Cannelle, la última osa autóctona que quedaba viva en el Pirineo, deberá indemnizar a diversas asociaciones de protección de la naturaleza francesas con 10.000 euros. La osa, de unos 15 años de edad, fue abatida a tiros durante una cacería de jabalíes muy cerca de la salida del túnel de Somport, y habitualmente deambulaba entre los valles de Aspe y de Ossau.

René Marquèze, que tenía 61 años en el momento de los hechos, ha sido definitivamente condenado por la Corte de Casación francesa, después de que fuera inexplicablemente absuelto en 2008 por el Tribunal Correccional de Pau del cargo de destrucción de una especie protegida, al haberle aplicado el eximente de legítima defensa.

Sin embargo, las asociaciones ecologistas, parte civil del proceso, apelaron y reclamaron daños e intereses, pues los cazadores sabían que podían encontrarse a la osa Cannelle y su osezno en el lugar del sector donde se desarrollaba la batida, pero decidieron mantenerla en lugar de evitar la confrontación con el plantígrado.

El 10 de septiembre de 2009, la Corte de Apelación de Pau reconoció la responsabilidad del cazador en la muerte de Cannelle. En ese momento, condenó a Marquèze a pagar 11.000 euros por daños e intereses a siete organizaciones de protección del medio ambiente, quien recurrió la decisión.

Mientras que la defensa del cazador sostenía que el acusado había actuado por necesidad, la corte de apelación rehusó tal argumento, recordando que el cazador había sido advertido en el momento de salir a cazar de que podía encontrarse con el oso. Finalmente, la Corte de casación ha confirmado esta decisión.

En aquel momento, la muerte del animal provocó una ola de indignación en Francia, e incitó al gobierno a desarrollar un plan de refuerzo de la población de osos pardos en los Pirineos con la introducción de osos eslovenos. Un plan que sigue siendo vivamente contestado por los ganaderos franceses de los departamentos de Ariège y de Altos Pirineos, y últimamente también por los españoles.

Fuente: Radio Huesca.

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Berlín autoriza la caza de sus 10.000 jabalíes urbanos

La ciudad, el mejor coto de caza. Así lo piensan en Berlín, donde el Ayuntamiento ha autorizado la muerte a tiro limpio de los 10.000 jabalíes salvajes que viven en los parques y jardines de esa ciudad alemana. Dicen que hay muchos, cada vez más, que son peligrosos pues provocan accidentes de tráfico y pueden atacar a las personas, y por eso piden ayuda a los cazadores para erradicarlos.

De acuerdo con BBC Mundo, el año pasado se cazaron unos 3.000 jabalíes en toda la ciudad, de los cuales más de 500 fueron muertos en pleno centro, lo que ya entonces supuso un aumento del 60% respecto al año 2007.

La medida está enfrentando a los berlineses. Unos disfrutan ¿? de la oportunidad de poder hacer batidas de caza enfrente de su casa, e incluso algunos obtienen así un ingreso extra vendiendo su carne a 15 euros el kilo, todos ellos bajo la excusa de estar haciendo un favor a la capital y su medio ambiente.

Pero otro importante sector está radicalmente en contra de esta matanza, horrorizados por la muerte masiva de unos inocentes animales que, como podéis ver en el siguiente vídeo, son dóciles y urbanos, adaptados a alimentarse de nuestras basuras.

A mí personalmente me parece una salvajada. ¿No hay otros métodos para controlar el número de estos suidos? Limitándoles el acceso a la basura o esterilizándoles como a los gatos para reducir su población, por poner dos ejemplos. Pero siempre parece más fácil el tiro en la cabeza. Y sin embargo ésa tampoco es la solución. No hay más que verlo. El año pasado mataron 3.000 y hoy ya tienen más de 10.000.

Aunque no hace falta mirar a Berlín. En España ya empezamos a tener problemas con los jabalíes y los zorros urbanos. Todavía no es preocupante, pero es el principio. Aún estamos a tiempo de poner en marcha métodos de control civilizados antes de que empecemos a cazarlos a tiro limpio por los parques ¿no os parece?

Un cazador mata accidentalmente a un ciclista

Domingo, 26 de octubre por la tarde, en el bellísimo bosque Lagorce, cerca de Vallon-Pont d’Arc y de la reserva natural Gorges de l’Ardèche, un espacio protegido del sureste francés.

El joven ciclista Fabio Butali, 24 años, animador juvenil en su pueblo (sobre estas líneas puedes ver su foto), pasea en bicicleta junto a un amigo por una pista pública. Probablemente no vio el cartel que advertía de la celebración de una cacería en las proximidades y donde se pedía a los caminantes que estuvieran atentos. ¿Atentos a qué?

De repente, suena un disparo y el ciclista cae fatalmente herido en la espalda por una bala perdida disparada accidentalmente por un cazador escondido a tan sólo 20 metros de distancia. Dice que le confundió con un jabalí. La víctima murió poco después de la llegada del equipo de socorro, según informó el periódico digital Le Dauphine.com.

El autor del disparo, un hombre de unos cincuenta años, ha sido acusado de homicidio por imprudencia temeraria, a la espera de que la investigación judicial abierta determine las circunstancias exactas de la tragedia y si la caza se llevaba a cabo bajo todas las medidas de seguridad necesarias.

Se llegue a la conclusión que se llegue, nadie devolverá la vida a este infortunado ciclista, amante de la naturaleza, cuyo único pecado fue querer disfrutar del otoño un domingo por la tarde cualquiera. Su sensibilidad, frente al punto de vista diametralmente opuesto de algunos de sus vecinos, más partidarios de mostrar ese amor a la naturaleza a tiro limpio, le ha costado la vida.

Todos coinciden que fue una imprudencia, pero no en quién la cometió.

Para algunos, la culpa la tuvo el cazador, pues disparó hacia un camino público, incumpliendo con ello las normas básicas de la caza.

Para los cazadores, la imprudencia la cometió el ciclista, por adentrase en un coto de caza cuando se desarrollaba dentro de él una batida.

Precisamente el domingo participé en una larga ruta en bicicleta de norte a sur de Fuerteventura, la FudeNas. A lo largo de todo el recorrido me crucé con varios cazadores. No tuve ningún problema con ellos, pero confieso que pasando cerca de sus escopetas me sentía intranquilo. Otras veces me los he encontrado cazando y, por las buenas o por las malas, me conminaron a irme lejos, «no se escapara alguna bala perdida», avisaban.

Y yo me pregunto y os pregunto: ¿De quién es el campo? ¿Es compatible la caza con actividades mucho más inocuas como el senderismo o el ciclismo? ¿Quienes son más peligrosos, los osos o los cazadores?

Sobre estas líneas, fotografía de la zona donde murió el ciclista, con el cartel que avisaba del desarrollo de una cacería en las inmediaciones, pero que en absoluto indica el peligro real que supone para el caminante.

Denuncian a unos cazadores por pescar un jabalí en la Costa da Morte

La noticia, publicada por el periodista Juan Ventura Lado el 14 de noviembre en La Voz de Galicia, es surrealista. Manuel García y Pedro Silva, vecinos de Muxía, en la Costa da Morte, salieron en su bote a pescar al cabo Touriñán. Y en el agua se encontraron a un jabalí que venía nadando a toda velocidad desde mar adentro en dirección a la costa. Nadie sabe qué hacía allí y como había llegado tan lejos. Gracias al motor de la embarcación, tras una larga persecución lograron darle alcance y capturarle con unos ganchos. Pero como estaba vivo, y un jabalí herido y acosado es extraordinariamente peligroso, no lo podían subir al bote. Así que pidieron ayuda a unos submarinistas cercanos, quienes con sus afilados cuchillos dieron finalmente muerte al animal. 31 kilogramos en canal acabaron con el misterio del jabalí acuático.

Y ahora, basándose en la difusión de la historia, las entidades Adega-Trasancos, la Sociedade Galega de Historia Natural-Ferrol y Verdegaia-Ferrol han presentado una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), ante la Fiscalía General de Galicia y ante la Dirección General de Conservación da Natureza contra los dos cazadores-pescadores.

En opinión de los ecologistas, los pescadores cinegéticos cometieron varias infracciones contra la Ley de Caza. A saber:

  • Está prohibido cazar desde una embarcación a motor.
  • Está prohibido cazar en condiciones ambientales adversas para las especies cinegéticas.
  • Está prohibido cazar con puñal.

Imagen publicada por La Voz de Galicia, en el momento en que los pescadores recogen del mar el jabalí ya acuchillado.