El experto alpinista español José Ramón Bacelar logró en noviembre de 2006 ser el primer occidental en atravesar a pie el Alto Dolpo-Mustang, en la cordillera del Himalaya. Pero más extraordinario aún que esta proeza deportiva en tan desolado paisaje fue lo que encontró en una ladera cubierta por las nieves perpetuas, a 5.700 metros de altura: las huellas del Yeti.
Bacelar dará hoy una conferencia en Madrid [Librería Desnivel. Plaza Matute, 6; miércoles 23 de enero a las 19:00 horas] precisamente sobre este asombroso descubrimiento. El objetivo de su proyección es provocar el interés por el Yeti, “a través de las enseñanzas y las reflexiones de una cultura a la que no ha llegado buena parte de nuestra tecnología, y quizá por ello, por no haberse forjado en la dependencia de lo moderno, todavía pueden soñar, y temer, imágenes que nosotros hemos descartado, dándolas por irreales”.
No me queda claro si José Ramón es de los que cree en la existencia de este homínido misterioso o de los que disfruta con toda la mitología tradicional creada durante seguramente milenios a su alrededor.
De hecho, la fotografía ha circulado estos días por los correos de importantes zoólogos y la opinión más común es que las huellas pertenecen a algún oso.
Muchas son las explicaciones dadas sobre la falsedad de la existencia del Abominable Hombre de las Nieves. Las huellas encontradas por otros exploradores corresponderían a un nativo del Himalaya, descalzo y resistente al frío, con alguna deformación congénita o adquirida en los dedos de los pies, según unas versiones, o a una especie de oso de hábitos nocturnos, o quizá a un mono langur.
Sobre este mito propio del Nepal y el Tíbet, la Sociedad Española de Criptozología ofrece en su página una profusa y desmitificadora información cuya consulta es absolutamente recomendable para todo interesado en el tema. Personalmente yo me decanto por la teoría del úrsido envuelta en una maravillosa maraña de leyendas, pues parece imposible que un mono pueda llegar a tan remotos rincones carentes de comida, y mucho menos un homínido. ¿Y tú qué piensas? ¿Crees que existe el Yeti?
Realidad o ficción, lo cierto es que las fotos de José Ramón Bacelar son todo un misterio por desvelar.