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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

¿Sabías que los árboles también lloran?

Gota de resina sobre la corteza de un pino. Foto: Pixabay

Llorar no es de débiles, es de personas vivas. Somos el único primate que lo hace por aflicción. Aunque después de cientos de miles de años de patriarcado, se supone que es síntoma de debilidad y está mal visto llorar en público; especialmente los hombres, herederos de un miedo inconsciente a derramar lágrimas.

Según ciertos expertos, también existiría una razón puramente biológica basada en esa testosterona que con altos niveles en la sangre nos haría menos proclives al llanto.

Pero todos lloramos. Incluso los árboles. Estos últimos en sentido figurado, claro. Ellos lloran resina.

Te lo cuento en este vídeo subido en mi canal de YouTube Por cierto, ¿ya te has suscrito?

¿Lloran los árboles?

Con un poco de sensibilidad poética podríamos decir que sí, que los árboles lloran. En muchas especies, y por diferentes razones, la savia les gotea por el tronco como si fueran gruesos lagrimones.

El caso más conocido es el de los pinos, cuyas lágrimas son de dorada resina. Esta secreción natural típica de las coníferas tiene una importante función de defensa, pues al mismo tiempo que recubre las heridas del árbol ayudando a su cicatrización, evita la entrada de insectos y patógenos. De hecho, es la base sobre la que se asienta el milenario oficio de los resineros, que abren heridas en la corteza de los pinos para provocar ese sangrado o lloro en los árboles.

Gracias a la capacidad de la resina de solidificar en contacto con el aire, lo normal es que apenas veamos alguna gota seca en las cortezas de los pinos. Pero como podéis comprobar en el vídeo, paseando el otro día por el monte me encontré un pino que directamente podríamos decir que estaba llorando «a moco tendido».

En realidad, es muy probable que este árbol tan llorón sufre un grave ataque de patógenos que ha desencadenado una descontrolada pérdida de resina por toda su corteza. Un problema que puede agravar su enfermedad, pues lo debilita enormemente.

Por eso, mirando y admirando este pobre pino enfermo siento pena por él. Y sin darme cuenta, también lloro. Pobrecito.

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2 comentarios

  1. Dice ser Alcantara

    No lo sabía. Interesante.

    19 junio 2023 | 09:51

  2. Dice ser Clivi

    Ostras, enserio? Nunca lo había pensado, tan siquiero me lo había planteado, pero si es verdad que :(( pobres clivi…

    21 junio 2023 | 11:37

Los comentarios están cerrados.