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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Internet e inteligencia artificial ayudan a proteger la faba asturiana

Fabas asturianas.

La ciencia avanza que es una barbaridad, una brutalidad, una bestialidad, que dirían don Sebastián y don Hilarión en La Verbena de la Paloma. Nada aparentemente más básico que una huerta en una parroquia de Asturias, y nada tan innovador como el nuevo proyecto de investigación de la empresa asturiana Seresco desarrollado para proteger los cultivos de la famosa (y exquisita) faba astur.

Gracias al desarrollo de un algoritmo será posible predecir por técnicas de inteligencia artificial, técnicas de visión y el Internet de las Cosas la aparición de plagas, de tal manera que se genere una alerta que avise al agricultor de aplicar el tratamiento más efectivo. Dicha alerta se obtendrá a partir de datos recogidos por unos robots y serán unos aparatos los que recorran las plantaciones, tanto en invernaderos como en cultivos al aire libre.

«Esa detección temprana va a hacer que el pulgón o cualquier otro tipo de plaga o enfermedad no se coma más producción de tu cultivo», señala Sergio Álvarez, IT Project Manager de Seresco. «Vas a ser más productivo y además vas a ser más verde, pues vas a contaminar menos las aguas, menos la tierra y menos la planta», asegura el responsable del proyecto.

La faba asturiana está registrada como Indicación geográfica protegida.

Alta tecnología contra los pulgones

El proyecto, bautizado como PLAGo, pretende investigar cuáles son las tecnologías más adecuadas para detectar a tiempo la plaga de pulgón sobre los cultivos de judía o faba. El pulgón es una de las plagas más comunes que afecta a una amplia variedad de especies vegetales, por lo que el potencial de impacto de este proyecto es muy alto, aseguran sus promotores.

La Inteligencia Artificial permitirá identificar los patrones de comportamiento de plagas y cultivos. De este modo, se podrán identificar comportamientos relacionados con la difusión de la plaga entre plantas, la posición de las colonias, su distribución y dispersión a lo largo del tallo y hojas, etc. Igualmente, se analizará el comportamiento de la planta y si existen ciertas similitudes en su respuesta en diferentes estadios de la enfermedad.

En el campo de tecnología de visión y tratamiento de imágenes, el potencial en el cultivo permitirá identificar patógenos que afectan a las primeras etapas del ciclo de cultivo como es el crecimiento y la floración y cuajado, cuya identificación a tiempo es clave para garantizar la rentabilidad de los cultivos.

Respecto a la tecnología del Internet de las Cosas, se espera explorar el impacto de la monitorización en tiempo real del estado del cultivo para poder identificar así los patrones que deriven en primeros síntomas de comportamientos anómalos, reduciendo el impacto de las plagas en el cultivo gracias a la red de sensores instalados en las plantaciones.

Primeras pruebas en Villaviciosa

Una vez superada la fase de detección precoz, Seresco centrará la investigación en identificar los patrones que permitan determinar el comportamiento de la plaga en el cultivo a partir de un análisis avanzado sobre los datos recogidos por los sensores.

Finalmente, el proyecto PLAGo estará enfocado a establecer un sistema avanzado mediante la Inteligencia Artificial y la analítica de datos que permita, en última instancia, reducir el efecto de las plagas en el cultivo.

Para obtener unos resultados concluyentes, el proyecto se ejecutará directamente sobre el terreno para certificar así la validación de las tecnologías investigadas en un entorno relevante de cultivo. En concreto, la investigación se llevará a cabo en terrenos del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA) de la localidad asturiana de Villaviciosa.

Un proyecto muy asturiano

Para llevar a cabo la investigación, Seresco contará con la colaboración del departamento de Genética Vegetal del Centro Público de Investigación SERIDA, que aportará su conocimiento en la identificación de patógenos y en el cultivo de la faba, y de Centro Tecnológico IDONIAL, con amplia experiencia en la aplicación de tecnologías digitales en el ámbito de la agricultura de precisión.

Este proyecto es cofinanciado por el Gobierno del Principado de Asturias a través del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA), y por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

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