Una extraña pandemia diezma a las gaviotas gallegas (pero no a las romanas)

Gaviota patiamarilla en Galicia.

Para muchos la gaviota es símbolo de libertad, de mares abiertos y naturaleza viva; por eso la aman.

Pero otros la aborrecen, la ven oportunista, carroñera, violenta: «rata con alas«, la llaman.

Estos últimos están empezando a arrepentirse de tanto odio injustificado, especialmente en Galicia. Porque allí, de ser la gaviota patiamarilla (la más numerosa) una especie abundantísima, en muy poco tiempo sus poblaciones han caído en barrena. Todas las alarmas se han disparado.

¿Qué está pasando? Una pandemia, quizá un virus, una enfermedad desconocida, está acabando con ellas de manera fulminante. La cosa pinta muy mal.

Te doy toda la información que hasta ahora tenemos.

Desplome en Galicia

La población de gaviota patiamarilla se ha reducido un 70% de Galicia en la última década, según alerta el Centro de Extensión Universitaria e Divulgación Ambiental de Galicia (CEIDA) con base en los datos del censo elaborado en el proyecto Artabro2. El estudio se centra en la costa coruñesa desde Malpica hasta el límite de Lugo.

Allí se han censado este año 2.674 parejas, la mayoría concentradas en las islas Sisargas (2.306 parejas). Pueden parecer muchas, pero son muy pocas frente a las 8.900 parejas que había hace una década y las más de 13.000 de los años 90.

Un desplome parecido se ha comprobado en otros lugares de Galicia, como en el Parque Nacional das Illas Atlánticas.

¿Y qué está pasando con las gaviotas urbanas? Esas que crían en las azoteas de ciudades como A Coruña o Vigo. Exactamente lo mismo, aunque no hay datos tan completos. Sus poblaciones también se han desplomado.

¿Por qué se están muriendo las gaviotas?

Aunque lo más probable es que las causas de este declive tan acusado sean múltiples, todo apunta a una enfermedad desconocida que aún no ha conseguido identificarse y que está causando estragos en las colonias de estas aves.

Se trata de un extraño síndrome que las debilita, impide volar y acaba paralizando hasta provocar su muerte, me explicó hace unos meses el naturalista Antonio Sandoval, buen conocedor de la especie.

En algunas colonias, como la de las islas Sisargas, en la Costa da Morte, se han recogido centenares de cadáveres en una única jornada.

La desaparición de fuentes de alimentación predecibles, como basuras y descartes pesqueros, puede ser también responsable de una parte de la caída poblacional detectada. Pero no es una razón suficiente para explicar esta debacle.

Y no. No es una buena noticia que haya menos gaviotas. Si a ellas les va mal, será por algo. Y ese algo también nos puede afectar a las personas. Así que esas alarmas también se encienden para nosotros.

Pero en Roma se ha hecho urbana y numerosa

En algunas ciudades las gaviotas no solo no van a menos sino siguen aumentando, dando muchos problemas a sus ciudadanos. Una de las colonias «gaviotiles» más famosas del mundo es sin duda Roma. Cualquiera que haya pasado una noche en el famoso barrio del Trastevere se habrá despertado con sus gritos o habrá tenido que proteger el helado de estas ladronas con alas.

Aunque algunos medios se pasan de sensacionalistas, como la Roma de pesadilla descrita hace unos años en un reportaje publicado por el New York Times, que habla de «una ciudad sucia presa de gaviotas de tamaño desproporcionado, atraídas por los desechos que dejan a su alrededor y que amenazan a los propios ciudadanos».

Tampoco hay que pasarse de exagerados. Eso sí, son animales inteligentísimos que han sabido aprovechar los recursos de la Ciudad Eterna.

Lo puedes comprobar tú mismo viendo en este vídeo que he grabado allí hace unos meses y he subido a mi canal de YouTube.

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