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La alondra ricotí, tan amenazada como el lince

Alondra ricotí o de Dupont. Seguramente es la primera vez que oyes hablar de ella. Una alondra, un pajarito más de nuestros campos. En realidad un pajarito menos. Porque se está extinguiendo, como le ocurre al lince ibérico, al desmán o al sisón. Desaparece sin que la mayoría de nosotros supiese que existía, sin que hayamos tenido la oportunidad, rara, emocionante, de escuchar su canto primaveral en una de esas parameras donde parece que no hay nada pero en realidad hay mucha vida oculta. O más bien había. Porque hasta nuestros desiertos ibéricos van a menos.

Un reciente trabajo dirigido desde la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) describe el preocupante estado de conservación de la alondra ricotí. Solo en España, entre 2004 y 2015, la especie se ha reducido en más de un 40%. Los autores destacan la urgencia de elaborar una Estrategia Nacional de Conservación.

El trabajo, publicado en la revista PeerJ, pone de manifiesto las tendencias regresivas de esta ave esteparia en España y Europa. Según los autores, si estas tendencias no logran revertirse podrían llevar a la extinción de la especie en las próximas décadas.

Los resultados muestran un declive general del 41,4% desde 2004 a 2015, que se traduce en un declive anual promedio del 3,9% para el conjunto de la población española de alondra ricotí. La situación es especialmente alarmante en las Comunidades Autónomas de Andalucía y Castilla y León, donde la especie ha experimentado un declive del 68,5% y el 58,4% en los últimos 10 años, lo que equivale a un declive anual promedio del 10,9% y el 8,4%, respectivamente.

Estas cifras corroboran que la especie debe mantenerse en la categoría de ‘Vulnerable’ en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Sin embargo, en Andalucía y Castilla y León la especie debería ser catalogada como ‘En Peligro’.

El estudio fue coordinado por el Grupo de Investigación de Ecología y Conservación de Ecosistemas Terrestres de la UAM (TEG-UAM), en colaboración con la Estación Biológica de Doñana, el Instituto Multidisciplinar para el estudio del Medio Ambiente Ramón Margalef de la Universidad de Alicante y el Centre Tecnològic Forestal de Catalunya.

Situación prioritaria

Entre 2004 y 2015 se realizaron censos de la alondra ricotí en 92 poblaciones repartidas por todas las Comunidades Autónomas donde la especie está presente: Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra y Región de Murcia. A partir de los datos recopilados, pudo analizarse las tendencias poblacionales a nivel nacional y para cada Comunidad Autónoma.

“Bajo este escenario, la elaboración de la Estrategia Nacional de Conservación debe ser una prioridad, asunto en el que está trabajando actualmente el TEG-UAM en el marco de un proyecto realizado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica”, afirman los autores a través de una nota de prensa.

Paralelamente, el TEG-UAM junto con el Laboratorio de Socioecosistemas de la UAM están desarrollando los proyectos LIFE-Ricotí y BBVA-Ricotí, que proporcionarán información clave para la conservación de la especie y su hábitat, y para la elaboración de la Estrategia Nacional de Conservación y los Planes de Conservación a elaborar por las Comunidades Autónomas.

El canto más esquivo y aflautado

La alondra ricotí es un pequeño y estilizado paseriforme perteneciente a la familia de los aláudidos. El nombre de ‘ricotí’ es un vocablo onomatopéyico que hace referencia a su peculiar canto. No es fácil escucharla ni verla ya que canta de madrugada, y cuando el sol aparece pasa totalmente desapercibida debido a su comportamiento esquivo y huidizo.

Habita en estepas arbustivas, un ecosistema que se encuentra en regresión y deterioro durante las últimas décadas como consecuencia de la intensificación agrícola y los cambios en el uso del suelo. Por tanto, las medidas de conservación dirigidas a la conservación de la alondra ricotí implican a su vez la preservación de un ecosistema que se encuentra en decadencia.

En la actualidad es una de las aves más amenazadas de España y Europa, catalogada como “En peligro de extinción” en el Libro Rojo, y como “Vulnerable” en el Catálogo Español de Especies Amenazas. A nivel europeo, está catalogado como “Casi Amenazado” por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), y como “Vulnerable” en la Lista Roja de las aves de Europa.

Referencia bibliográfica:

Gómez-Catasús, J., Pérez-Granados, C., Barrero, A., Bota, G., Giralt, D., López-Iborra, G.M., Serrano, D. and Traba, J. (2018). European population trends and current conservation status of an endangered steppe-bird species: the Dupont’s lark Chersophilus dupontiPeerJ, 6:e5627.

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2 comentarios

  1. Dice ser Casandra

    Una especie de ave extinta regresó a la vida miles de años después

    Publicado: 11 de Mayo de 2019

    Investigadores del Reino Unido demostraron que una especie de ave no voladora que se había extinguido hace unos 136.000 años volvió a aparecer decenas de miles de años después, detalla el estudio publicado en el Zoological Journal of Linnean Society.

    Se trata del rálido de garganta blanca, un ave que migró de Madagascar y que tras conquistar el atolón de Aldabra, unos 500 kilómetros más al norte, en pleno Índico, perdió su capacidad de volar. Allí vivió hasta que ese territorio quedó bajo las aguas como consecuencia de la elevación del nivel del océano.

    Especialistas de la Universidad de Portsmouth y del Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido) trabajaron con fósiles de unos 100.000 años de antigüedad, época en la que el agua había bajado y Aldabra había reaparecido y había sido nuevamente conquistado por las aves.

    Entonces, compararon los fósiles de ambos períodos y hallaron que las características de las alas demostraban su incapacidad de volar, al igual que los huesos de los tobillos, lo que significa que una especie de Madagascar dio origen a las dos especies de rálido no volador que habitaron el mismo atolón.

    Un caso único

    «Estos fósiles únicos proporcionan evidencia irrefutable de que un miembro de la familia colonizó el atolón, probablemente desde Madagascar, y en cada ocasión perdió la capacidad de volar», explicó Julian Hume, paleontólogo del Museo de Historia Natural, quien destacó que los fósiles muestran la «capacidad de estas aves para colonizar con éxito islas aisladas y perder la capacidad de vuelo en múltiples ocasiones».

    Por su parte, David Martill, de la Escuela de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Portsmouth, agregó que no conocen otro ejemplo de ave que muestre «este fenómeno». Además, expresó que únicamente en Aldabra «existe una evidencia fósil disponible que demuestre los efectos del cambio de los niveles del mar en eventos de extinción y recolonización».

    12 mayo 2019 | 11:30

  2. Dice ser Que

    Bien, bien

    14 mayo 2019 | 00:46

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