Más de 200.000 grullas eligen España para pasar sus vacaciones de invierno

Grulla común volando (Wikimedia Commons).

Padres e hijos juntos, inseparables a pesar de ir en nutridos, ruidosos y aparentemente desordenados grupos, abandonan a partir de octubre el frío norte europeo para pasar el invierno en las templadas tierras ibéricas. Son las grullas, unas bellísimas zancudas  grisáceas con más pinta de cigüeñas que de garzas, boina roja y gran plumero en el trasero.

El vuelo es tan bello que, según la mitología griega, el dios Hermes, primer ornitólogo conocido, inventó la escritura contemplando sus garabatos en el aire. Durante el cortejo danzan con tal alegría que, a decir también de los griegos, Teseo imitó su saltarina coreografía cuando se puso a bailar feliz después de matar al Minotauro.

Crían en terrenos pantanosos de Centroeuropa, Rusia, países nórdicos y bálticos, a más de 4.000 kilómetros de donde ahora pasan los rigores del invierno gracias a una dieta eminentemente vegetariana. Respetadas, nadie las caza ya.

Puntuales a su cita, sus trompeteos animan los amaneceres y las puestas de sol de media España, momento en el que llegan o salen de sus dormideros comunales, en donde se reúnen por miles para pasar la noche.

¿Cuántas grullas hay ahora mismo en España?

Gracias a la ciencia ciudadana, cientos de voluntarios del Grupo de Trabajo y Conservación de la Grulla que dedican su tiempo libre a estudiar las aves, es posible ahora conocer con exactitud los datos del primer censo de grullas que invernan en España. De acuerdo con José Antonio Román, su coordinador y miembro del grupo Grus Extremadura, hay ahora mismo 217.845 ejemplares. La distribución por comunidades autónomas sería la siguiente:

• Extremadura: 113.901
• Castilla la Mancha: 56.202
• Andalucía; 19.853
• Aragón: 19.615
• Castilla y León: 7.406
• Navarra: 613
• Catalunya: 188
• Comunitat Valenciana: 51
• Illes Balears: 9
• La Rioja: 5
• Murcia: 2

A falta del dato definitivo de la grullas que invernan en Portugal, donde las primeras estimaciones apuntan a unos 10.000 ejemplares, la cifra de aves presentes este invierno en la Península Ibérica ascendería a unos 228.000 ejemplares, algo inferior a los 242.000 del pasado año.

Esta reducción se interpreta por el aumento de grullas que, seguramente influidas por el cambio climático, cada vez en mayor número acortan el viaje o lo retrasan. En países como Alemania aún quedan unas 37.000 grullas y en Polonia unas 15.000 que, en el caso de que llegue un fuerte temporal, podrían bajar a España o Portugal. Por esta razón, el 19 de enero se repetirá el censo para así poder obtener una información aún más exacta de sus poblaciones.

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