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El Defensor del Pueblo pide máxima protección para el lobo en Castilla-La Mancha

El Defensor del Pueblo, órgano de relevancia constitucional encargado de velar por el respeto de los derechos de los ciudadanos españoles, está preocupado por los lobos castellano manchegos. En un expediente firmado el 3 de noviembre y al que ha tenido acceso La Crónica Verde, su titular Francisco Fernández Marugán propone a las autoridades regionales lo siguiente [las negritas son mías]:

“Iniciar a la mayor brevedad los trámites para la elaboración y aprobación del plan de recuperación del lobo en Castilla-La Mancha, incluidas las poblaciones de Sierra Morena, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 59 de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad y la Estrategia para la conservación y gestión del lobo aprobada por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente».

Última página del expediente del Defensor del Pueblo dedicado al lobo.

El escrito, de seis páginas, sorprende por su impecable y muy bien documentada argumentación. Empieza sintetizando toda la información que le ha suministrado la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural y donde se reconoce la escasa implicación regional para proteger a este animal. Cuando en 1998 el lobo fue incluido en el catálogo regional como especie en peligro de extinción tan solo subsistía una pequeña población en la provincia de Ciudad Real, en las sierras limítrofes con la provincia de Jaén. Su escaso número, aislamiento y fuerte tendencia regresiva experimentada en las últimas décadas, aconsejaron su inclusión en esta categoría de conservación. Transcurridos 19 años no se ha iniciado la obligatoria tramitación del plan de recuperación del lobo.

Los trabajos y estudios previos para la redacción del plan se iniciaron durante los años 2000 y 2002. La población en esa época, reconoce la Junta de Comunidades, era ya muy baja, hasta al punto de que algunos investigadores la dieron por extinta, si bien estudios posteriores la situaban únicamente en la provincia de Jaén y en densidades
muy bajas. Por desgracia, la protección de la especie no sirvió para invertir la tendencia regresiva en Sierra Morena y los esfuerzos recientes por localizar a la especie han sido infructuosos.

Simultáneamente al declive del lobo en Sierra Morena, la especie reaparece en el norte de la provincia de Guadalajara a principios del presente siglo, donde llevaba extinta más de 50 años. Esta colonización está relacionada con la expansión de sus poblaciones en la Meseta Norte y se sitúa en conexión con el conjunto de la población española.

Censo y extinción

En 2014 se completó el II censo nacional de lobo en Castilla-La Mancha, lo que ha permitido tener una idea más exacta de su situación en la región, su evolución reciente y su relación con el resto de las poblaciones ibéricas.

Se ha confirmado su desaparición en la provincia de Ciudad Real (y probablemente también en Andalucía) y la presencia de una o dos manadas en la provincia de Guadalajara. Dichas manadas se sitúan en la actualidad en el cuadrante noroccidental de la provincia, en la comarca de la Sierra de Ayllón.

Los trabajos desarrollados en Guadalajara durante los años posteriores han permitido precisar mejor la población, que en 2016 se calcula en dos o tres manadas.

Elemento clave sin protección

Pero a pesar de no contar con plan de recuperación, la Administración regional destaca que el lobo ha sido incluido en el Plan de Gestión del ZEC Sierra de Ayllón como «elemento clave«, estando recogidos en dicho Plan los objetivos finales y operativos para la especie, las diferentes actuaciones a realizar, los indicadores de seguimiento y fuentes de verificación de las mismas, los valores iniciales o de partida para cada actuación y los criterios de éxito.

Por último, menciona la Consejería que el lobo también está contemplado en el Plan de Gestión del ZEC Sierra Morena, como «especie valiosa«, respecto a la cual se establece como línea de trabajo el muestreo y prospección detallada del territorio para determinar su presencia en el espacio.

Lo que opina el Defensor del Pueblo

La Consejería entiende que la falta de aprobación del plan de recuperación de lobo en Castilla–La Mancha no supone un incumplimiento de la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad (LPNB). Sin embargo, el Defensor del Pueblo no comparte esta conclusión.

Desde el momento en que se declara una especie en peligro de extinción, la comunidad autónoma tiene tres años como máximo para aprobar el plan de recuperación de la especie, conforme a lo establecido en el artículo 59 de la LPNB. En este caso, la catalogación de lobo en peligro de extinción se produjo en Castilla-La Mancha en 1998, de manera que el plan de recuperación debería haber estar aprobado en 2001, hace 16 años.

El plan de recuperación debería haber logrado revertir la tendencia negativa de la especie detectada en 1998, actuando específicamente sobre los factores que inciden negativamente en su conservación. «Ahora indica la Consejería que no se han podido localizar lobos en Sierra Morena, lo cual pone de manifiesto las graves consecuencias, desde el punto de vista de la conservación de la fauna salvaje, de la falta de actuación», se critica con dureza, responsabilizando en parte de su extinción a esta tardanza.

Tampoco acepta como sustitutivas de esta inanición normativa la aprobación de medidas equivalentes en el plan de gestión del ZEC de Ayllón y del ZEC de Sierra Morena, lo que argumenta de la siguiente manera:

  • El lobo necesita extensas áreas de campeo (entre 100 y 300 km2). Se trata además de una especie muy adaptable capaz de vivir en numerosos tipos de hábitat, incluyendo algunos medios severamente transformados. No es una especie que viva recluida en un territorio o que resulte muy dependiente de un hábitat específico que condicione y reduzca su movilidad.
  • Es un objetivo de la Estrategia Estatal para la Conservación y Gestión del Lobo lograr la conexión de las poblaciones del sur, fundamentalmente la población de Sierra Morena, con las poblaciones del norte. Ambas poblaciones se encuentran en una situación muy diferente: la población de Sierra Morena se califica en la Estrategia “en declive” y “al borde de la extinción” y se reduce a la existencia de “núcleos residuales y aislados”; la misma calificación que merecían las también hoy inexistentes poblaciones de Sierra de Gata y Extremadura. Frente a esta situación, las poblaciones del norte son, según la Estrategia, estables o crecientes con tendencia a la expansión en los bordes meridional y oriental. En todo caso, la conexión entre las poblaciones del norte y del sur requeriría el desplazamiento de las manadas y, por tanto, la superación del ámbito territorial de un espacio natural protegido.
  • El lobo está amenazado por otros factores que, bien exceden el ámbito territorial de un determinado enclave natural, bien se dan en terrenos no protegidos donde no alcanzan las normas reguladoras de los espacios naturales, y por tanto requieren atención y medidas específicas. Solucionar el problema de daños al ganado, paliar el efecto barrera de las grandes infraestructuras, favorecer la conservación de bosquetes-isla que mantengan la conectividad entre los hábitats, o combatir la presencia de venenos en el medio son cuestiones que exceden el ámbito territorial de los ZEC de Ayllón o Sierra Morena y que deben atenderse en el plan de recuperación de la especie.
  • El plan de recuperación debe designar también áreas críticas para la especie y medidas para evitar las afecciones negativas que hayan motivado su catalogación en peligro de extinción (artículo 59.1.a) LPNB). La Ley define como área crítica para una especie aquellos sectores incluidos en el área de distribución que contengan hábitats esenciales para la conservación favorable de la especie o que por su situación estratégica para la misma requieran su adecuado mantenimiento. Por tanto, el área crítica de una especie no coincide (al menos necesariamente) con el ámbito territorial de un espacio protegido, que normalmente atiende a la conservación de varios hábitats y especies, no exclusiva o preferentemente de una sola especie.

Recuperar las poblaciones extinguidas

El Defensor del Pueblo tampoco acepta que la Administración regional dé por extinguida a sus poblaciones de lobo más sureñas. Como resalta, «a pesar de la situación descrita por la Consejería en cuanto a la extinción del lobo en Sierra Morena, el deber de recuperar las poblaciones existe pues así lo establece, además de la legislación, la
Estrategia vigente».

Otro varapalo se dirige hacia la conflictividad de la especie entre los partidarios de su recuperación y los detractores como justificación del retraso para lograr su protección. Señala la institución que «el conflicto entre intereses concurrentes es propio de la actividad administrativa». También lo es la participación del público en la toma de decisiones que afecten al medio ambiente, «un derecho reconocido a los ciudadanos y que no es específico para la adopción de planes de recuperación de especies de fauna».

Los objetivos que debe perseguir la política de conservación del lobo están definidos, además de por la LPNB, que traspone normativa comunitaria, por la propia legislación autonómica, los actos dictados por la Administración para incluir el lobo entre las especies catalogadas en peligro de extinción y por la Estrategia adoptada a nivel nacional, mediante acuerdo de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente.

La Estrategia destaca como factor del declive de las poblaciones de lobo su persecución para evitar daños al ganado. Es en este ámbito donde, a falta de un plan de recuperación, la Administración ha actuado otorgando subvenciones a los ganaderos para que adopten medidas para prevenir los riesgos para el ganado y para reparar o compensar los daños que pudieran causar los lobos. Estas medidas, aunque vitales para el éxito de la política de conservación, son solo algunas de las que deben adoptarse a través del plan de recuperación del lobo.

Por tanto, resalta el Defensor del Pueblo, «solo se ha actuado parcialmente, respecto a uno de los aspectos que inciden en la recuperación de la especie». Y a la vista de los resultados, «insuficientemente«.

De hecho, afirma, algunos argumentos que la Consejería emplea para tratar de justificar la demora en la elaboración y aprobación del plan de recuperación del lobo «sirven precisamente para lo contrario, es decir, para aprobarlo a la mayor brevedad, pues constituyen su finalidad intrínseca». Y añade: «La falta de un plan de recuperación que defina las acciones que se van a llevar a cabo para reducir los factores ambientales, económicos y sociales que afectan negativamente a la supervivencia del lobo en la Comunidad Autónoma y adoptar medidas aisladas no contribuyen a invertir la tendencia a la extinción, tal y como exige la legislación».

Concluye el informe del Defensor del Pueblo criticando que ese plan de conservación tan necesario no se haya realizado en estos 16 años a pesar de contar con información suficiente para ponerlo en marcha. Desde finales de los 90 se realizan estudios detallados encaminados a realizar medidas de recuperación. «En 2002 existe ya información básica suficiente para abordar tales medidas” y ya se disponía de unas bases consistentes para la elaboración del plan de recuperación en Andalucía y Castilla-La Mancha.

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6 comentarios

  1. Dice ser Rural

    ¿Y el defensor del pueblo pedirá también máxima protección para los ganaderos y habitantes rurales?
    o se quedará solo en postureo de cara a la galería??

    30 noviembre 2017 | 10:22

  2. Dice ser israel

    Me parece fenomenal, ya esta bien de proteger a ganaderos que viven de subvenciones y que solo saben destrozar el entorno con los incendios que provocan.

    30 noviembre 2017 | 13:27

  3. Dice ser francisco

    seguramente no tiene nada mejor en lo que ocupar el tiempo que le pagamos todos

    30 noviembre 2017 | 14:22

  4. Dice ser Mario

    Ya es hora que empezemos a recuperar la fauna autóctona, que ya tenemos bastante cambio climático con la sobre-explotación agrícola y ganadera

    30 noviembre 2017 | 16:23

  5. Dice ser Rural

    Claro, claro Israel , gracias a los urbanitas la naturaleza es un mundo limpio y puro y sin destrozar……
    Lo que hay que leer señor!!!

    30 noviembre 2017 | 16:26

  6. Dice ser Elena Nito Delbosque

    Como nos gusta tirar el dinero que no tenemos en estupideces, con lo necesario que es para otros asuntos pero claro esto da muchos votos en la urbe
    Viva la desinformación y el negocio de cuidar al lobito
    El lobo ya a demostrado que con la situación actual va a más que coño queréis cambiar para cagarla, estos ecolojetas hacen lo que sea por un buen negocio

    02 diciembre 2017 | 16:46

Los comentarios están cerrados.