La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Las moscas también beben para olvidar el mal de amores

Cuando El Principito llegó al planeta del bebedor la justificación de éste fue penosa: “Bebo para olvidar que tengo vergüenza de beber”. Parece muy humano eso de ahogar penas en alcohol, pero no se crean, hasta las moscas olvidan sus frustraciones en tequila. O mejor dicho, en etanol al 15%. De acuerdo con un estudio elaborado en la universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) y publicado en la revista Science, los machos de la mosca de la fruta rechazados sexualmente prefieren las bebidas alcohólicas a las sin alcohol. Los experimentos fueron interesantísimos, aunque por pura empatía se nos revelan como auténtica tortura para los pobres animales.

Primer experimento: Un grupo de moscones afortunados se unió con hembras receptivas en proporción de 5 a 1. En otro grupo, cada macho tenía tres encuentros diarios de una hora con hembras satisfechas que acababan de copular y rechazaban el nuevo cortejo. Tras cuatro días se juntaron todos a comer, pudiendo elegir alimentos normales o con alcohol añadido. ¿Se imaginan lo qué ocurrió? Efectivamente. Los machos que no se habían comido un colín se lanzaron al vicio, mientras los sexualmente satisfechos eligieron positivamente la comida sin aditivos.

Segundo experimento: Los machos rechazados son posteriormente llevados a un entorno con numerosas hembras receptivas. Tras disfrutar con ellas volvieron a meterlos en el recinto con comida. ¿Saben lo que pasó? Lo lógico. Satisfechos sexualmente ya no probaron el alcohol.

Fuera de nuestra lógica (y experiencia) humana, la explicación está en los niveles de un neurotransmisor implicado en sistemas de recompensa cerebrales cuyo descenso empuja a la bebida. El experimento puede ayudarnos a superar adiciones y depresiones pero, lo que sin duda confirma, es que la distancia entre una mosca y un Homo sapiens es de apenas un vaso de tequila.

Y aunque no venga al caso (o sí) «tómate esta botella conmigo». Como siempre, Chavela.

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7 comentarios

  1. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    Para olvidar yo bebía
    y me olvidé de pagar
    en el único bar que había,
    allí no podía ya entrar
    que mala suerte la mía.
    Pero una novia encontré,
    y lo del beber, se acabó,
    no se pueden imaginar
    lo contento que estoy yo.
    Para dejar de beber
    hay que hacer el amor,
    cuantas más veces mejor,
    así lo hacen las moscas
    también así lo hice yo,
    cambiando alcohol por viagra.

    13 abril 2012 | 07:58

  2. Dice ser Blas de garrafa

    A los humanos nos pasa lo mismo, a fin de cuenta somos animales.

    (Quizás ponga algo de Chavela, en mi nick tenéis música especial)

    13 abril 2012 | 08:00

  3. Dice ser it's coming

    Estas contento? Pues bebe
    Estas triste? bebe
    Estas nervioso? tomate algo
    Estas tranquilo? bebe tambien
    Estas cabreado? echa un trago
    Estas aburrido? privemos

    Estas sobrio?.. que rarito eres

    13 abril 2012 | 08:33

  4. Dice ser My red wardrobe

    Increibles semejanzas con el mundo animal.

    13 abril 2012 | 09:18

  5. Dice ser manué

    pues nada, que les subvencionen el sexo a los borrachos.

    borracho macoste anoche.. borracho melevantado……

    Por cierto. yo cuando follo, fumo.

    13 abril 2012 | 11:05

  6. Dice ser Mosquita Muerta

    Una cosita que le iba a decir, jefe, que ya sé que usted no tiene la culpa, salvo en una cuestión, en el título. ¿Cómo que «las moscas también beben»? ¿Ánde se habla de la problemática de las chicas-mosca? Una de dos, o me cambia el título, o le dice a esa mierda de investigadores que, o le quitan el sesgo sexista a su experimento o les envío a mis primas, las Tse-tse y se olvidan de hacer el bobo por una temporada. Porque, a ver, dan por hecho que las moscas, claro, andamos perfectamente satisfechas por principio, por lo machotes que son los moscones y, claro, no es que no den la talla, sino que nosotras íbamos servidas y les dijimos que nones, cuando lo que nos pasa es que estamos insatisfechas del tó con tanto moscón que nos viene borrachuzo perdío incitaos por esos fascientomólogos y, como mucho, a media asta, media asta de lo suyo, no porque nosotras les pongamos ni medio cuerno ni uno entero, mucho menos los dos, ¡más quisiéramos! ¡Y encima nos llaman pendones! ¡Aaaaay, qué poquita vergüenza!

    ¡Desde que esta panda se puso a experimentar con nuestras emociones, las que nos comemos ni un colín, y nunca mejor expresao, somos nosotras, así que bebemos a escondidas, aunque no sé pá qué, porque esos fascistas de bata blanca ni nos miran!

    ¡QUE LO SEPA EL MUNDO ENTERO! ¡JAJAJAJ!

    13 abril 2012 | 12:56

Los comentarios están cerrados.