Las pseudoterapias inician su campaña de desinformación

El fin de semana suele ser cuando se reposan y se repasan los asuntos de los cinco días previos, y entre ellos, como conté ayer, está la puesta en marcha del Plan para la protección de la salud frente a las pseudoterapias, anunciada el pasado miércoles por María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad, y Pedro Duque, ministro de Ciencia.

Entre esos reposos y repasos, he podido escuchar en la radio, literalmente, la siguiente interpretación de lo ocurrido esta semana: «el gobierno planea prohibir las terapias naturales». Cualquiera que escuche esta versión claramente sesgada llegará a la conclusión de que el malvado gobierno se dispone a clausurar su herbolario favorito e impedirle comprar eucalipto para prepararse unos vahos, o tila para relajarse y conciliar el sueño.

La verdadera información está ahí para quien la quiera: el gobierno informará sobre la eficacia o falta de ella de las distintas alternativas terapéuticas con el fin de que la ciudadanía disponga de los suficientes elementos de juicio para elegir sus opciones. Quien quiera elegir pseudoterapias podrá seguir haciéndolo; pero eso sí, ni a sus prescriptores y practicantes se les permitirá la publicidad engañosa, ni podrán ejercer dentro del sistema sanitario, que como cualquiera puede entender a poco que se lo proponga, debe estar dedicado exclusivamente a la administración de tratamientos terapéuticos que sean probadamente terapéuticos.

Homeopatía. Imagen de MaxPixel.

Homeopatía. Imagen de MaxPixel.

Quisiera equivocarme, pero mucho me temo que el nuevo plan del gobierno puede prender una campaña de desinformación y fake news por parte de los defensores de las pseudoterapias. La anterior interpretación de las intenciones del gobierno es una muestra de cómo la manera de presentar un asunto busca interesadamente provocar una reacción de rechazo en la audiencia: ¡prohibir las terapias naturales! ¡Pero cómo se atreven!

A los agentes de la desinformación se ha sumado, de momento, la presentadora Ana Rosa Quintana. Como informó esta casa el pasado viernes, Quintana defendió las pseudoterapias en su programa, afirmando que «la homeopatía o la acupuntura son ciencias milenarias». Es evidente que la opinión de Quintana sobre estos asuntos debería pesar tanto como su hipótesis sobre el origen y la causa de los Fast Radio Bursts, potentes ráfagas de emisiones de ondas de radio de procedencia aparentemente extragaláctica.

Pero también es evidente que no es así, sino que opiniones como la suya pesan; y obviamente Quintana ignora o bien lo que son la homeopatía y la acupuntura (no son ciencias), o bien lo que es la ciencia (la homeopatía y la acupuntura no lo son), o ambas cosas, y desde luego parece desconocer por completo que los 222 años de existencia de la homeopatía no cuentan como un milenio.

Otro indicio de que la maquinaria pseudoterapéutica puede preparar una intensificación de su campaña de fake news me lo ha proporcionado una persona, defensora de la homeopatía, que parece haberse propuesto espamear mi correo. A su primer mensaje respondí amablemente explicándole qué es la homeopatía, que no cura y por qué no cura, como creo que es mi obligación y hago con gusto siempre que se trate de ayudar a fomentar la información y la cultura del pensamiento. Pero descubrí entonces que esta persona no solo es inmune a la información, sino que ahora parece decidida a dejarme en el correo periódicas notas sobre su visión del mundo.

En su último correo (de los dos que me ha enviado esta misma mañana), me informa de que «la homeopatía ya es legal en Suecia», adjuntándome un enlace y añadiendo que «como siempre, en España somos más listos». Sobre lo de si somos más listos y como ya sugerí ayer, la idea de que debemos mimetizarnos con la manera que en otros países tienen de hacer cualquier cosa sí que tendería a indicar que somos menos listos; si no fuera porque no existen datos que demuestren diferencias de capacidades intelectuales al sur y al norte de los Pirineos.

Pero por supuesto, merece la pena indagar en el caso. El enlace me lleva a una publicación en una web de homeopatía en la que, bajo el título «Fin de la prohibición: en Suecia la homeopatía ya es legal», se cuenta que el Tribunal Supremo de Suecia ha tumbado una sentencia que condenaba a un médico por haber tratado con homeopatía a un paciente. «Los jueces están convencidos de que el médico actuó en interés del paciente y aplicó el medicamento que según los conocimientos del médico era más adecuado para el paciente», dice el texto.

Caramba –viene a pretender que interprete mi comunicante–: mientras que en España se planea restringir la homeopatía, justo ahora en Suecia se le da un empujón validando su eficacia. ¿No?

Bueno, lo cierto es que… no. En primer lugar, y aunque resulte muy oportuno pretender que Suecia ahora se pronuncia en favor de la homeopatía, no es exactamente así: al indagar un poco, descubro que en realidad la noticia original se publicó el 24 de septiembre de 2011. Fue hace siete años cuando el Tribunal Supremo sueco anuló la sentencia que sancionaba a este médico. Y en realidad, como voy a explicar, no se ha producido ningún cambio en el estatus legal de la homeopatía en Suecia, al contrario de lo que mi comunicante pretende hacerme creer.

La sentencia original en cuestión (no tengo la menor idea del idioma sueco, pero este enlace al traductor de Google me ofrece una traducción al inglés razonablemente legible) dice lo siguiente: «El Comité Nacional de Salud concede que los remedios homeopáticos no tienen impacto negativo en el organismo humano. Debe considerarse que el tratamiento homeopático no tiene efecto alguno, pero en general se acepta el positivo efecto placebo que se produce cuando el paciente por sí mismo adopta la iniciativa de tomar un tratamiento que cree que pueda tener un efecto en su enfermedad».

En resumen, la sentencia absuelve al médico de negligencia porque le estaba administrando al paciente un tratamiento que no cura, pero que tampoco le perjudica, y que no hay fundamento para una sanción que solo debe aplicarse cuando un profesional «actúa poniendo en peligro la seguridad del paciente», dice la sentencia. En otras palabras, este es el gran triunfo enarbolado por los defensores de la homeopatía: en Suecia se dictaminó (hace siete años) que administrar agua o pastillas de azúcar a un paciente no pone en riesgo su salud.

La sentencia añadía además un detalle. Basándose en ese posible efecto placebo, que no cura, pero que puede favorecer la percepción de bienestar del enfermo, los jueces citaban la postura del Comité Nacional de Salud y Bienestar de Suecia según la cual «en casos excepcionales los remedios homeopáticos pueden aceptarse como un suplemento a la medicina académica». Pero añadía: «Esto no se aplica al tratamiento sistemático o al tratamiento DE MENORES».

Las mayúsculas son mías; y es que, como ya comenté ayer, la defensa de la libertad de elección solo puede aplicarse a adultos que toman sus propias decisiones sobre su propia salud. Parece que no solamente Suecia no mantiene una postura más favorable a la homeopatía que España, sino que además allí existe un especial énfasis en la protección de los niños contra las pseudoterapias que aquí, al menos según lo presentado en las directrices del nuevo plan del gobierno, aún no se ha contemplado.

Pero insisto: la postura oficial sueca no es más favorable a la homeopatía que la española. Dos años después de aquella sentencia, el Comité Nacional de Salud, a resultas de una investigación encargada por el Ministerio de Asuntos Sociales (traducción al inglés aquí), insistía en la excepcionalidad de la administración de homeopatía: «Las ocasiones en las que los profesionales de la salud pueden desviarse de la ciencia y la experiencia demostrada son, por ejemplo, si un paciente terminal ha probado toda la medicina académica y quiere probar los preparados homeopáticos».

La responsable del estudio, Lisa van Duin, decía: «Entonces, los profesionales legítimos de la salud no pueden decir que se niegan a la homeopatía, sino que en cambio pueden ayudar a que se practique con seguridad», añadiendo que «los tratamientos de medicina alternativa no deben interferir con la medicina de modo que suponga un riesgo para el paciente».

Homeopatía. El preparado Aconitum C30 ha sido el probado en el experimento. Imagen de pxhere.

Homeopatía. El preparado Aconitum C30 ha sido el probado en el experimento. Imagen de pxhere.

La realidad es que Suecia, como el resto de los países de la Unión, se ciñe a las actuales normativas comunitarias sobre pseudoterapias. Y para saber cuál es el estado actual de la homeopatía en aquel país, nada mejor que consultar la web de la Agencia Sueca de Productos Médicos (MPA), que por suerte sí ofrece información en inglés. Y este es el estatus actual de los remedios homeopáticos en Suecia: «Deben registrarse en la MPA para poder venderse en el mercado sueco», dice la web.

¿Y qué necesita un producto homeopático para registrarse en la MPA sueca? La web cita los artículos 14 y 15 de la Directiva 2001/83/EC del Parlamento Europeo, así como el 17 y el 18 de la Directiva 2001/82/EC, para el caso de los productos veterinarios. Y aplicando dichas directivas, se exige a todo producto homeopático «la calidad y seguridad del producto final», «que la fabricación se produzca en condiciones aceptables de calidad», que «la fabricación cumpla con los métodos homeopáticos» y que «la materia prima se haya utilizado previamente en homeopatía». Es decir, ni una palabra sobre su eficacia. O sí, pero no en el sentido en que pretenden los propagadores de fake news. La web añade: «La MPA sueca no evalúa la eficacia de los productos homeopáticos. No se requieren estudios clínicos o literatura científica de apoyo para demostrar el efecto de un producto homeopático. Aún más, no pueden sostenerse indicaciones o efectos para un producto homeopático».

Es decir, la ley sueca tolera la venta de productos homeopáticos, aunque no curen, sin importar que no curen, pero únicamente siempre que no se afirme que curan. Respecto a qué tipo de productos homeopáticos pueden venderse, la MPA especifica que estos «no contengan más de una parte en 10.000 del principio original (equivalente a D4 en el producto final)» y que «si se emplea una sustancia activa empleada en un fármaco que requiere receta, el producto homeopático debe diluir este principio al menos 100 veces respecto a la dosis más baja que requiere prescripción».

¿Y por qué esa dilución D4? Bueno, sencillamente porque es la dilución mínima a la que se ha probado que no existe ningún resto del principio original; en otras palabras, la ley sueca garantiza que los productos homeopáticos que se venden contienen exclusivamente agua (o azúcar, en el caso de las pastillas). Y asegurado esto, nadie puede impedir a nadie que compre agua embotellada o caramelos, aunque sea en dosis muy pequeñas a precios comparativamente astronómicos.

20 comentarios

  1. Dice ser Zaratustra

    ¡Zas, en toda la boca!

    Bravo por el post.

    18 noviembre 2018 | 17:22

  2. Dice ser Robin

    Se nota que bien informado está este pseudoperiodista. Muy bien,por lo menos de engañar que engañe con estilo. Qué bien..

    18 noviembre 2018 | 19:21

  3. Dice ser Pedro Jesús PLV

    Ya sé que no tienes nada que ver con la dirección del 20minutos, te dejan un espacio para escribir y ya está, pero estaría bien que banearan a toda la basura que pulula por aquí defendiendo esta estafa.

    18 noviembre 2018 | 19:30

  4. Dice ser Viriato

    Un artículo muy completo que desarbola todas las mentiras y falsedades de ese grupo que se lucra de engañar a los enfermos vendiendoles esperanza a precio de oro.

    18 noviembre 2018 | 19:33

  5. Dice ser Pedro Jesús PLV

    Robin, aporta tu conociento en base a tus estudios finalizados de 6º de la ESO, mientras tanto me quedo del lado del doctor.

    18 noviembre 2018 | 19:33

  6. Dice ser Viriato_2

    El fin de la prohibición de la homeopatía en Suecia fue después del 2011. Pseudoperiodista, que te corran.

    18 noviembre 2018 | 19:51

  7. Dice ser chechir

    le invito a que revise la publicación última del British medical Journal en su iniciativa clinical evidence …dónde después de un exhausto estudio , demostró que la mayoria de medicamentos que utiliza la medicina alopática no superan los test de efectividad , es decir que no hacen nada, solo un 35% demostraron efectividad y 7 graves daños como efectos secundarios….por ello va a emitir una rueda de prensa la ministra dónde van a retirar todos esos medicamentos de los centros sanitarios? o seguirán vendiendo esos medicamentos a pesar de saber que no son efectivos?…creo que lo segundo…

    18 noviembre 2018 | 20:15

  8. Dice ser abc123456

    la cuestion esta que muchas empresas de seudoterapias de medicina natural como les gusta llamarse contratan a un medico la mayoria de las veces practicamente en edad de jubilacion o ya jubilados que anuncia estos productos dandole un barniz de profesionalidad a lo que no son mas que productos naturales que cualquiera puede comprar en una fruteria o mezclas de componentes mas o menos naturales que en realidad no sirven para nada y que son muy caros.
    lo que tendrian que hacer es una ley que prohiba a los medicos de carrera hacer anuncios de terapias o productos que no tengan que ver con la carrera de medicina ya que en cierta manera estan colaborando con esta estafa.

    18 noviembre 2018 | 20:28

  9. Dice ser Farkas

    Totalmente de acuerdo en cuanto a la homeopatía. Sin embargo, con la acupuntura debo discrepar… Es un arte milenario, con casi 3000 años de desarrollo y está demostrada su utilidad. Otra cosa es que no se vaya a un médico tradicional chino (que ha estudiado 5 años) y se vaya a alguien que se autodenomina acupuntor (curso de unos meses).
    Por lo demás un artículo muy completo.

    19 noviembre 2018 | 08:28

  10. Dice ser me río de janeiro

    Joder, esto parece la SANTA INQUISICIÓN!!

    Esto es ciencia y eso otro no lo es!!

    Por qué?? Poque lo digo yo en base a las creencias, métodos o leyes actuales.

    Si Sr. Yanes, eso mismo hacia la Inquisición. Y como bien sabrá andaban algo equivocados.

    ¿Quieres creerte que me duele que alguién con tu formación científica piense así? No creo que los cientificos estén para comulgar con los dogmas establecidos sino para doblegarlos en pos de un nuevo y mejor conocimiento.

    Y como ves, ni siquiera entro a debatir que es o que no es ciencia. La razón es que no creo en las verdades inmutables, ni en los dogmas, ni en los actos de fe.

    19 noviembre 2018 | 13:32

  11. Dice ser Rompecercas

    Resulta curiosísimo, ambos bandos, farmacólogos y homeópatas son discípulos del mismo maestro, el alquimista y mago Paracelso, precursor en ambos enfoque, quien dijo aquello «Todas las sustancias son venenos, no existe ninguna que no lo sea. La dosis diferencia un veneno de un remedio”, base moderna de la farmacología; como también dijo, «lo similar cura lo similar”.

    Y he ahí que la secta más poderosa ha encarado una guerra de religión contra la otra secta más débil. No veo equilibrio, como por ejemplo podría existir entre Protestantes y Católicos, o entre Chiíes y Sunnies, sino más bien una Guerra Santa o una guerra de exterminio de herejes, porque aquí hay una fe omnipotente y otra residual.

    Además, más curioso todavía, una rama pretende que para la cura de las enfermedades lo único que cuenta es una determinada dósis de medicamento o sustancia activa, mientras que para la otra lo que cuenta es algo casi espiritual, casi mental , la inexistencia incluso de algún activo constatable. Así pues, ambas opciones resultan radicales y opuestas, habiéndose ido radicalizando quizás desde el mismo punto. Es como cuando de la fe cristiana en «Jésus nuestro salvador», surgen dos ramas opuestas, en una te salva, algo con sustancia, tus obras (catolicismo) en otra solo te salva sólo la gracia de Dios (protestantismo)…jeje

    Yo veo ambas opciones radicales, y a buen seguro ninguna lleva la razón absoluta totalmente, porque ninguna cubre todos los aspectos de la enfermedad en un ser humano complejo, que no es sólo una supuesta máquina. Es más, me parece mucho más radical, invasiva y prepotente la disciplina farmacológica dura, y esta sin duda es la que necesita hoy por hoy todos los controles y críticas a toda su omnipotencia actual.

    19 noviembre 2018 | 15:24

  12. Dice ser Rompecercas

    Farmacólogos contra homeópatas…¿No es asombroso que el dominio definitivo sobre el hombre se lo disputen dos sectas de discípulos de un mago, Paracelso? Sólo en los más increibles libros de fantasía de Tolkien o Dunsany podría encontrarse algo así…jaja

    Yo pronostico que ganará la secta cientifica, pero con las ideas de la otra, que son más humanas, una vez exterminada y saqueada.

    19 noviembre 2018 | 22:29

  13. Empezar por utilizar la palabra pseudoterapia es en sí una auténtica manipulación. No sé cuanto te pagan por escribir esto, pero solo es basura. Cuando los medicamentos-cirugías maten a tu hijo, te vas a reír de las psudoterapias.

    20 noviembre 2018 | 00:04

  14. Dice ser Rompecercas

    Más curioso aún, la medicina oficial «le roba» y reconoce a la homeopatía «mágica» su efecto y le llama placebo, o efecto psicológico, reconociendo su grado de efectividad. Se apropia de su parte de verdad, de una práctica homeopática que tiene por tanto su parte de razón en cuando al comportamiento ante la enfermedad, y a la que tendría que estar muy agradecida por la ampliación del rango de los conocimientos. Una vez perpetrado el robo, le niega toda verdad, y se dedica a exterminarla y a quitarle cualquier posición de poder o recurso económico, en provecho propio.

    ¿A qué recuerda esto? ¿A la conversión de los dioses y diosas paganas en santos o vírgenes, para dominar a sus fieles? Así la medicina oficial, trata de tomar el control absoluto de las prácticas homeopáticas, dentro de la jerarquía oficial, para que la administren solo médicos, o la degraden. Al final, se la apropiarán completamente, porque saben de su utilidad para ellos.

    Pero la realidad es que la ciencia reconoce la efectividad de algunos aspectos de lo que sonaba en el viejo Paracelso a lenguaje mágico, cuando al mismo tiempo de una concepción química, hablaba las otras esferas o entia que determinan la vida humana: ens astrale, ens veneni, ens naturale, ens spirituale, ens Dei (no en lenguaje científico sino simbólico)

    Señores, como otras veces, el poder oficial, se apropia de cualquier saber que funciona en pequeña o gran medida, y manda a la Inquisición a sus representantes, filósofos, alquimistas, curanderos, astrólogos, místicos o a los representantes del saber popular y ciudadanos de a pie, que tanto han contribuido a la suma del conocimiento en general a lo largo de la historia, para concentrar todo el poder actual en un estamento y jerarquía doble, tecnocientífica y estatal, ante la que, cada día menos, nadie puede rechistar, a riesgo de ser tachado de lo peor.

    Ahora, que alguien me asegure que no es acumulación de poder, que es pura bondad…jeje

    20 noviembre 2018 | 15:52

  15. Dice ser SYD

    Estáis temblando magufos!!!, se os acaba el chollo!!!!

    Rompe, has explotado de rabia ya??!, qué patético.

    21 noviembre 2018 | 14:07

  16. Dice ser Alhora

    Madre mía el rompecercas. Me juego el cuello a que tiene una vida vacía. Cómo tiene que estar bajo mínimos de ocio alguien para comentar sistemáticamente el 90 % de los posts de este blog.

    Chupito cada vez que suelte una gilipollez.

    21 noviembre 2018 | 14:14

  17. Dice ser Mairo

    Calla, calla, que acabamos borrachos todos los días. Tan solo ve cómo se pone en ridículo cada vez que escribe. Es realmente entretenivo ver cómo intenta hacerse el importante en los comentarios de un periódico digital. Un chow.

    21 noviembre 2018 | 14:17

  18. Dice ser Javier

    Llama la atención el interés que se tiene en este país de que no suceda lo que recomienda la OMS al respecto de que la medicina complementaria sea regulada e incorporada en los sistemas sanitarios convencionales de los estados miembros. Especialmente cuando ya lo hacen muchos países de nuestro entorno en los que sí se investiga. ¿Por qué será?

    09 diciembre 2018 | 21:42

  19. Dice ser JAVIER

    Pseudotrapia, pseudoanálisis o pseudoperiodismo ¿Quién cree que puede calificar así?

    10 diciembre 2018 | 19:19

  20. Dice ser SYD

    Alguien que sabe de lo que habla Javier. Alguien que sabe de lo que habla. Desde luego con mucha más razón que marrulleros que comentan en la sección de comentarios de un periódico digital buscando una notoriedad inexistente.

    15 diciembre 2018 | 09:25

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