Desde luego que Fernando Alonso no descubrió la pólvora cuando después de realizar su test para la IndyCar en Alabama enumeró las tres opciones que baraja ante la posibilidad de competir en Estados Unidos la próxima temporada:
«Puedo hacer el campeonato completo, puedo hacer una sola carrera o puedo no hacer nada»
Voy, sin embargo, a desgranar un poco esas tres opciones y lo que suponen tanto para Fernando como para los aficionados:
1. Temporada completa: Afrontar el campeonato completo de la IndyCar es, sin duda, la opción más atractiva para todos. Para Alonso supondría la posibilidad de ganar el campeonato más prestigioso que se disputa al otro lado del Atlántico y añadirlo a sus títulos en Fórmula 1 y al que probablemente logrará en el Mundial WEC. Fernando podría ser el primer piloto de la historia en ser campeón de F1, IndyCar y WEC. Para sus seguidores supondría, además, la oportunidad de verle competir con frecuencia, aunque con horarios un poco extraños debido a la diferencia horaria con EE UU.
2. Una carrera: Alonso disputaría únicamente las 500 Millas de Indianápolis, la carrera más emblemática de la IndyCar y probablemente del mundo. Ganar las 500 Millas es el gran objetivo del asturiano y le permitiría completar la Triple Corona tras sus victorias en GP de Mónaco y 24 Horas de Le Mans. Es la segunda opción más atractiva para los aficionados. Verle correr de nuevo en el óvalo de Indianápolis levantaría una enorme expectación. Creo, sin embargo, que disputar la temporada completa de la IndyCar le ayudaría a preparar mejor esta carrera.
3. No hacer nada: Evidentemente, es la peor opción, pero eso no significa que Alonso esté cruzado de brazos en 2019 porque, como mínimo, continuará disputando la temporada del campeonato mundial de resistencia (WEC), que termina en junio del próximo año. Es decir, Fernando disputaría en 2019 al menos tres pruebas, incluidas las 24 Horas de Le Mans.
PD. Espero verle disputando la temporada completa de la IndyCar y dejando su sello en los circuitos americanos. No hay duda de que la IndyCar y, por supuesto, las 500 Millas de Indianápolis, son carreras mucho más divertidas que la Resistencia o, incluso, la F1 actual.