Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

Los seis años en Guantánamo del periodista Sami Al Hajj

“A la luz de mi propia experiencia de encarcelación soy consciente de lo difícil que debe ser para ti y para tu familia sobrellevar tu detención, y espero que tu caso se pueda resolver pronto”.

Esta es parte de la carta que Alan Johnston, corresponsal de la BBC que fuera secuestrado durante cuatro meses en Gaza, escribió a Sami Al Hajj, cámara de la televisión Al Yazira, cuando este último llevaba cinco años detenido en Guantánamo sin que se hubiesen señalado formalmente cargos en su contra.

Un acto de solidaridad entre colegas de profesión que no fue el único, ya que decenas de periodistas, organizaciones de derechos humanos y cientos de personas anónimas han expresado a lo largo de este tiempo su apoyo a Sami Al Hajj, conocido en el mundo como el prisionero 345.

Finalmente, la semana pasada, en vísperas del Día Internacional de la Libertad de Prensa, las autoridades de EEUU dejaron salir a Sami Al Hajj sin dar explicación alguna de lo sucedido.

Detención en Pakistán

Como bien resalta Algarabía, Sami Al Hajj, sudanés de origen, se encontraba en Damasco junto a su familia cuando tuvieron lugar los atentados de Al Qaeda contra las Torres Gemelas y el Pentágono.

Días más tarde, el 22 de septiembre, la cadena qatarí le pidió que viajara a Afganistán para cubrir los ataques de las fuerzas estadounidenses contra el régimen talibán.

Era su segundo trabajo para esta televisión. Y aunque contaba con un pasaporte en regla, y con visado de periodista, los servicios de inteligencia paquistaníes (ISI) lo detuvieron alegando que se trataba de lo que se conoce como un “enemigo combatiente”.

Secuelas psicológicas

Tras ser detenido, Sami Al Hajj, que tenía 33 años, fue conducido a la base de Bagram, donde sufrió largas sesiones de tortura. En sus propias palabras: “los peores 16 días de mi vida”.

Desde allí fue enviado a Guantánamo, prisión en la que seguirían las vejaciones físicas y psicológicas durante los siguientes años, tanto es así que en enero de 2007 Al Hajj perdió la voluntad de vivir y comenzó una huelga de hambre. Cada día era atado de pies y manos para ser alimentado por la nariz.

Quienes lo vieron en libertad la semana pasada afirmaron sorprendidos que Al Hajj parece un anciano. La cadena Al Yazira, que en todo momento defendió la inocencia de su cámara, realizó un documental que ganó numerosos premios sobre la historia del prisionero 345.

Al Yazira sufrió dos ataques de EEUU. Sus oficinas de Kabul fueron bombardeadas en noviembre de 2001. Como también las de Bagdad, en 2003, hecho que costó la vida a un periodista.

No pocos explican la detención de Al Hajj como un mensaje, como una forma de presión, a los reporteros de esta cadena, prohibida, curiosamente, no en pocos países árabes que la consideran demasiado liberal, y acosada constantemente en los propios EEUU y en Israel.

¿Por qué?

El tiempo perdido en la vida de Al Hajj jamás le será devuelto, como el daño que físico, psicológico y moral que se le causó nunca le será compensado.

Imposible comprender la soberbia de los EEUU, que ha montado una red internacional de secuestro y tortura que viola las nociones del derecho más elemental.

Si cuando trabajaba para una compañía de bebidas qatarí, según informa el Washington Post, Al Hajj realizó varios viajes a Azerbaijan a principios de los años noventa en los que podría haber llevado dinero para combatientes musulmanes en Chechenia y Bosnia, ¿por qué no buscar testigos, por qué no juzgarlo con garantías?

Difícil entender por qué este país, que algún día se erigió como un estandarte de la democracia, insiste en comportarse al modo de las peores dictaduras latinoamericanas de los años setenta, no sólo llevándose por delante la vida de inocentes, sino erosionando su propia imagen a niveles de decadencia moral que quizás sólo había alcanzado en los tiempos de Henry Kissinger.

6 comentarios

  1. Dice ser Hernán Zin

    Buenas tardes a todos!! Algunos casos puntuales de las violaciones a la libertad de prensa, que seguirán por China, Birmania…Abrazos!! HZ

    06 mayo 2008 | 18:23

  2. Dice ser Silvina

    Hola Hernán. Te recomiendo que veas la película ¨El sospechoso¨(Meryl Streep-Jake Gyllenhaal). No sé si se puede calificar de buena a nivel cinematográfico, pero trata justamente la temática de los secuestros y torturas que EEUU patrocina y/o encubre en otros territorios escudándose en su ya remanido argumento de ¨combate al terrorismo¨. El tema de las torturas me resulta horroroso y repugnante, pero lamentablemente existe y de nada sirve mirar para otro lado. El gran dilema es: se puede combatir este flagelo? Tengo un gran pesimismo respecto a ello.De algo estoy segura: de experiencias tan traumáticas nunca se regresa por completo.Cuidate mucho. Un abrazo. Silvi

    06 mayo 2008 | 19:56

  3. Dice ser Silvina

    Tengo una curiosidad: hace unas dos horas publiqué un comentario en este sitio. Lo pude ver durante um rato, pero luego desapareció. Habrá algún problema en el blog? Si alguien puede aclarar, desde ya agradecida.

    06 mayo 2008 | 23:24

  4. Dice ser Marta

    Felicidades a Sami y a su familia. Pero, acercándonos, en España también hay historias que contar. El periodista español de origen sirio Tayseer Allouni, de la cadena Al-Yazira, continúa en prisión domiciliaria, condenado por la Audiencia Nacional por supuesta colaboración en los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. La principal prueba de cargo: ser el primer periodista en entrevistar a Osama Bin Laden, el 21 de octubre de 2001. Allouni padece una enfermedad cardiorespiratoria, agravada por los padecimientos del proceso judicial y los tres de los siete años de condena ya transcurridos.

    07 mayo 2008 | 09:15

  5. Dice ser IMak

    ¿Quedan más periodistas en Guantanamo?

    07 mayo 2008 | 09:49

  6. Dice ser Thais GB

    Escribi y no se publicó…lástima. Lo resumo ahora. El tema causa cosquillas a mucha gente. No pueden tolerar que árabes piel curtida deban tener derecho a la vida, al agua, al techo, la salud y a creer en Alá. Creo que tarde o temprano, ambas ya están presentes, el pueblo dirá No Más!!!..Israel no puede seguir imponiéndose como destructor a punta de tanques. Basta del abuso, basta de muros, basta de miradas cómplices que no detienen esta masacre. Mientras más leo, vivo y soy testigo de la realidad, menos me va importando la versión israelita.Por cierto, no todos los que viven en Israel son judios?. pregunto para seguir precisando.Saludos HZSaludos Blog

    07 mayo 2008 | 18:16

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