Una cosa es que la naturaleza no deje de sorprendernos y otra es que su espectacularidad nos pulverice todos los esquemas. Que se lo digan a los científicos que estudian la migración de una pequeña ave de nuestras costas, la aguja colipinta (Limosa lapponica).
La ves picoteando el barro en las costas españolas, con su exageradamente largo pico y unas delgadas patas de zancuda, y te parece imposible que pueda moverse mucho más allá de esa playa. Pero es una especie de viajes heroicos que para sí los quisiera Charles Lindbergh. Especialmente 4BBRW, la aguja colipinta que acaba de batir el récord mundial de migración sin escalas al volar de Alaska a Nueva Zelanda sin parar: ¡12.200 Km en 11 días! Lee el resto de la entrada »