La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Entradas etiquetadas como ‘especies introducidas’

Prohibido regalar tortugas de agua esta Navidad

Desde el pasado 13 de diciembre, la publicación del Real Decreto 1628/2011 por el que se regula el listado y catálogo español de especies exóticas invasoras ha puesto en orden de busca, captura y eliminación a muchas mascotas y plantas de jardín. Entre ellas las populares tortuguitas de agua, esas que muy probablemente esta Navidad serían regalo habitual para muchos niños y para las que se ha decretado su eliminación en todo el Estado español.

Dos especies de galápagos de agua muy frecuentes en nuestras casas tienen los días contados. Son el galápago de Florida (Trachemys scripta) y la tortuga pintada (Chrysemys picta). A los primeros, la normativa permite una moratoria de 16 meses para que los comercios las vayan sustituyendo por otras tortugas menos peligrosas para el medio ambiente. Para los segundos no hay plazos, deben desaparecer ya de las tiendas.

¿Qué ocurrirá con las compradas con anterioridad a la entrada en vigor del decreto? Hay un año de plazo para inscribirlas en un registro de las Comunidades Autónomas. Para ellas se prohíbe terminantemente su reproducción. Y las autoridades competentes deberán facilitar la entrega voluntaria de los animales referidos, que con toda seguridad serán después sacrificados.

¿Por qué se quiere acabar con estas tortugas? El propio decreto lo explica así: porque son especies exóticas para las que existe información científica y técnica que las señala como una amenaza grave para las especies autóctonas y los hábitats naturales.

¿Son de verdad una amenaza? Sí que lo son. Su presencia en espacios naturales (protegidos o no) está poniendo en grave peligro a las poblaciones de peces endémicos y de tortugas autóctonas. También es un problema económico. En la Comunidad Valenciana hay en marcha un programa Life de erradicación del galápago de Florida presupuestado en 1,2 millones de euros.

¿Se cumplirá este Real Decreto? Evidentemente no. Existen cientos de miles de Trachemys repartidas por otros tantos cientos de miles de domicilios particulares donde gozan del respeto y el cariño de sus dueños. Lógicamente, muy pocos notificarán a las CCAA su tenencia y resulta surrealista pensar que la Policía o la Guardia Civil vaya ir por ahí decomisando estos animales.

¿Quién tiene la culpa de esta situación? Todos, pero especialmente las Administraciones. Se ha favorecido durante décadas un comercio indigno de tortugas acuáticas como caprichos de usar y tirar debido a su bajo precio comercial. Nunca se dijo ni hizo nada para evitarlo y ahora es demasiado tarde.

¿Hay peligro de efecto rebote? Esta normativa se ha hecho para evitar que las tortugas acaben en charcas, ríos y embalses, pero su efecto puede ser catastrófico. Mientras no se articulen correctamente las medidas de recogida, y el fantasma de su eutanasiado caiga sobre ellos,  se producirá una avalancha de liberaciones ilegales en el medio natural. Y habrá sido peor el remedio que la enfermedad.

¿Servirá para algo? Para muy poco. Una vez más se ha aprobado una normativa de protección de la naturaleza diseñada para no cumplirla pero hecha para poder decir que está aprobada. Al final habrá cientos de miles de ciudadanos desinformados con posesión ilegal de tortugas, varias decenas de miles más de tortugas serán soltadas en humedales y acabarán destrozando valiosos hábitats naturales. Pero por lo menos, y esto es lo único positivo, se ha cerrado el grifo en las tiendas de mascotas. Ya no volverán a ser el regalo barato de Reyes.

Y no es una inocentada del 28 de diciembre. Puedes leer el Real Decreto completo en este enlace del Boletín Oficial del Estado.

Os dejo aquí las disposiciones que atañen directamente a estas dos especies, según aparecen señaladas en el Real Decreto:

Artículo 8. Efectos de la inclusión de una especie en el Catálogo o en el Listado.

2. La inclusión de una especie en el Catálogo, de acuerdo al artículo 61.3 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, conlleva la prohibición genérica de su posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos, de sus restos o propágulos, incluyendo el comercio exterior.

Disposición transitoria tercera. Animales de compañía, animales de compañía exóticos o domésticos.
Los ejemplares de las especies animales incluidas en el Catálogo adquiridos como animales de compañía, animales de compañía exóticos o domésticos antes de la entrada en vigor de este real decreto, podrán ser mantenidos por sus propietarios, si bien, deberán informar, en el plazo máximo de un año, sobre dicha posesión a las autoridades competentes de las comunidades autónomas y ciudades de Ceuta y Melilla. Estas autoridades podrán establecer, en su caso, sistemas apropiados de identificación y/o marcaje (tatuaje, crotal, microchip y registro veterinario), siempre que sea factible y necesario y, solicitarán la firma de una declaración responsable por el propietario. Los propietarios deberán informar con carácter inmediato de la liberación accidental de estos y no podrán comercializar, reproducir, ni ceder a otro particular estos ejemplares. Como alternativa a lo contemplado anteriormente, las autoridades competentes facilitarán, en caso de solicitarse, la entrega voluntaria de los animales referidos. Esta entrega se podrá realizar en primera instancia y de forma temporal, y mientras son recogidos por las autoridades competentes en esta materia, en puntos de venta de animales de compañía o domésticos y núcleos zoológicos legalmente constituidos que puedan ser reconocidos por la autoridad competente como habilitados para ello.

Disposición adicional sexta. Disposiciones específicas para el galápago americano o de Florida («Trachemys scripta»).
Las subespecies «Trachemys scripta scripta» y «Trachemys scripta troosti», se incluyen en el Catálogo a partir del 1 de mayo 2013. Hasta ese momento, se procederá a la sustitución progresiva de dichas subespecies en el comercio de animales de compañía, animales de compañía exóticos o domésticos por especies no invasoras. Asimismo, durante ese periodo, los titulares de las instalaciones y los particulares dedicados a la venta adoptaran medidas de prevención adecuadas para evitar la introducción de las citadas especies en el medio natural.

También puedes encontrarme en Twitter (@lacronicaverde) y en Facebook (www.facebook.com/cronicaverde)

**Comparte con tus amigos este post:

Bookmark and Share

 

Inglaterra declara la guerra a los loros

Verdes, ruidosas, exóticas, llegaron al Reino Unido hace apenas 40 años y ya son un incómodo enemigo con alas.

La cotorra de Kramer (Psittacula krameri) y la cotorra argentina (Myiopsitta monachus) acaban de convertirse oficialmente en plaga en Inglaterra. Como la barnacla canadiense (Branta canadiensis) o el ganso de Egipto (Alopochen aegyptiacus), son consideradas una amenaza, ya sea para la fauna nativa o para la salud pública. Una designación que permite que cualquier persona podrá dispararlas en cualquier época del año sin ningún permiso especial, e incluso destruir sus nidos. Es la guerra contra ellas.

Escapadas o soltadas inconscientemente de las jaulas, estas aves se han adaptado admirablemente al duro clima británico. Su población reproductora actual supera las 4.700 parejas y se están expandiendo de manera constante por el norte hasta llegar a Escocia. A costa de quitar los nidos a los pájaros carpinteros para criar en ellos, y de dañar los cultivos frutales. Como ocurre igualmente en España, donde también se quiere acabar con las cotorras.

El control de las especies invasoras es un grave problema de conservación en Europa. Su eliminación de los ecosistemas naturales debería de ser una prioridad de las Administraciones desde el primer momento en que se detecta su presencia, pues luego ya es demasiado tarde. Mejillón cebra, cangrejo americano, los loros y una larga lista de plantas y animales acaban provocando un grave impacto medioambiental y también económico.

Pero a tiros no vamos a solucionar nada. Servirá para aplacar al agricultor afectado, a quien le dejarán desahogarse del daño provocado por estas aves a tiro limpio. Y nada más. La única solución real es impedir el tráfico mundial de especies exóticas, pero eso nunca se hará pues hay mucho dinero en juego.

De todas formas, disparar a una bellísima cotorra ¿no os parece una salvajada? Qué culpa tendrá ella de nuestras manías y de nuestros vicios.