El pobre Pantalones se enfrenta a la que será probablemente su última primavera. El viejo olmo del Real Jardín Botánico de Madrid, 226 espectaculares años y un tronco bifurcado a modo de pantalón plantado patas arriba, está muy enfermo. Agoniza. El machadiano árbol tiene el corazón podrido.
Grafiosis lo llaman. Un hongo letal y sin cura responsable de la muerte de millones de olmos ibéricos, algunos tan simbólicos como el Árbol de la Música de Soria; otros tan queridos en mi infancia burgalesa como la impresionante olma de Riocavado de la Sierra. Lee el resto de la entrada »