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La falta de hembras podría explicar los tríos de alimoche en Canarias

Tres guirres posados en los llanos de Fuerteventura. Foto: Manuel de la Riva /EBD-CSIC

El guirre, el alimoche endémico de Canarias, tiene muchos y graves problemas. Ha estado a punto de extinguirse de las islas por culpa del veneno, choques y electrocuciones contra tendidos eléctricos. Ya solo resiste en las islas de Fuerteventura y Lanzarote, donde en los últimos años sus poblaciones comienzan a recuperarse tímidamente. De los 150 que había en 1998, cuando me encargué de realizar su primer censo, se ha pasado a cerca de 400 individuos repartidos en 90 territorios donde cada año consiguen volar entre 35 y 50 nuevos pollos.

Un dato muy curioso es que en el mundo de los guirres, los tríos son bastante habituales. Los científicos conocen este fenómeno como poliandria, varios machos criando con una misma hembra. Hasta ahora se desconocía la razón de tal comportamiento, mucho más raro entre los alimoches europeos. Un reciente trabajo podría haber dado con la respuesta. ¿Por qué hay tantos tríos de guirre en Canarias?

Adulto de guirre con la anilla que permite su individualización y estudio. Foto: Cabildo de Fuerteventura

Demasiados machos y pocas hembras

La respuesta a las parejas integradas por dos machos y una hembra podría deberse a que nacen más machos que hembras. Y los guirres, tradicionalmente monógamos, se adaptan a esta situación anómala teniendo sexo en grupo y formando familias diversas capaces de sacar adelante a sus crías. Así lo apunta un reciente estudio realizado por un equipo científico del CSIC, quien ha comprobado que las parejas de alimoches crían más pollos machos que hembras en las islas Canarias frente a lo que ocurre en la Península.

¿A qué se debe esta diferencia? Es posible que se produzca, arguyen los investigadores, porque criar alimoches hembra conlleva un mayor coste, ya que son algo más grandes que los machos. Y los recursos disponibles en las Canarias orientales, la zona donde crían, podrían ser más escasos dada la aridez extrema del terreno. La relevancia de esta investigación, que se ha prolongado en el tiempo durante casi tres décadas, es que las variaciones en la proporción de sexos de los pollos de poblaciones tan amenazadas como las de alimoche pueden generar alteraciones peligrosas que lleguen a comprometer su viabilidad.

Mapa con las poblaciones de alimoche o guirre estudiadas en este trabajo del CSIC.

Miles de pollos sexados así lo confirman

“Tras determinar el sexo de más de 1.600 pollos de alimoche que han sido monitoreados en la península Ibérica, Baleares y Canarias durante casi 30 años, encontramos que hay una mayor proporción de pollos hembra en la Península (53%), y sobre todo una mayor cantidad de pollos macho en las islas Canarias (55%)”, apunta Guillermo Gómez López, investigador del MNCN.

“Esta diferencia podría deberse a las condiciones particulares de las zonas de cría en las islas Canarias orientales, donde hay una notable aridez y escasez de alimento. También a la proporción de individuos inmaduros que crían en las diferentes poblaciones”, continúa Gómez López.

La Estación Biológica de Doñana es otro de los institutos del CSIC participantes en la publicación científica. Desde allí se mantienen dos proyectos de seguimiento de la población de alimoches, uno en el valle del Ebro, iniciado hace más de 30 años y otro en Canarias con casi 25 años de antigüedad.

Estos programas a largo plazo, únicos en España y en Europa, ofrecen importantes datos que permiten abordar cuestiones claves sobre la ecología y la conservación de estas especies amenazadas, como las que se han investigado en este estudio.

El hecho de que en una especie que basa su reproducción en la monogamia, como es el caso del alimoche o guirre, no haya una proporción similar de machos y hembras podría provocar una reducción de la viabilidad de sus poblaciones a largo plazo, algo que ya ha sido demostrado para otros vertebrados con desequilibrios en la proporción de sexos.

La situación, ya de por sí compleja para la especie en Canarias, podría verse agravada aún más con el aumento de esos tríos poco habituales en vez de las tradicionales parejas heterosexuales. Una situación que los expertos califican como «comportamientos mal adaptativos».

Evolución por sexos y regiones de los pollos de alimoche estudiados.

Es solo una hipótesis, reconocen los investigadores, pero es posible que estos buitres críen más pollos macho que hembras en las Canarias porque, al ser de menor tamaño, necesitan menor cantidad de alimento.

“Es esencial continuar realizando estudios como éste para entender mejor la ecología de poblaciones que, como el alimoche canario, se encuentran aisladas. Y es que, pequeños cambios en la proporción de sexos en especies que crían sólo uno o dos pollos al año y que están amenazadas pueden suponer grandes alteraciones en toda una población”, concluye Guillermo Gómez López.

Pollo de alimoche en su nido. Foto: Guillermo Blanco

Artículo citado: Guillermo Gómez-López et al. Insularity determines nestling sex ratio variation in Egyptian vulture populations. Ecology and Evolution DOI: https://doi.org/10.1002/ece3.10371

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