¿Son plausibles los alienígenas (parecidos a nosotros) de la ciencia ficción? (II)

Un humano es un organismo con forma de tubo (boca y ano), simetría bilateral, un bloque central que contiene los órganos internos flanqueado por pares de extremidades para la movilidad y la interacción, y un control centralizado (el cerebro) situado en un apéndice específico (la cabeza) que contiene además los principales mecanismos sensoriales.

Desde los hombrecillos verdes o grises hasta las variaciones como los xenomorfos de Alien, infinidad de películas nos presentan seres antropomorfos, que comparten con nosotros estos mismos planos generales de construcción. Pero ¿es esto posible? ¿Es plausible que un alienígena se parezca tanto a nosotros?

Alienígenas de 'Encuentros en la tercera fase'. Imagen de Columbia Pictures.

Alienígenas de ‘Encuentros en la tercera fase’. Imagen de Columbia Pictures.

La respuesta corta es que nadie lo sabe, dado que, una vez más, aún no conocemos alienígena. Para la respuesta larga, debemos comenzar respondiendo a otra pregunta: ¿la evolución es determinista o indeterminista? Es decir: a partir de una situación inicial y si jugamos la partida dos veces, en la Tierra y en otro planeta, ¿cuánto se parecerá el resultado final en los dos casos?

A su vez, la respuesta corta a esta pregunta es que nadie lo sabe. Hay quienes intuyen que un alienígena debería parecerse algo a nosotros, porque… ¿no? Y hay quienes intuyen que debería ser completamente distinto, porque… también, ¿no?

Pero la simple intuición no responde a la pregunta de hasta qué punto un experimento evolutivo paralelo encontraría o no algunas de las mismas soluciones como adaptaciones favorables en un medio parecido o diferente del terrestre. Haría falta repetir el experimento completo de la evolución, primero en nuestra propia Tierra, después en otros planetas habitables.

Por desgracia, esto no está a nuestro alcance. Tal vez algún día la Inteligencia Artificial logre refinar una simulación lo bastante completa como para darnos pistas reales, pero son tantas las variables implicadas que no será tarea fácil aproximarse lo suficiente a un escenario comparable a la realidad. Sería la simulación más complicada jamás emprendida.

A pesar de todo, tampoco estamos completamente perdidos. Tenemos teorías razonables, y tenemos también algunos datos experimentales que pueden tirar algún que otro raíl en el camino hacia estas respuestas. A continuación les cuento algunas de estas pistas, pero ya les adelanto que la conclusión nos devuelve a la respuesta corta: en realidad, nadie lo sabe.

E. T. Imagen de Universal Pictures.

E. T. Imagen de Universal Pictures.

Comencemos por la teoría. En los años 70 Stephen Jay Gould, una de las mentes más preclaras de la biología evolutiva del siglo XX, defendió la hipótesis de que la evolución no es determinista sino imprevisible, y que si pudiéramos rebobinar la cinta del planeta Tierra unos cuantos millones de años y volver a ejecutar el programa, los humanos ni siquiera estaríamos aquí.

Hay que tener en cuenta que toda la vida en la Tierra (al menos la que conocemos hasta ahora) procede de un antepasado común, el cual ya había adoptado ciertas opciones evolutivas que todos hemos heredado. Al ir diversificándose en ramas separadas, estas a su vez también fueron optando por determinadas soluciones que restringían el repertorio de configuraciones de sus descendientes. Pero según la hipótesis de Gould, que siguen muchos otros biólogos evolutivos, si pudiéramos regresar al comienzo quizá la segunda vez se elegirían soluciones diferentes y todos tendríamos, por ejemplo, simetría radial, como los equinodermos (estrellas y erizos de mar).

La teoría de Gould tendería a rechazar la posibilidad de alienígenas antropomorfos. Pero no todos los expertos están de acuerdo con él. Otros biólogos evolutivos, como Richard Dawkins o Simon Conway Morris, piensan que la evolución es al menos en parte un proceso determinista. Es decir, que desde la misma situación de partida, hay sucesos que tienden a repetirse.

Para comprender lo complicado que resulta teorizar sobre esto, tengamos en cuenta que incluso desde enfoques opuestos puede llegarse a conclusiones parecidas, pero también desde un mismo enfoque puede llegarse a conclusiones opuestas. Dos ejemplos: Conway Morris es creyente, Dawkins es ateo, y ambos son deterministas. Conway Morris es determinista, Gould lo contrario, y ambos se basan en las mismas pruebas, el esquisto de Burgess, un conjunto de fósiles hallado en Canadá a comienzos del siglo XX.

Un fósil de Anomalocaris del esquisto de Burgess. Imagen de Wikipedia / Keith Schengili-Roberts.

Un fósil de Anomalocaris del esquisto de Burgess. Imagen de Wikipedia / Keith Schengili-Roberts.

La razón principal que suelen esgrimir los deterministas es la evolución convergente. A lo largo de la historia de la vida en la Tierra, ha habido innumerables ocasiones en que la evolución ha encontrado las mismas soluciones en ramas independientes del árbol genealógico de los seres vivos.

Por ejemplo, los murciélagos y las aves tienen alas, pero las desarrollaron de forma independiente. Los ojos de los pulpos son pasmosamente parecidos a los nuestros, pero es evidente que ellos y nosotros no procedemos de un antepasado común con ojos. Este año un estudio descubrió que el apéndice, ese colgajo intestinal al que tradicionalmente no se le suponía otra función que llevarnos a Urgencias, ha surgido en la evolución más de 30 veces de forma independiente en unos animales y otros. ¡Más de 30 veces! Esto no solamente nos dice que muy probablemente el apéndice sirve para algo más, sino que es otro magnífico ejemplo de evolución convergente. El propio Conway Morris ha documentado muchos ejemplos en los fósiles de Burgess.

Así que la teoría no nos ofrece una respuesta clara. Pasemos ahora a la práctica: ¿qué nos dicen los experimentos? Obviamente, no podemos regresar al pasado, volver a jugar la partida de la evolución desde el principio y ver qué ocurre. Pero sí podemos hacer lo segundo mejor: ver qué hace la naturaleza en situaciones de evolución a corto plazo, y diseñar experimentos en condiciones controladas donde puedan estudiarse estos trocitos parciales de evolución.

Sobre lo primero, se han estudiado casos en animales como peces y lagartos. Respecto a lo segundo, hace tres años y medio les conté aquí un precioso ejemplo, un experimento con insectos palo llevado a cabo por el español Víctor Soria-Carrasco en la Universidad de Sheffield (Reino Unido). Los investigadores emplearon un tipo de insecto palo californiano que prácticamente nace, vive y muere en la misma planta, y del que existen dos variedades diferentes adaptadas al camuflaje en dos tipos de arbustos. Intercambiando los bichos de planta en unos lugares y otros, podían comparar los cambios genéticos que se producían entre dos de estos experimentos evolutivos independientes.

El resultado fue que en la evolución de estos bichos palo había un 80% de cambios diferentes y un 20% de cambios comunes. O sea, que a pesar de que mayoritariamente la evolución seguía caminos distintos en dos partidas diferentes, había un 20% de evolución convergente, o un 20% de determinismo evolutivo. Por supuesto que entre este caso y la evolución de la vida en otro planeta media un abismo, pero esta era la especulación de Soria-Carrasco sobre si los alienígenas podrían seguir caminos evolutivos parecidos a los nuestros: «muchas cosas serían diferentes, pero probablemente seríamos capaces de distinguir un tema central que siempre sería el mismo».

El experimento más extenso de la historia de la ciencia para entender cómo funciona la evolución se desarrolla desde hace 30 años en la Universidad de Harvard. En febrero de 1988, el biólogo evolutivo Richard Lenski sembró bacterias Escherichia coli en 12 frascos con medio líquido de cultivo, algo habitual en muchos laboratorios de biología. Pero Lenski dejó a las bacterias la glucosa justa solo para sobrevivir durante la noche hasta la mañana siguiente, y por la tarde recogió a las supervivientes para trasvasarlas a un nuevo cultivo. Así, día tras día, durante más de 29 años.

Con la limitación de alimento, Lenski introducía un factor de presión para dirigir la evolución de las bacterias; tal como hace la selección natural, solo las bacterias mejor adaptadas al medio sobrevivirían. Cada 75 días, lo que equivale a unas 500 generaciones de E. coli, los investigadores congelan una parte de los cultivos para capturar una foto del proceso evolutivo. Analizando los genes de las bacterias en estos distintos momentos del proceso, pueden observar cómo están evolucionando, y comparar las 12 líneas entre sí para analizar si siguen los mismos caminos evolutivos o no. En total, en los casi 30 años del experimento se han sucedido más de 68.000 generaciones de bacterias, lo que equivale a más de un millón de años de evolución humana.

Y después de todo esto, el resultado es…

Durante los primeros miles de generaciones, los investigadores observaron que las bacterias seguían caminos al menos no totalmente separados. Los diferentes cultivos tendían a mostrar mutaciones diferentes, pero en los mismos genes. E incluso con las diferencias, todas mostraban un patrón común: las células se hacían más grandes, crecían más deprisa y aprovechaban mejor la glucosa. Esto parece un claro caso de evolución convergente.

Pero ¡oh, sorpresa! De repente, transcurridas unas 31.000 generaciones, una de las 12 líneas empezó a dejar de lado la glucosa y a comer citrato, otra fuente de carbono presente en el medio. Solo una de las 12 líneas. Dado que una característica de E. coli es la incapacidad de metabolizar el citrato, esta línea está evolucionando por el camino de convertirse en una nueva especie diferente. Y esto parece un claro caso de evolución no determinista.

Con todo esto, ¿qué opinan Lenski y sus colaboradores sobre el grado de determinismo de la evolución? Según su último estudio, esto: «nuestros resultados muestran que la adaptación a largo plazo a un ambiente constante puede ser un proceso más complejo y dinámico de lo que a menudo se asume».

Sí, sí, vuelvan a leer la frase, y la segunda vez les dirá lo mismo: nada. Una paráfrasis para decir que, en realidad, no se sabe. Ya les advertí de que aún no tenemos una respuesta definitiva sobre si Gould o Conway Morris, y por tanto sobre si sería posible que en otro planeta evolucionara una especie básicamente similar a la nuestra. Pero quiero dejarles otro ejemplo de un experimento natural que nos ha permitido observar cómo funciona la evolución. Ese experimento se llama Australia.

La idea, de la que también les hablé aquí, es del científico planetario Charley Lineweaver. Es lo que él llama «la falacia del planeta de los simios», o la idea popular de que, como decía Carl Sagan, en otros planetas habitados debe llegarse a un equivalente funcional del ser humano. Lineweaver pone como ejemplo su propio país, una gran isla separada del resto de los continentes desde hace unos 100 millones de años.

De este modo, Australia ha sido un experimento natural de evolución independiente durante millones de años. Y como decía Lineweaver, ¿qué es lo que ha surgido allí? Canguros. La aparición de los humanos en el gran bloque Eurasiafricano no ha interferido absolutamente de ninguna manera en la evolución australiana. Y sin embargo, allí la evolución no ha producido nada similar a los seres humanos. Si Australia fuera la única tierra seca de todo el planeta, no estaríamos aquí. Y por tanto, no hay evolución convergente; si los canguros tienen brazos y piernas como nosotros, es solo porque el antepasado común que compartimos con ellos ya los tenía.

Por todo lo anterior, los científicos no suelen arriesgarse a inventar aliens, a riesgo de ver su credibilidad dañada. Hay excepciones: en los años 70, Carl Sagan propuso un ecosistema modelo para un planeta joviano, un gigante gaseoso como Júpiter. Sagan imaginó varios linajes de seres voladores que controlarían su flotación a través de los distintos niveles de densidad de la atmósfera, formando una cadena alimentaria cuya base estaría sustentada por una especie de plancton atmosférico que se alimentaría de los nutrientes moleculares presentes en el gas. Así lo contaba Sagan en su mítica serie Cosmos:

Como resumen de todo lo contado aquí, mejor quédense con esta cita del gran maestro Sagan:

La biología es más parecida a la historia que a la física. Hay que conocer el pasado para comprender el presente. No hay predicciones en la biología, igual que no hay predicciones en la historia. La razón es la misma: ambas materias son todavía demasiado complicadas para nosotros. Aunque podemos comprendernos mejor comprendiendo otros casos.

A pesar de todo, si es extremadamente difícil aventurar cómo podría ser un alienígena, en cambio es más posible predecir cómo no podría ser. Como les contaba en la entrega anterior, no todo vale, y con esto podríamos arriesgarnos a construir una lista de reglas que debería cumplir un alienígena de ficción para ser mínimamente plausible. Vuelvan otro día y se lo cuento.

18 comentarios

  1. Dice ser pepito

    Yo creo que los parecidos y «convergencias» en el mundo biológico es preferible entenderlos en cuanto a los niveles básicos.

    Por ejemplo, que un alien precisamente tenga cuatro extremidades para ir de un sitio a otro es una coincidencia bastante acusada, de detalle y anecdótica. Pero que un alien opere algún tipo de movilidad con el uso de atributos adecuados (en vez de vivir parado siempre en un mismo sitio, como una planta) parece que sí puede entenderse como un hecho más probable.

    Un mundo con unas determinadas condiciones físico-químicas puede dar lugar a multitud de productos químicos distintos. Imagina que un día ese mundo termina dando lugar a cierto producto químico, y entonces resulta que este producto químico en particular exhibe alguna característica tal que al seguir interactuando con el entorno de alguna forma potencia o favorece (como si fuera un catalizador) que se produzca (o «re-produzca») más de ese mismo producto químico con una mayor probabilidad que cuando ese producto químico no existía. Es como si un entorno en algún momento consiguiese crear un producto químico que en sí mismo estuviese de algún modo orientado en favor de los propios factores ambientales que lo crearon, como garantizando o dirigiendo que dicho producto químico tuviese que volver a crearse.

    Quizá de todo esto resultase algún tipo de estructura química inherentemente expansiva, en el sentido de que los atributos de esta estructura química condicionaran, orientaran o dirigieran sus interacciones con el entorno de forma que estas interacciones fuesen no destructivas sino constructivas para dicha estructura. Esta estructura química no solamente exhibiría las características de haber sido causada por el entorno; también exhibiría características precisamente de seguir o tener que seguir siendo causada por el entorno, como reforzando, asegurando o promoviendo su propia existencia. Esta característica de promover o volcarse en la propia existencia debe tener un efecto expansivo o «acumulativo» (y por ello gradual, progresivo, y extendido en el tiempo).

    Yo creo que algo de esto tiene que haber en todas las formas de vida del universo, aunque ciertamente este nivel de equilibrio químico no sea posible en todos los rincones del universo.

    25 noviembre 2017 | 23:08

  2. Dice ser complicated mirror twins outside

    Para que un alien sea igual a nosotros debería existir el mismo medio ambiental que el nuestro, en condiciones ambientales idénticas durante el proceso de evolución de las formas, en los mismos momentos críticos de diferenciación por proceso simbiótico con nuevos elementos ambientales, se quieran llamar como se quieran llamar. Incluso el sentido de inteligencia puede ser diferente aún provocando progreso mental proyectado en capacidad de actuación voluntaria hacia materia y metapensamiento. Los sentidos pueden ser también distintos, así como el modo de ver la realidad que nos y los rodea. Para que exista un proceso de progreso y evolución en relación a las capacidades instrumentales del ente han de poseerse las mismas capacidades físicas propias y de material del que sustraer y desarrollar la herramienta. No todos los progresos han de ser iguales, ni todos los frutos de las evoluciones. No todos los entes en el Universo han de sintonizar una emisora de FM para escuchar música en estereo ni sentarse cubiertos en invierno por poliuretanos para ver una pantalla en RGB.
    La inteligencia puede ser diferente, seguramente lo sea, más naturalmente desarrollada por otra cadena evolutiva. Si los «cerebros» son diferentes las respuestas también lo serán. ¿Cuántas realidades existen bajo el prisma sensorial-cognitivo y cuántas posibilidades habrá de inteligenciar esas realidades?

    25 noviembre 2017 | 23:52

  3. Dice ser brain damage is not sabotage

    Cause my wheels never touch the road.. cause my legs never touch the road… codes codes en pentagrama lineal codes codes
    https://www.youtube.com/watch?v=JTCZj4lcjck

    26 noviembre 2017 | 00:04

  4. Dice ser la manzana?

    Que el ser humano tenga cinco dedos enlo spies, al igual que en sus manos, dos extremidades musculadas, debe ser que usaba manos y ies para el mismo objetivo: agarrarse a ramas. Una vez mejorada musculatura, glúteos más redondeados incluidos, podría bien dejar de tener sensibilidad activa en lso dedos de los pies y mantenerlos como puntos de equilibro o evolución latente. Los músculos capaces de desarrollar la sonrisa, la sonrisa, reflejo de una mente más diáfana, de mayor capacidad de metapensamiento… ¿qu´efue loq ue recibio el cerebro para poder desarrollar esa capacidad de pensamiento crítico respecto a su propia realidad y la del entorno? ¿Una droga alucinógena, un elemento químico ambiental o fue el propio organismo de por sí el que creó esa base para desarrollar esa capacidad?
    ¿Mantiene algún agente evolutivo información en subconsciencia sobre los pasos anteriores ue pudieran despertar de algún modo a base de instrospección de subconciencia profunda?

    https://www.youtube.com/watch?v=2RoA0QTZ-bM

    26 noviembre 2017 | 01:28

  5. Dice ser el día enqeu las estrellas fueron diamantes, antes obviadas

    ¿La bipedestación fue posterior a ese chispazo, coetánea prolongada o anterior? El equilibrio y nuevos puntos sensoriales. Deformación de zona subpomular a labio superior, nariz incluida… y maxilar inferior hacia mentón…
    ¿Se produjo en África o en trópico asiático?

    26 noviembre 2017 | 01:53

  6. Dice ser proceso rápido?

    ¿El mentón y el cambio morfológico de los maxilares pudo ser debido a un cambio prolongado en la dieta? Alimntos nuevos que podían adquirir en otros lugares y de diferente manera… Evolución del mínimo esfuerzo y la máxima productividad… en razon a nuevas capacidades adquiridas. Relación entre morfología y capacidades organizativas de sistema neurológico, mentales.,, rasgos fisicos que denotan ciertas habilidades o limitadoras conductuales?

    26 noviembre 2017 | 02:13

  7. Dice ser Profeta de Dios ( No de Israel)

    Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer: la lacra más extendida del mundo»

    msn

    Todo es una puta mentira.
    Una matrix creada por los hijos de perra que mueven los hilos, (el sionismo masónico israel-norteamericano fundamentalmente)

    Escrito está. «Mirad que nadie os engañe».

    Amén!!!

    Amén!!!

    26 noviembre 2017 | 03:18

  8. Dice ser unusualactivities

    unusualactivities.wordpress.com

    26 noviembre 2017 | 08:00

  9. Dice ser formoso

    No has visto a los indepen den Tisch tas

    26 noviembre 2017 | 08:33

  10. Dice ser Sociólogo Astral

    Si los dinosaurios no se hubieran extinguido los reptiles se habrian erguido en forma de humanos reptilianos.

    26 noviembre 2017 | 10:31

  11. Dice ser la naturaleza es imprevisible

    La apéndice es un resto remanente deformado de el instestino, ina porción que el cuepro ya no necesitaba para alimentar al organsmo y por le propio nueva conformación del movimiento anatómico bípedo. Sí, si, pero si hay monos que la tengan, entonces no. La mente nos puede hacer imaginar muchas posibilidades, pero la realidad seguramente la supera.El mentón también pudo crearse pro pura coquetería. El bípedo, al tomar conciencia de su personalidad, se dedico a frotarsela barbilla, pensativo todo el rato, vaya rollo el cerebrito iluminando la razón en sus principios, debieron volverse tarumbas. No. Fue proceso progresivo educativo. Tampoco. Luego la razón pudo ser para favorecer los movimientos laterales de la mandibula inferior. Gestualidad más inteligente, ayuda en el lenguage, que deberían estar gritando y creando nuevas palabras. Tampoco. Un gen perturbado que se hizo dominante. Tantas cosas…

    26 noviembre 2017 | 11:52

  12. Dice ser Cesar

    Excelente artículo, muy ameno, cargado de información e instructivo. Respecto a este argumento «Obviamente, no podemos regresar al pasado, volver a jugar la partida de la evolución desde el principio y ver qué ocurre.», te recomiendo la lectura de la última novela de Dan Brown. Normalmente, suele meter la pata en terreno científico, pero esta vez, ha bordado el tema, y, no quiero destripar la trama, pero el argumento principal viene muy al caso con este artículo.

    26 noviembre 2017 | 16:05

  13. Dice ser ¿que función tuvo el mentón en la evolución?

    Tal vez el mentón sea product de la incorporción de nuevos mecanismos de movimientos provocados por el lenguaje, como base ósea para musculatura y capacitar de más movimientos al maxilar inferior. también pudiera tratarse de un aditamento secundario al proceso relacionado de algún modo con el equilibrio u otra cualidad adquirida.

    27 noviembre 2017 | 01:04

  14. Dice ser por eliminar la puramente estética

    ¿Eiste alguna diferencia en el poder de la mordida entre una mandíbula con mentón y otra sin? Y si no es la mordida, ¿alguna otra porpiedad que provoque alguna diferencianotoria en la zona labiodental? Aunqu ee resto del cráneo pueda haber evolucionado de modo tal que el mentón seaparte de un proceso que quede oculto a día de hoy, ¿existe alguna diferencia mecánica entre mentón sí.mentón no?

    27 noviembre 2017 | 01:12

  15. Dice ser por qué el mentón?

    ¿Provoca algún cambio en lengua.garganta?

    27 noviembre 2017 | 01:14

  16. Dice ser disparatando que es gerundio

    Si la comunicación fue incrementando los movimientos variados de la mandíbula para crear nuevos sonidos, tal vez esa zona estaría propensa a sufrir daños de roce y se creó una almohadilla má salejada del punto de fricción, apartándola del centro de movimiento. O tal vez ese alejamiento del vértice de la placa movil mandiblar provocara una mayor capacidad de resonancia o habilidad para las nuevas capacidades comunicativas. Si es por reducción de tamaño de cráneo, otras especies que redujeran el tamaño de su cráneo deberían haber desarrollado mentón, ¿no?

    27 noviembre 2017 | 01:24

  17. Dice ser el mentón y lso cinco dedos en lso pies

    Puede que sea produco de uanmayor capacidad de gestualizacon del rostro, de generación de nuevos reflejos producto de la interacción de más neuronas capacitando al cerebro a modificar en mayor medida la expresión facial, unido a la adquisición de nuevas capacidades del habla. La lengua humana sin mentón quedaría también rara jaja. Los gestos del rostro humano, reflejos de múltiples emociones inteligentes, tampoco tienen par en el resot de especies, ¿verdad? Tal vez no sea función alguna sino producto evolutivo de otras capacidades adquiridas. Tal vez e mentón sea producto de unmayor número de neuronas capacitando al cerebro a tomar más conciencia del ser. El mecanismo que genera los gestos están relaconados con ideas. Comunicación gestual producto de una relación más rica entre entes de la especie. A cada gesto una palabra, una idea, un sentimiento, o más. El humano sin capacidad gestual en el rostro no sería lo que es, y para serlo ha de poseer mecanismos que haan posible esos gestos. La inteligencia gestual. El gesto no rpovoca evolución, sino que es parte de ese proceso. El propio acto de pensar, o el fruncir el entrecejo… ¿Qué capacidades diferenciarían entonces a seres que tienen mayor posibilidad e gesticular y generar gestos? ¿Diferencia de concepto espacial, intelectual? No, tampoco. ¿O si?

    27 noviembre 2017 | 01:43

  18. Dice ser THERESA WILLIAMS

    Hola, soy Theresa Williams. Después de estar en una relación con Anderson durante años, rompió conmigo, hice todo lo posible por traerlo de vuelta, pero todo fue en vano, lo quería de regreso por el amor que tengo por él, Le supliqué todo, hice promesas pero él se negó. Le expliqué mi problema a mi amiga y ella sugirió que debería contactar a un lanzador de hechizos que podría ayudarme a lanzar un hechizo para traerlo de vuelta, pero yo soy del tipo que nunca creyó en el hechizo, no tuve más remedio que intentarlo, Mandé al lanzador de hechizos, y él me dijo que no había ningún problema de que todo estaría bien antes de tres días, que mi ex regresará antes de los tres días, lanzó el hechizo y sorprendentemente en el segundo día, fueron alrededor de las 4 p.m. Mi ex me llamó, estaba tan sorprendido, respondí la llamada y todo lo que dijo fue que lo sentía por todo lo que sucedió, que quería que volviera con él, que me ama tanto. Estaba tan feliz y fui a él que así fue como empezamos a vivir juntos felices otra vez. Desde entonces, hice la promesa de que cualquier persona que conozco tenga un problema de relación, sería de ayuda para esa persona al recomendarlo como el único hechicero real y poderoso que me ayudó con mi propio problema. correo electrónico: {drogunduspellcaster@gmail.com} puede enviarle un correo electrónico si necesita su ayuda en su relación o en cualquier otro caso.

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    27 noviembre 2017 | 10:52

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