Entradas etiquetadas como ‘television’

Campaña ‘Por el respeto de los derechos infantiles en televisión’

Tal vez hayáis leído en 20minutos.es que en este medio hemos lanzado una campaña con el título de este post. No creo que haga falta explicar mucho más sobre su objetivo.

Mi compañero Chema en su blog en20minutos.es ha escrito un post en el que explica a la perfección esta campaña y que os copio íntegro aquí mismo.

Por favor, si lo creéis oportuno firmad y sumaos al grupo de Facebook.

Hace unos días se pronunciaba el Observatorio de Contenidos Televisivos Audiovisuales (OCTA) a través de un informe -en el que se recogen 128 denuncias recibidas- sobre la constante vulneración de los derechos infantiles en televisión. 20minutos.es se hacía eco de ello con el artículo ‘Una tele llena de rombos‘.

En él se decía que, “pese a que la Ley General de la Comunicación Audiovisual entró en vigor hace ya un año, y a que sigue vigente un acuerdo firmado por todas las cadenas que establece un horario protegido (de 6.00 a 22.00 horas) y superprotegido (de 8.00 a 9.00 y de 17.00 a 20.00 horas), cualquier español menor de edad que encienda la tele puede verse sumergido en acalorados debates sobre “Carmen la del perro” (una almeriense que presuntamente mantuvo relaciones sexuales con su mascota) o el “mustio y arrugao” (según la catódica Belén Esteban) pene de Julián Muñoz”.

Por ello, desde 20minutos.es queremos iniciar una campaña de recogida de firmas con la que acudir posteriormente a la Subdirección General de Medios Audiovisuales para que vele por el cumplimiento de dicha Ley y se respeten los derechos infantiles en televisión.

Para adherirte a esta iniciativa sólo tienes que firmar en Por el respeto de los derechos infantiles en televisión.

También hemos abierto una página en Facebook para que puedas seguir toda la información de la campaña.

En Twitter puedes seguir toda la información desde el hashtag #horarioinfantilTV y también con la lista horarios infantiles en TV.

One Born Every Minute, el reality del paritorio

Lo leo en vertele.com y no doy crédito. Un reality sobre partos. Las cámaras y los espectadores metidos en ese momento tan duro, increíble y especial.

Dado que está funcionando bien, no me extrañaría que exportasen el formato a España.

Ya no sé qué más se les puede ocurrir para enseñarnos en la tele.

One Born Every Minute es un programa que duele mirar. Es el Gran Hermano del paritorio. Cuarenta cámaras dispersas por una maternidad dan cuenta de todo lo que ocurre a un grupo de embarazadas, desde que llegan hasta que dan a luz. La cabecera del programa comienza con los gritos desgarradores del parto. Y eso – morbosos nosotros – es lo que hace que nos quedemos mirando. Con gesto de angustia, eso sí.

La serie documental, del género ‘hospitalario’ y que podría recordar al programa U-24 de Telecinco, consta de ocho episodios, y ya va por su segunda temporada. Se emite en Channel 4 con audiencias medias de 3 millones de espectadores (13%), ocupando siempre el cuarto o quinto puesto entre los programas más vistos del día. Un buen dato que le sirvió para viajar a Estados Unidos, donde han adaptado el formato.

El programa es intenso, delicadamente explícito, un drama de final feliz salpicado con pequeños guiños de humor, que además incorpora muy bien los comentarios del personal del centro; y que refleja fielmente las emociones de sus variadas protagonistas, ya sean madres maduras, madres solteras, madres lesbianas o madres adolescentes.

Aquí tenéis un vídeo del programa que muestra bastante bien cómo es.

Y aquí os dejo otro:

¿Me ayudáis a desentrañar el misterio «hipo fumi»?

Mi hija lleva todo el día hablando de unos dibujos animados en los que se dice o se llaman algo semejante a «hipo fumi».

Dado que la jota la transforma en efe con frecuencia podría ser algo del tipo «hipo jumi».

Ha tenido que verlos en Clan o en el Disney Channel supongo, pero ni yo ni su padre estábamos presentes.

Después de interrogarla lo único que hemos sacado en claro es que «hipo fumi» es de color rosa y sale en la tele.

A saber…

Es el gran misterio a resolver. Pese a lo pequeña que es, puede ser terriblemente insistente.

«¡hipo fumi!» «¡hipo fumi!»

Si alguien puede darnos alguna pista estaríamos inmensamente agradecidos.

Y Julia aún más…

———

Pues efectivamente se trataba del equipo UmiZoomi. ¡Gracias por ayudarme a desentrañar el misterio!

Los dibujos animados, mejor en inglés

En mi casa, cuando se pone la tele con dibujos animados, siempre hablan en castellano. Bastantes dificultades está teniendo Jaime como para encima meterle otro idioma.

Pero de no ser por eso, probablemente haría como muchos padres que conozco, que directamente tienen configurados determinados canales en su versión original.

Algo irá quedando dicen ellos. Y probablemente tienen toda la razón del mundo. Uno (no el único) de los motivos por los que en España tenemos un nivel de inglés tan triste es por nuestra excelente industria del doblaje.

¿Vosotros lo hacéis? ¿Les ponéis los dibujos en inglés?

Luego están esos dibujos que están ahora de moda en los que directamente se hablan en spanglish.

Manny Manitas, Dora la exploradora y su primo Diego hablan a medio camino entre un idioma u otro. Aunque en versión original el inglés predomina más.

Por cierto, que como veo en esta noticia del periódico Latino, esos tres personajes que tantos niños pequeños adoran son de origen mexicano y están triunfando en todo el mundo.

Hay una encuesta sobre cual es el preferido
. Mis niños si tienen que elegir se quedan con Diego, que es probablemente el menos famoso. Manny le encanta a mi sobrina (y a mi santo).

Parece que hay muchos hay fuera también interesados en aprender español.

¿Deberían prohibirse los videojuegos a los niños más pequeños?

Entro hoy al blog a eliminar los comentarios de spam en inglés que últimamente lo invaden últimamente y a publicar una nueva entrada y me encuentro con que en los comentarios de un post reciente dos lectores han iniciado su propio debate sobre los videojuegos y los niños.

Y como me parce interesante os los dejo aquí:

Anonimous: Hola a tod@s, perdonar la intromisión pero nos surgió una cuestión en otro blog y creo que este es el más indicado para hablar sobre el tema, tiene que ver con la normalidad en el desarrollo pero centrado en tu tema concreto, los niños y los videojuegos.

Manitu, yo no estoy en contra de los juegos ni de los videojuegos, no trato de dar una imagen peyorativa de los mismos, entiendo perfectamente que los juegos son para parte importante del desarrollo de un niño, pero no creo que sea así con los videojuegos.

Aunque es cierto que existen videojuegos infantiles educativos no son la mayoría ni a los que los niños desean jugar.

Está ampliamente demostrado que los videojuegos son peligrosamente adictivos y esto puede influir muy negativamente en el desarrollo de un niño, ¿Por qué un niño iba a salir de su casa a hacer deporte o a relacionarse con niños de su edad si toda la diversión que necesita la tiene en la consola?

El problema de no llegar a los excesos es que los niños no son adultos y es raro que sepan controlarse,
si te aburres con un juego siempre puedes poner otro y vuelta a empezar y entonces tienen que ser los padres los que con su escaso tiempo estén pendientes de que el niño no juegue demasiado a la consola.

Precisamente en japón es donde se dan una serie de conductas inusuales en el resto del mundo por el abuso de videojuegos como es el fenómeno de los hikikomoris o los neets, similares a los ninis de España.

Obesidad, aislamiento social, bajo rendimiento escolar…

Creo que los videojuegos solo deberían consumirse por jovenes y adultos responsable
s, creo que es mucho más beneficioso para un niño estimularle para que descubra la lectura, los deportes, la naturaleza…

Y aquí la respuesta.

Manitú: Creo que podríamos abrir un debate muy amplio sobre este tema porque no está todo dicho, pero por resumir y no abusar de este espacio que hemos “robado”, te contestaré que estoy parcialmente de acuerdo con tu comentario.

Efectivamente los juegos de consola o pc pueden ser adictivos y efectivamente en el caso de los niños debe haber una supervisión paternal.

Pero el que sean adictivos no tienen tanto que ver con el juego en sí como con la persona que lo usa. Las personas adultas no están más libres de caer en esa adicción que los niños porque precisamente “el elemento” adictivo de los juegos es que en ellos puedes conseguir “logros” que no obtienes en la vida real.

Con esto quiero decir que un determinado tipo de personas serán más propensas a engancharse a los videojuegos que otras, al igual que ocurre con las drogas.

El ejemplo que me pones de los japoneses creo yo que justamente ilustra mejor esto que digo yo que lo que me quieres decir tu.

Si los japoneses tienen ese tipo de problemas no es porque juegen mucho y lo hagan sin control. Si te paras a pensar en como es la cultura japonesa te darás cuenta que la clave está ahí, no en los juegos en sí.

Los japoneses, por cultura, son personas muy competitivas y con un alto sentido del honor.

Por ejemplo, el ser despedido de un empleo es un alto deshonor. Un ejecutivo que es despedido puede acabar abandonando a su familia para no deshonrarla y le puedes ver en la calle como mendigo.

Esta presión tan grande hace que los niños muchas veces se refugien en un mundo de fantasía donde las cosas “sean más fáciles”.

Al final no fue tan breve mi comentario, perdón a todos.

Pues ahora va mi opinión, Anonimous y Manitú. Yo siempre he sido defensora de los videojuegos. Fui una niña que jugaba con el msx que me regalaron en mi primera comunión. Estoy rodeada de adultos que han jugado mucho y que siguen jugando a sus treinta y bastantes. Creo que es un tipo de ocio perféctamente válido y que lo único que hay que hacer es elegir los videojuegos correctos para cada edad, supervisar al niño (si es posible jugar con él) y asegurarse de que también dedica tiempo a otras actividades: leer cuentos, jugar en el parque, bailar, cantar, ir al zoo o dibujar.

A mí particularmente me gustan más los videojuegos, ya sean de ordenador o consola, que la televisión que es completamente pasiva. Por poner un ejemplo, una aventura gráfica en un videojuego obliga a pensar, a tomar decisiones, no deja de ser un cuento narrado en el que tú eres el protagonista y tus acciones tienen consecuencias. ¿Por qué ver a Dora en la tele y no jugar imaginando que eres Dora en la Wii?

Sin contar que así se van familiarizando con la tecnología, que siempre viene bien. Conozco mucha gente que hoy día tienen trabajos especializados en distintos campos tecnológicos (programadores, administradores de sistemas…) que empezaron con los videojuegos, no con las clases de informática del cole precisamente.

Y ahora os toca a los demás…

Pocoyo, uno de los héroes de mis hijos, premiado en la Mostra de Venecia

Leo en formulatv.com que el niño animado azul que todo padre reciente conoce sobradamente ha cosechado un premio más.

La serie de animación española ‘Pocoyó’ continúa arrasando en medio mundo. El último galardón cosechado, el Premio Kineo-Diamanti al Cinema Italiano de la prestigiosa Mostra de Venecia. José María Castillejo, presidente de la productora Zinkia, ha asegurado a Efe que recibir este premio es una ilusión.

«Nosotros cuando nos pusimos a ello, siempre quisimos hacer un producto global, que fuera aceptado y visto por los niños independientemente de su país de origen, de residencia o de la religión que tuvieran», ha confesado Castillejo para quien «En realidad buscábamos algo diferente para nuestros hijos, para que se entretuvieran y a la vez se educaran».

La serie, producida junto a ITV Global Entertainment cosecha multitud de premios internacionales, como un BAFTA británico en 2006 o la medalla de oro de la asociación estadounidense Parent’s Choice.

Por cierto, que siempre he pensado que a Pocoyo le faltaba una canción para terminar de ser un producto redondo. A falta de la oficial, os dejo con ésta:

Las chuches ¡qué difícil equilibrio!

Los padres recientes tenemos que guardar delicados equilibrios en muchos asuntos que, hasta hace apenas un par de generaciones, eran impensables.

Entretenimientos, hobbies, alimentos, saberes, distracciones, aficiones… que hay que procurar que nuestros peques usen y disfruten en su justa medida.

Pero es tan difícil encontrar la virtud del témino medio.

Probablemente la tele y las chuches son los dos mejores ejemplos.

De la televisión, ese invento del demonio, ya he hablado en el pasado. Creo que puede ser un instrumento muy útil pero hay que moderar su consumo. Nosotros procuramos que no se coma nunca con ella encendida delante y no la tenemos de ruido de fondo constante en la casa.

De hecho desde que estamos trabajando para que el peque se sobreponga en la medida de lo posible a su TGD o autismo, apenas se pone unos pocos ratos al día y siempre con la compañía de un adulto y con contenido apropiado: Cantajuegos, Pocoyo, JimJam & Sunny…

Conozco padres recientes que no tienen tele en casa y cuyos hijos alucinan con ella cuando se la encuentran en otros hogares. Espero que le salga bien la jugada pero me da a mí que en muchos casos están dando a la tele el irresistible halo de lo prohibido.

Otro asunto son las chuches.

Mis hijos son de buen comer. Pero como cualquier niño por muchas lentejas o macarrones que se hayan zampado, siempre están dispuestos a hacer un hueco al regaliz, las galletas o los caramelos.

Disfrutar del chocolate o un buen helado forma parte de los pequeños placeres cotidianos de la vida. Los adultos disfrutamos de ellos y tampoco hay razón para negárselo a los peques.

Pero si ya a tantos adultos les cuesta moderarse con estos alimentos tan discutibles, es imposible pedírselo a los niños.

Eso sin contar que la cantidad de golosinas que para unos padres es razonable, para otros puede ser exagerada.

Por regla general tendemos a hacer con nuestros hijos lo que nos permitimos a nosotros.

Yo soy más permisiva conmigo misma con chocolate, helados, galletas, bizcochos, patatas fritas… muy poco con la bollería industrial (es rarísimo que la coma) y nada con las chuches gomosas.

Por cierto que esas chuches no vienen del petróleo. Son proteína procesadísima con azúcar, colorantes y aromatizantes básicamente. Algo muy poco nutritivo. Aquí hay más información sobre ellas.

He querido trasladar eso a mis hijos, pero por desgracia las chuches le encantan al peque. Y como es importante que se comunique, que aprenda signos y palabras y que reforcemos sus peticiones atendiéndolas, está comiendo más de lo que me gustaría.

Claro que cada vez que dice «aaiiiz» por «regaliz» o «elo» por «caramelo», la cosa compensa.

La úncia solución que veo de momento es enseñarles a lavarse bien los dientes lo antes posible. A los míos no se le da nada mal afortunadamente.

Pocoyo, Cantajuegos… y ahora Jim Jam & Sunny

No es que en mi casa se vea mucha televisión precisamente. Todo lo contrario, se ve muy poca y en momentos más que escogidos (nada de tenerla puesta mientras comemos o como fondo de ambiente).

De hecho cuando en mayo de 2009 nos dieron el diagnóstico del peque una de las recomendaciones fue limitarla mucho para que no se perdiera dentro, entre las luces y la música. Y pasamos unos cinco meses sin catar ni un minuto sin que muriera nadie.

Ahora es un buen instrumento para que utilice el panel de peticiones (ya os hablaré de él si tenéis curiosidad) y para que nos pida más música signando.

El primer héroe catódico de mi hijo fue Pocoyo. Tras el niño azul vinieron los Cantajuegos, fenómeno de masas en toda regla y portada de nuestro periódico hace una semana, ahora los que causan furor son los británicos Jim Jam & Sunny.

Cantan mucho, por eso les encanta a ambos. Julia ya ha aprendido a decir «Saaaniiii» y a corear algunas de sus canciones. Los ha visto una de las terapeutas de Jaime y le han gustado. Desde luego los prefiere al tan de moda Bob Esponja.

Os dejo algunos vídeos por si no los conocéis:

¿Los bebés suelen parecerse al padre?

El viernes dijeron en la serie de televisión Bones algo que me llamó la atención.

Su protagonista, antropóloga forense, afirmó que los bebés se suelen parecer más al padre durante el primer año de vida para que se queden más tranquilos y asuman su paternidad sin dudas.

Vamos, que estadísticamente es más probable que salgan al papá, al menos al principio.

Y entre los que yo conozco, la mayoría sí que se dan un aire al padre al comienzo de su vida que luego en unos casos se perpetúa y en otros se desvanece.

Tiene toda la lógica del mundo que sea así, sin embargo no sé si será cierto y no he sido capaz de corroborarlo.

A fin de cuentas no es más que una serie. Y lo que yo vea en los bebés de mi entorno no tiene ningún valor estadístico.

Pero me gustaría salir de dudas. ¿Hay alguien por ahí que sepa si es verdad?

¿Conoces a The Wiggles?

Acabo de descubrir ahora mismo a los descacharrantes The Wiggles en un canal de televisión infantil y no me he podido contener. Quería compartirlo con vosotros y que os descacharrarais conmigo. Sobre todo después de descubrir (según la Wikipedia) que:

The Wiggles es una banda de Sidney, Australia, que está especializada en música destinada a niños en edad preescolar.

El grupo es conocido internacionalmente por sus discos, vídeos y programas de televisión para niños. The Wiggles también han hecho giras por Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos.

Actualmente, son los australianos que más ganan en la industria del espectáculo. De acuerdo con estimaciones publicada en 2006 en los medios australianos, The Wiggles tuvieron unos ingresos en 2005 mayores que AC/DC y Nicole Kidman juntos.

A Julia le han encantado. Su padre y yo no damos crédito a lo que vemos. Estamos ojipláticos que diría un amigo mío.

Aquí os dejo con algunos de sus vídeos por si no los conocéis: