Dicen que la adolescencia es la etapa en que uno deja de hacer preguntas y empieza a dudar de las respuestas

Entradas etiquetadas como ‘cama’

Hogar, dulce hogar

¿Qué se puede hacer en un viaje de fin de curso en Mallorca? Ir a la playa, a bares, a discotecas, intentar ligar, volver a la playa de día o de noche… Cualquier cosa menos dormir. Desde que mi hijo ha vuelto de Mallorca casi no le he visto el pelo. Ayer se fue directo a la cama nada más aterrizar. Y durmió más de 14 horas.

Hoy ha estado unas horas despierto, pero ha vuelto a coger la cama con las mismas ganas que cuando llegó. Y ahora todavía se está desperezando, con el tiempo justo para ver la final de la Eurocopa.

Ha llegado bastante más moreno de lo que se fue, con el mismo pelo que llevaba -lo de raparse era, como yo imaginaba, una apuesta que depende de los resultados del partido de hoy- y asegura que se han cumplido sus expectativas y que, como esperaba, éste ha sido el mejor viaje de su vida.

Pero además de todo eso, también dice que ha echado mucho de menos su casa. Ha repetido varias veces que como en casa no se está en ningún sitio. Aunque creo que se refiere exclusivamente a su cama. Tengo la sensación de que la del hotel mallorquín la usó muy poco.

¿Cuántas horas eres capaz de dormir?

¿Cuántas horas duerme un lirón? ¿y una marmota? ¿alguien a quien le haya picado la mosca del sueño? ¿y un koala? Creo que este último es el que bate todos los récords si dejamos a un lado a los osos en plena fase de hibernación… y a mis hijos en vacaciones. Dormir, dormir y dormir. Eso es lo que hacen siempre que pueden, y también sus amigos, al contrario de lo que he visto que les ocurre a buena parte de los adolescentes.

Una de mis grandes batallas con mis ellos, al margen de la del desorden, es la del sueño. No se cansan nunca de dormir, ya me estaba acostumbrando a verles todos los fines de semana en la cama hasta el mediodía pero ayer el pequeño batió cualquier marca anterior: se levantó a las nueve de la noche. Si, a las nueve, cuando yo volvía de trabajar. Y no es que hubiera pasado la noche de juerga ni nada parecido. Estuvo en casa, supongo que entretenido con la videoconsola mientras los demás dormíamos plácidamente. Teníamos visita en casa y le tocó dormir en el sofá-cama del salón: su lugar favorito, con la tele y la consola delante, que debió tener encendidas casi toda la noche.

No penseis que me asusto de sus horas de sueño porque a mi no me guste dormir. Qué va, intento descansar un mínimo de 8 horas y los fines de semana aprovecho para quedarme en la cama diez o doce si puedo. Los días de lluvia duermo como un bebé y en cuanto veo una cama me entran unas ganas irrefrenables de tumbarme. Cuando estaba embarazada llegué a dormir 20 de las 24 horas del día, casi como un koala.

No sé si las ganas -o la necesidad- de dormir serán hereditarias. Somos una gran familia de dormilones, pero ellos están superando cualquier límite. ¿Cuántas horas eres capaz de dormir tú?