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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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El cambio climático nos trae más golondrinas

Hoy traigo a mi blog una buena noticia. ¡Ya era hora! La golondrina dáurica (Hirundo daurica), la hermana exótica de nuestra popular golondrina común (Hirundo rustica), prácticamente ha concluido su conquista ibérica.

Desde su primera observación en Cádiz en 1921, esta pequeña ave insectívora de origen africano ha ido poco a poco ampliando hacia el norte su límite de distribución peninsular. Cantabria y el País Vasco eran las dos comunidades que hasta el momento se le resistían a esta especie claramente mediterránea, pero la tierra pasiega acaba de ceder ante los encantos del pajarillo culinaranja.

Bueno, en realidad el primer nido descubierto se encuentra en la provincia de Burgos, pero a menos de 500 metros de la frontera entre ambas comunidades, con lo que las aves son compartidas. El ornitólogo cántabro Isidoro Fombellida encontró este año su peculiar casa de barro con el característico tubo de entrada en uno de los lugares más impresionantes del norte español: la iglesia rupestre de Presillas. Un bellísimo templo altomedieval excavado en roca viva en el siglo X por monjes refugiados de las persecuciones agarenas en estas fragosas tierras del alto Ebro. Hace años criaba allí la lechuza. Cuando lo visité por primera vez, me pareció un ejemplo soberbio de simbiosis entre arte y naturaleza. La presencia ahora de la dáurica en las comarcas de Bricia y Valderredible aumenta aún más la belleza de esta unión.

¿Por qué está en expansión la golondrina dáurica?

Como es frecuente con el Medio Ambiente, aquí nos movemos más por intuiciones que por certezas. Y todas estas intuiciones apuntan en la misma dirección: el cambio climático. Aunque no se trata de subirse al carro de una moda mediática. Como recuerda el atlas ornitológico español, hace medio siglo ya señaló esta posibilidad el investigador Simeonov (1968), teoría en la que volvió a reincidir Von Wicht en 1978. De hecho, el Atlas Climático de las Aves Reproductoras de Europa apunta la posibilidad de que esta avecilla siga en las próximas décadas su conquista territorial hacia Centroeuropa.

Ave de roquedos, los puentes y las casas abandonadas son para ella zonas perfectas donde poder criar. Y no le va nada mal. De contar con unas pocas parejas en España hace 50 años, ahora se calcula una población mínima de 22.500 parejas.

Lo dicho. Una buena noticia. Aunque otro día hablaremos de lo contrario, de las especies que van de cráneo por culpa de nuestra mala influencia ambiental.

Espectacular interior de la iglesia rupestre de San Miguel de Presillas de Bricia (Burgos), en cuyo interior ha criado una pareja de golondrina dáurica.

Las golondrinas luchan por llegar a casa

Este fin de semana ha sido especialmente duro aquí en Fuerteventura (Islas Canarias). Hemos sufrido una terrible ola de calor sahariano, acompañada de fuertes vientos del Este y de polvo del desierto en suspensión (calima). Como único remedio nos fuimos a la playa.

Allí, con más de 40 grados en un terreno terríblemente árido, mis hijos me señalaron alegres la presencia de un grupo de golondrinas que sobrevolaban los abruptos acantilados de la costa oeste majorera. Para ellos era toda una novedad, pues estas bellas aves no crían en Canarias y sólo las vemos de paso, cuando suben o bajan en su incansable peregrinar migratorio. Pero yo sentí una pena terrible.

Por ellas, que volaban hacia atrás, empujadas sin piedad por el huracanado céfiro, en un intento imposible por mantener su obstinada dirección hacia el norte, pero también por todas esas otras miles de golondrinas, seguramente decenas de miles, que no tuvieron tanta suerte de encontrar una isla en medio del Atlántico donde poder descansar antes de seguir su camino hacia el continente vecino. Y murieron ahogadas en medio del mar.

Ya lo sé. Es ley de vida, la dura ley de la Naturaleza donde no sólo hace falta ser el más fuerte para sobrevivir, sino también el más afortunado. Así ha ocurrido siempre y así seguirá ocurriendo siempre.

Mañana aflojará el viento y las golondrinas supervivientes podrán seguir su periplo. En Andalucía algunas llegaron hace más de un mes y ya tienen incluso pollos, así que muy probablemente éstas pertenezcan a poblaciones instaladas muy al norte, quizá escandinavas o escocesas. Luchan por llegar a sus casas, algún establo o buhardilla en un perdido rincón al que acuden todos los años con tanta puntualidad como exactitud, sin necesidad de GPS ni de mapas. Les quedan por lo tanto más de 2.000 o 3.000 kilómetros de viaje, pero tras recalar aquí en Canarias y recuperar fuerzas llegarán puntuales a su destino.

¡Les deseo toda la suerte del mundo!

Sal al campo, ha llegado la primavera

Dice la voz popular que “en marzo, marzadas: aire frío y granizadas” ¿También tú estás sufriendo en estas vacaciones las incómodas marzadas? Porque si te toca padecer frío recuerda: “Cuando el tiempo muda, la cabra estornuda”. Claro que si estás disfrutando de buen tiempo, aunque sea en momentos puntuales, podrás beneficiarte del salutífero sol marzal, a quien el refranero compara con tener el médico en casa, pues asegura pone fin a gripes y catarros invernales.

Por cierto, que aunque en muchos sitios no lo parezca, te recuerdo que hoy inauguramos la primavera de 2008. Exactamente a las 6 horas y 48 minutos de hoy jueves 20 de marzo (hora peninsular española). Para muchos comenzó ayer, día de San José, por eso de que “el esposo de María hace la noche igual al día”. Pero el paso a la feliz estación lo marca el equinoccio vernal, inicio del año zodiacal de la mano de Aries, y este año colofón de una tempranísima Semana Santa.

Tiempo por lo tanto de muerte y resurrección, de renovación vital. Por eso nos regalamos huevos de Pascua, símbolo de esa vida que está a punto de nacer con la llegada del buen tiempo.

Nuestras queridas aves migratorias son sus abanderadas. ¿Has escuchado ya el cuco? ¿Has visto a las golondrinas entrando en los nidos? En el proyecto Spring Alive puedes ayudar a seguir su viaje por Europa. Sal al campo y busca a los pájaros recién llegados, alterados con el comienzo de la nidificación, la ocupación de nuevos territorios, la búsqueda de pareja. No sólo trae buena suerte verlos. Nos alegran el espíritu. Porque ya es primavera.