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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Que no te confunda su cara de payaste, los frailecillos son una caja de sorpresas

Adulto de frailecillo atlántico. Foto: Wikipedia Commons

Los bellos y asombrosos frailecillos​ atlánticos (Fratercula arctica) son el símbolo natural de Islandia. El 60% de su población mundial vive en esa gran isla ártica, ¡más de 8 millones de ejemplares!

He visitado este verano en ese país una de sus grandes colonias. A continuación te dejo el vídeo que grabé en los acantilados de Dyrhólaey sin molestar ni interferir en su nidificación. Disfruta de su gracia y belleza.

Son todo un espectáculo. Y sí, son unos pájaros adorables.

¿Por qué se llaman frailecillos?

El nombre científico Fratercula proviene del latín medieval fratercula, fraile. Hace referencia al plumaje negro con blanco que asemeja hábitos monacales como los de los dominicos. También porque crían en huras que ellos mismos excavan, lo que recordaría a las cuevas eremíticas o las celdas monacales.

Se les conoce también como “payasos del mar” por sus gruesos picos triangulares de color vivo y movimientos torpes como los de un pato.

¿Son tan torpes como parece?

En absoluto. En tierra caminan un poco patosos debido a sus patas cortas y palmeadas. Lo mismo les ocurre a la hora de aterrizar o despegar. Pero en el aire son asombrosamente veloces. Y en el mar verdaderos torpedos con alas.

Son unos excelentes nadadores que usan las alas para impulsarse bajo el agua con un movimiento similar al que hacen para volar.

Baten sus alas hasta 400 veces por minuto y pueden alcanzar los 90 kilómetros por hora.

Frailecillo transportando peces para alimentar a su pollo. Foto: Wikipedia Commons

¿Dónde viven?

En alta mar. Comen, beben y hasta duermen en el mar, da igual lo peligroso que esté y las tormentas que caigan. Pasan el otoño y el invierno en los fríos mares del Atlántico norte y el Ártico. Regresan a la costa solo para criar en primavera, cuando comienza su época de apareamiento y nidificación en inexpugnables acantilados.

Estos “payasos del mar” ocupan las mismas madrigueras año tras año. Es la única ocasión en la que pisan tierra. Anidan en en colonias situadas en lo más alto de los acantilados, cavando con el duro pico una madriguera en la que solamente pone un único huevo.

Para alimentar a sus crías llega a capturar hasta una veintena de peces.

Los frailecillos viven alrededor de 20 años en estado salvaje. El frailecillo más longevo que se conoce llegó hasta los 36 años.

Caza de frailecillos en Islandia. Foto: Hakai Magazine

¿Están amenazados?

No se considera una especie en peligro de extinción, aunque en los últimos años se está constatando una preocupante disminución en el número de ejemplares. El avance de la gripe aviar, la contaminación marina y la sobrepesca estaría detrás de este descenso.

Por desgracia, en Islandia todavía se permite su caza. Antiguamente, comer frailecillos evitó que muchos islandeses murieran de hambre, pero en pleno siglo XXI resulta inaceptable que algo así se siga haciendo. Y aún peor, que los restaurantes de Reikiavik ofrezcan a los turistas su carne como exótica tapa.

Como te cuento en este vídeo que igualmente grabé en ese país, si eres una persona sensible nunca probarás la carne de frailecillo. Porque podrá ser típico, pero no es ético.

¿Cómo se puede admirar a estas aves tan hermosas y al mismo tiempo comértelas?

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