La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Greenpeace acusa al falso aceite sostenible de palma de aniquilar selvas asiáticas

Crías de orangután afectadas por la deforestación de selvas en Indonesia. La expansión de los cultivos de aceite de palma está destruyendo sus hábitats forestales. © Ulet Ifansasti / Greenpeace

Supuestamente venden aceite de palma sostenible, pero no es cierto. Una nueva investigación de Greenpeace International ha revelado que la empresa Wilmar International, la mayor distribuidora de aceite de palma del mundo y proveedora de marcas internacionales como Nestlé, Unilever o Procter&Gamble, sigue destruyendo la selva tropical de Indonesia casi cinco años después de haberse comprometido a detener la deforestación.

Hace cinco años la compañía se comprometió a vender aceite de palma libre de deforestación, pero según revela Greenpeace, ha incumplido sistemáticamente con sus obligaciones. Una investigación de la ONG concluye que una empresa vinculada a Wilmar ha destruido 21.500 hectáreas de selva tropical en Indonesia desde 2013, una extensión semejante a dos veces la de la ciudad de París.

Destrucción de selva para plantar palma aceitera en una concesión de PT Agrinusa Persada Mulia (PT APM), parte de GAMA/Ganda group. © Ulet Ifansasti / Greenpeace

En diciembre de 2013, Wilmar se convirtió en el primer comerciante de aceite de palma en hacer público su compromiso de “No Deforestación, No Destrucción de Turberas, No Explotación” (NDPE), que era de aplicación tanto en sus propias plantaciones como en las de sus proveedores. Sin embargo, el análisis de imágenes de satélite y de la cartografía ha demostrado que Gama destruyó 21.500 hectáreas de selva tropical o bosques de turberas desde que Wilmar firmó su compromiso [ver informe].

Wilmar también tiene un historial de evasión de sus responsabilidades por abusos contra el medio ambiente y los derechos humanos a través de la venta de sus concesiones más controvertidas a Gama.

El análisis de los datos de comercio muestra que Wilmar continúa vendiendo aceite de palma procedente de Gama a muchas de las grandes marcas internacionales, a pesar de saber que Gama violaba la política de NDPE de no deforestación de Wilmar.

Esto es lo que queda de lo que fue selva impenetrable en Merauke, provincia de Papúa.
© Jurnasyanto Sukarno / Greenpeace

“Nuestra investigación ha descubierto el verdadero rostro de Wilmar. Durante años, Wilmar y Gama han trabajado juntos, con Gama haciendo el trabajo sucio para que las manos de Wilmar parecieran limpias. Pero ahora hemos destapado la verdad, y el CEO de Wilmar, Kuok Khoon Hong, debe dar un giro radical para salvar su reputación. Wilmar debe cortar de inmediato a todos los proveedores de aceite de palma que no puedan demostrar que no están destruyendo las selvas tropicales“, asegura Kiki Taufik, responsable de la campaña de bosques de Indonesia en el sudeste asiático de Greenpeace.

Wilmar niega haber tenido alguna influencia sobre Gama, aunque admitió en un fax a Greenpeace International que Gama está dirigida por altos ejecutivos de Wilmar y miembros de su familia. El manager general de Wilmar responsable del comercio de aceite de palma en Indonesia, Darwin Indigo, es hijo del cofundador de Gama, Ganda, y también gestiona al menos una compañía de Gama. El hermano de Darwin, Andy Indigo, administra otras concesiones de Gama.

Compañías ficticias

El sector de plantaciones del sudeste asiático es famoso por el uso de compañías ficticias administradas por gerentes o miembros de la familia para ocultar la deforestación. El mes pasado, Greenpeace rompió relaciones con Asia Pulp and Paper, la mayor empresa papelera de Indonesia, después de detectar deforestación en dos concesiones relacionadas con APP y su empresa matriz, el Grupo Sinar Mas.

Wilmar forma parte del consejo de la Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible (RSPO). Al menos una compañía de Gama, S&G Biofuel Ltd, es también miembro de la RSPO. Según las reglas de la RSPO, las compañías que comparten la administración o el control deben tratarse como un solo grupo. Esto convierte a Wilmar en responsable de lo que sucede en las concesiones de Gama.

Greenpeace está pidiendo a la RSPO que haga cumplir sus reglas y exija a Wilmar y Gama que se registren como un solo grupo y suspendan a Wilmar hasta que restauren la superficie de selva tropical destruida.

Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras:

3 comentarios

  1. Dice ser Pedro Jesús PLV

    Llevo un tiempo leyendo sobre ese supuesto aceite de palma sostenible y como se le defiende desde algunos sectores atacando a aquellos que osan a pedir su prohibición. Buen y valiente artículo, enhorabuena.

    06 julio 2018 | 11:15

  2. Dice ser español emigrante

    Se echa la culpa a la deforestación de los bosques tropicales y se pone como ejemplo la «sostenibilidad» de los países europeos que «cuidan sus bosques», pero lo que nunca se dice es que los países europeos son los más deforestados del planeta, se cuidan los pocos bosques que quedan pero todos los terrenos que son agrícolas y ganaderos en el pasado fueron bosques y fueron deforestados.

    Y ahora se critica que en los países tropicales se haga lo mismo que se hizo en su día en Europa. Porque claro, la Amazonía es muy bonita y muy extensa porque esta practicamente deshabitada, pero si Brasil tuviese la densidad de población que tiene Bélgica en lugar de los 200 millones de habitantes que tiene tendría 2500 millones.

    06 julio 2018 | 16:30

Los comentarios están cerrados.