¿Qué interés puede tener el Grupo Inditex, la multinacional gallega de la moda con más de 152 000 empleados y 7.000 tiendas en los cinco continentes, en la gestión sostenible de los bosques gallegos? Aparentemente nada, pero en la práctica todo.
Desde hace unos años, el imperio de Amancio Ortega está apostando por el medio ambiente dentro de sus compromisos de Responsabilidad Social Corporativa. Decisión que le lleva a promover la silvicultura sostenible y certificada por todo el planeta, pero especialmente en Galicia.
He visitado hace unos días bosques de las tres provincias gallegas. Allí he podido comprobar sobre el terreno cómo esta novedosa actitud empresarial empuja desde hace unos pocos años a la Administración regional, aserraderos, almacenistas y propietarios forestales a tomarse en serio unos bosques que hasta ahora apenas servían para otra cosa que hacer papel o tableros de aglomerado.
Una escuela en el Pico Sacro
Impulsado por Inditex, la Asociación Forestal de Galicia acaba de inaugurar en el emblemático Pico Sacro (Boqueixón, junto a Santiago de Compostela) un «monte demostrativo» donde, como primer paso, se han quitado eucaliptos y plantado castaños, nogales, cerezos y robles.
El proyecto funcionará como una escuela de silvicultura en la que propietarios forestales, técnicos y comunidades de montes vecinales podrán poner en marcha distintos aprovechamientos, desde la producción de madera de frondosas hasta el aprovechamiento de setas y frutos del bosque, los cultivos agrarios y la siempre importante educación ambiental. Para ello cuentan con la colaboración de la Fundación EnergyLab, la Universidad de Santiago de Compostela y FSC-España, pero especialmente los 11 pequeños dueños de los terrenos que han cedido 18 hectáreas de sus propiedades para facilitar estas mejoras tan a largo plazo.
En la inauguración de este singular monte Antonio Abril, director general de Inditex, dejó bien claro que la compañía seguirá apostando en sus tiendas por las maderas, papel y cartón procedentes de bosques certificados FSC, un aviso que ha encendido todas las luces de atención en Galicia.
A pesar de la importancia forestal de esta región, la falta de manejos silvícolas profesionales y el peso de las plantaciones de eucalipto y pino explican la escasa calidad de la madera que hasta ahora se obtiene de sus maravillosos bosques naturales.
Amancio Ortega se hace forestal
En esta línea el hombre más rico del mundo, con una fortuna de 71.000 millones de euros, ha dado un giro copernicano a sus inversiones. A la compra de edificios enteros, empresas y toda clase de activos, Amancio Ortega acaba de añadir una insólita línea de negocio: plantar castaños.
Ha elegido el municipio de Sobrado (A Coruña) para poner en marcha lo que sus portavoces califican de «proyecto innovador» que busca generar actividad económica en el mundo rural. La madera de castaño es un material de gran calidad con un mercado en alza, a pesar de ser necesarios más de 50 años para empezar a obtener los primeros resultados. Pero mientras tanto esos árboles producen sabrosas castañas, que igualmente tienen una salida en el floreciente mundo de la gastronomía.
Alertados por esta singular iniciativa, otros muchos empresarios se están lanzando en Galicia al cultivo de maderas nobles. Como me reconoció con pícara sonrisa un alto directivo de Inditex, «si Amancio Ortega está plantando castaños será por que es rentable».
—
Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras:
- Los viejos castaños de El Tiemblo, amenazados de éxito 26 febrero 2017
- Date un baño de otoño en el bosque más viejo de Ordesa 01 octubre 2017
- Mucho cuidado con comprar madera manchada de sangre 03 diciembre 2017
- La tragedia del castaño acaba en fiesta 24 junio 2009
- El Hayedo del Moncayo, nueva arboleda singular aragonesa 30 marzo 2018
- Leer muchos libros protege los bosques y lucha contra el cambio climático 13 octubre 2016