La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Somos cada vez más ruidosos y solitarios

Parafraseando a Luis Eduardo Aute:

«Ruido, ruido, ruido, más ruido por favor, que todo en la vida es ruido y los ruidos, ruidos son».

Porque resulta evidente. Hablamos a gritos entre nosotros. Cotidianamente y no sólo cuando nos insultamos desde el coche o utilizamos el teléfono móvil sin más apoyo tecnológico que la potencia de nuestros pulmones. Incluso escribiendo en Internet a muchos les gusta hacerlo con mayúsculas, a grito pelado.

Todo nuestro entorno cotidiano es un maremágnum de decibelios en aumento constante, de músicas estridentes en los centros comerciales, en las tiendas, en los ascensores, en los automóviles tuneados, en los botellones, en los aviones (odio la canción de Volare con la que una compañía aérea nos castiga machaconamente durante los vuelos); incluso en las calles, en estas fatídicas fechas engalanadas con insufribles villancicos navideños. Todo es ruido, que no música. Por no hablar de las obras y del tráfico.

Nos hemos acostumbrado a este ensordecedor vivir, pero no así la fauna, que nos rehúye dejándonos más solos que nunca. Un reciente estudio ha puesto de manifiesto cómo la contaminación acústica influye de forma negativa en la presencia de los pájaros en las ciudades. Los espantamos. Apenas palomas y gorriones aguantan el estruendo urbano, refugiándose algunas pocas especies más como mirlos o pinzones en las zonas verdes menos urbanizadas, mientras el resto emigra más allá de los ruidos.

¿Sabéis cuál es uno de los mejores refugios urbanos de las aves? Los cementerios. Allí de momento no ha llegado la música ambiente, y por un miedo supersticioso se habla bajo, a pesar de que los muertos son los únicos a quienes no molestan nuestros gritos. Daros un paseo por ellos y veréis qué cantidad de aves se refugian en los camposantos. Remansos de paz. De fauna. Y de silencio.

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6 comentarios

  1. Dice ser Perros

    Pues si, hay gente que es muy follonera. Y no se dan cuenta que molestan a os otros.

    01 diciembre 2011 | 22:54

  2. Dice ser Pedro Moreno

    Pues bastante crudo lo tenemos, si para conseguir tranquilidad y silencio, tenemos que esperar, a que nos den alojamiento en el cementerio.
    Bromas aparte.
    Cesar tiene toda la razón en lo concerniente al exceso de contaminación acústica, tanto en ámbitos laborales como en la de cualquier otro de nuestra sociedad. Pienso sino sería conveniente hacer campaña publicitaria a todos los niveles. Para prevenir, e informar, a los ciudadanos del peligro real que tiene para la salud, el exceso de ruido continuado. Un saludo…

    02 diciembre 2011 | 00:40

  3. Dice ser dani...él

    Hay que distinguir necesariamente entre crecimiento y desarrollo. Una tarea imprescindible para dar la vuelta a la tortilla.

    http://tortillismocasero.com/

    02 diciembre 2011 | 07:11

  4. Ese será nuestro futuro, ir a buscar tranquilidad a los cementerios, menudos atardeceres más románticos…
    Todos los secretos para seducir mujeres haciendo click sobre mi nombre.

    02 diciembre 2011 | 10:34

  5. Dice ser ganaeuros

    No hay nada como la tranquilidad de vivir en un pueblo.

    02 diciembre 2011 | 11:10

  6. Dice ser Moñaco de Cuero

    Pues no me había parado a pensarlo, pero si que vivimos en un mundo con mucha contaminación acustica. Solamente hay que, por ejemplo, poner la television en un punto de volumen, que seguramente al mediodia apenas escucharemos y de madrugada nos parecera excesivamente alta

    02 diciembre 2011 | 22:25

Los comentarios están cerrados.