La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Talan el roble del poeta Gerardo Diego

Es lo que tienen los símbolos vivos. Que al final se mueren. Y hasta su desaparición no echamos de menos su ausencia. Como el extraordinario roble que acompañaba desde hace décadas a la escultura del poeta Gerardo Diego en su Santander natal.

Instalada en el paseo de la Avenida de la Reina Victoria, mirando a la bella bahía, un grandioso roble vecino era tenido por los santanderinos como el fiel amigo y compañero de la metálica esfinge. Pero el viejo árbol no estaba en el mejor sitio. Confinado en un reducido parterre de césped, bordillos, zanjas y embaldosados habían cercenado muchas de sus raíces principales. El estrés urbano de obras municipales fue superior al interés municipal por conservarlo cuando ya era demasiado tarde, cuando con un sistema radicular colapsado las termitas y los hongos empezaron a devorar su madera muerta.

Como recogió fielmente El Diario Montañés, la pasada semana los trabajadores del servicio de parques y jardines procedieron a talarlo ante el riesgo de peligrosas caídas de ramas. En su lugar, otro joven roble sustituye ahora al anciano cuyos restos, me temo, serán ya triste serrín.

¿No se podía haber conservado su esqueleto momificado, al menos parcialmente, a modo de escultura vegetal? Así se ha hecho en otros sitios y el resultado es bellísimo.

Seguramente ni se les ocurrió tal posibilidad a los responsables municipales. El muerto al hoyo y el vivo al bollo. Una pena, pues además de su simbolismo, habríamos conservado un estupendo material de educación ambiental, la vida y muerte de un anciano ser que en sí mismo fue ecosistema de biodiversidad y lírica.

Es ley de vida, lo sé. Pero también lo es cuidar de estos seres tan valiosos. Y no se hace. Demasiadas obras, demasiadas agresiones a lo largo de los años pasan factura a nuestros árboles urbanos más queridos. Unos seres tan fabulosos que tardan tanto tiempo en morir como tiempo invirtieron en crecer. Pero que al final mueren para desolación de poetas, incluso los de frío bronce.

Si te gusta el mundo de los árboles singulares y su simbolismo, puedes ayudar a conservarlos pidiéndole a tu alcalde que proteja los más importantes del municipio. Únete a la campaña S.O.S. Árboles Singulares de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente. Actúa y salva un árbol en menos de cuatro minutos.

Más información sobre el roble de Gerardo Diego y su triste final en el artículo escrito por Álvaro Machín en El Diario Montañés.

Fotografía: El Diario Montañés.

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16 comentarios

  1. Por lo menos nos sigue quedando vivo el ciprés de Silos, ese otro árbol monumental y simbólico al que la poesía de Gerardo Diego ha hecho tan eterno como su famoso soneto dedicado al «enhiesto surtidor de sombra y sueño».

    29 noviembre 2011 | 22:27

  2. Dice ser Enciende las luces al ritmo de Selena

    Canciones para el roble muerto del poeta Gerardo Diego.
    Antes y después de pasar por un restaurante conviene escuchar buena música

    29 noviembre 2011 | 22:28

  3. Y nos quedan poesías gerardianas tan maravillosas como ésta donde se une magistralmente amor y naturaleza:

    Ayer soñaba.
    Tú eras un árbol manso
    – isla morada, abanico de brisa –
    entre la siesta densa.
    Y yo me adormecía.

    Después yo era un arroyo
    Y arqueaba mi lomo de agua limpia,
    como un gato mimado,
    para rozarte al paso.

    29 noviembre 2011 | 22:29

  4. Dice ser Carla

    No me gustan ni los animales, ni los arboles disecados. Prefiero que planten un nuevo roble y que todos, como el poeta, lo veamos crecer.

    Carla
    http://www.lasbolaschinas.com

    29 noviembre 2011 | 22:52

  5. Dice ser Briconatur

    A Ángel del Río

    Enhiesto surtidor de sombra y sueño
    que acongojas el cielo con tu lanza.
    Chorro que a las estrellas casi alcanza
    devanado a sí mismo en loco empeño.

    Mástil de soledad, prodigio isleño,
    flecha de fe, saeta de esperanza.
    Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
    peregrina al azar, mi alma sin dueño.

    Cuando te vi señero, dulce, firme,
    qué ansiedades sentí de diluirme
    y ascender como tú, vuelto en cristales,

    como tú, negra torre de arduos filos,
    ejemplo de delirios verticales,
    mudo ciprés en el fervor de Silos.

    29 noviembre 2011 | 22:57

  6. Dice ser Marmolillo

    Cesar, ese árbol tenía hojas verdes este verano. No estaba muerto. Estaba moribundo debido a que unas obras de remodelación de esa calle-paseo machacaron el suelo y raices sin sentido. Esa es la realidad, diga lo que diga el periodico servilista de turno.
    Desgraciadamente en Santander ha sido habitual en los ultimos años que el ayuntamiento cambie árboles viejas (totalmente en forma) por «palos» de árbolitos jovenes, aprovechando remodelaciones de aceras especialmente. El proyecto se hace siempre destruyendo lo que había y diseñando una acera con nuevos árbolitos (en el mejor de los casos). La excusa suele ser que era viejos, enfermos o que las raices deformaban las aceras (apoyado por algunos ciudadanos, como no). La causa real es que «tapan las vistas», «ensucian de hojas el suelo», «crean supuestas alergias»… y por supuesto, que lo impòrtante es el proyecto y el cazo que se llevan todos, desde el concejal al que vende las losetas, pasando por el vivero de arbolitos.

    30 noviembre 2011 | 02:08

  7. Triste metáfora de lo que está sucediendo con el mundo en nuestros días. Descanse en paz el árbolito.

    Todos los secretos para seducir mujeres haciendo click sobre mi nombre.

    30 noviembre 2011 | 04:36

  8. Dice ser Toño

    Pues podían haber quitado la estatua. Esta moda de poner paisanos más o menos conocidos en bancos o farolas me tiene horrorizado. Es lo que te tiene la globalización

    30 noviembre 2011 | 06:37

  9. Dice ser antonio larrosa

    No hay respeto de nada, con la recesión,nos estamos convirtiendo otra vez en simios.

    Clica sobre mi nombre

    30 noviembre 2011 | 09:27

  10. Muchas gracias Marmolillo por tu comentario, como siempre tan acertado. Ese árbol lo vi fugazmente este verano y también recuerdo que seguía vivo. Como os he contado, las obras en los entornos matan a la mayoría de nuestros árboles urbanos, aunque estos tardan años en morirse y al final nos parece que la culpa la tuvo el viento o una nevada. Da pena que no se cuiden ni siquiera esos pocos ejemplares singulares que admiramos en las ciudades.

    30 noviembre 2011 | 10:31

  11. Dice ser PEstuzo

    No hablar de lo que no se tiene ni idea por favor

    Hace casi 10 años de la remodelacion de esa avenida

    30 noviembre 2011 | 10:37

  12. Dice ser Marmolillo

    Como conozco este caso exactamente, comentar que hace 6 años se realizaron obras de acondicionamiento de la acera y los accesos a la playa, incluyendo la gran escalera al lado del mirador donde estaba el roble centenario. Desde luego que el paseo está hecho desde 1914 casi, pero las obras de los últimos años han destruido y machacado el paseo original y son el motivo de que el árbol haya muerto. Otra cosa es que la gente valore un árbol centenario o le de igual. De hecho, para esa zona de Santander existe un proyecto en el Promontorio de San Martín que convertirá la zona verde junto al Museo Marítimo del Cantábrico, en una zona de ocio y comercial.

    Al mismo tiempo que aplicaban cemento al mirador de Reina Victoria, a unos 100 metros, en el paseo de Pérez Galdós, se talaban 39 plátanos grandes y frondosos que en verano casi formaban un túnel en la calle. Las raices de estos árboles habían deformado la calle, y el proyecto se hizo sin contar con preservar la arboleda. En lugar de hacer las nuevas aceras conservando la mayor cantidad de árboles posible, primero se talaron y arrancaron, y despues se hizo la obra y pusieron unos pequeños arbolitos que convirtieron una calle verde en una calle normal, esa es la calle del Hotel Real. Como este caso hay otros muchos en esa ciudad en diferentes parques. Despues he vivido en otras ciudades y es más de lo mismo: los proyectos de rehabilitación rara vez conservan lo poco verde que había. Habría mucho que hablar sobre esto y cómo influir en los alcaldes para mejorarlo.

    Una foto del árbol antes de que lo asfixiaran en:
    http://www.a21santander.com/commons/pics/images/vic1.jpg

    30 noviembre 2011 | 11:20

  13. Dice ser MdelaCita

    En el verano de 2010 estuve bajo la sombra de ese árbol…quedé admirada su majestuosidad y me apenó verlo encarcelado en asfalto… ofreció lo mejor de él durante décadas y le dimos lo peor de nosotros. Para no variar. Contemplar el mar desde allí, desde luego, no podrá ser lo mismo…

    30 noviembre 2011 | 11:39

  14. Dice ser Para marmolillo

    ¡Cómo se nota que eres un burguesete con la panza llena!, vives en la Gran Vía,textualmemnte dices en tu post anterior que has vivido en varias ciudades jejejejejeje
    yo ,con papá y mamá y su patrimonio detrás también soy ecolojeta, hippie o lo que haga falta, si señor……..con un par jejejejejeje

    01 diciembre 2011 | 16:28

  15. Dice ser Marmolillo

    Estimado Troll,
    «Textualmente» te agradezco que me sigas. Tienes razón, me asoma la panza, soy un rico urbano acaudalado y desde la Gran Vía vigilo que vosotros, pobres escopeteros amargados, tengais suficiente campo para no entrar en las ciudades. Y es que si te dejasemos saltarias el muro de mi palacete para cazar mis pavos reales. O lo que es peor, le pegases un tiro a alguno de mis flamencos de mi lago artificial.

    01 diciembre 2011 | 20:31

  16. Dice ser abajo la burguesía!!!!!!!!

    Fuera burgueses, fuera banqueros, nos habeis llevado a la ruina.Cuando todo estalle preocupate de esconderte bien como una rata de alcantarilla, los proletarios y gentes del campo iremos por vosotros y pagareis todo el daño que habeis hecho.

    02 diciembre 2011 | 16:02

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