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Media docena de famosas expresiones que surgieron en el mundo militar (II)

Numerosas son las expresiones que utilizamos coloquialmente en cualquier conversación y que provienen de situaciones acontecidas en el ámbito militar en cualquier lugar y época. Aquí os traigo la segunda entrega con media docena de ejemplos:

Media docena de famosas expresiones que surgieron en el mundo militar (II)

Echar con cajas destempladas: Acto público por el que un militar, que había cometido alguna falta o delito, era humillado públicamente frente a sus compañeros y mandos tras ser expulsado del cuerpo, o al conducirlo al calabozo o, incluso, antes de ser ejecutarlo. Durante el trayecto, los tamborileros de la unidad debían destemplar las cajas, es decir, desajustar los bordones (hilos que cruzan el instrumento) o parches, que proporcionan la peculiar sonoridad de los instrumentos de percusión, de manera que acompañaban al encausado tocando unos redobles que sonaban estridentes y nada armoniosos.

Mandar a la porra: Durante los campamentos de instrucción o en un asentamiento militar, el tamborilero mayor del regimiento portaba un bastón con empuñadura de plata conocido como porra. Se clavaba en el suelo, en un lugar apartado, y allí mandaban a los soldados que recibían algún castigo o advertencia por parte de sus superiores que les decían: «Vaya usted a la porra».

Pasarlas canutas: Expresión utilizada para indicar que se está atravesando por un mal momento (personal, laboral, económico, sentimental…). Proviene del término con el que era conocido el documento que se le entregaba al soldado recién licenciado, tras cumplir el periodo de servicio militar obligatorio, que se llamaba canuta porque, antiguamente, iba enrollado dentro de un cilindro. Algunos eran los quintos que, tras ser licenciados, tenían problemas para reincorporarse a la vida civil y vivían vicisitudes y penalidades, por lo que estaban convencidos de que estaban mucho mejor durante el tiempo en el que sirvieron en el ejército y antes de que les dieran la canuta.

Quedarse en cuadro: Expresión que significa que un grupo, anteriormente más numeroso, se ha quedado con el mínimo de miembros imprescindibles para llevar a cabo alguna función (sacar a delante un trabajo, por ejemplo). Se originó como referencia a las unidades militares que, durante una batalla, habían perdido a la mayoría de la tropa, quedando tan solo el cuadro de mando.

Asentar los reales: Modo originario con el que se conocía la acción de montar un campamento militar, concretamente en referencia a las campañas en las que participaba un alto mando o, incluso, el rey o su heredero. Eso sí, el término reales de la locución no proviene etimológicamente de la figura de un monarca o de una casa real sino del árabe rahal, que alude a una aldea o punto de acampada.

Dar cuartel: Expresión que indica facilitar ayuda o ventaja a alguien ante una dificultad. Algunas fueron las batallas en las que, antes de dar comienzo, dos representantes de los ejércitos contendientes, se reunían para acordar una zona de exclusión, a la que denominaban cuartel, en la que iban a parar aquellos soldados que decidían no participar en la batalla y rendirse al grito de ¡cuartel! (luego el bando vencedor los hacía prisioneros). No obstante, la mayoría de las veces no se concedía tal privilegio, lo que dio lugar a otras expresiones, como luchar sin cuartel o no dar cuartel, que significan ‘no dar tregua y no ser benévolo con el adversario’.

 

 

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Media docena de famosas expresiones que surgieron en el mundo militar (I)

 

 

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Media docena de famosas expresiones que surgieron en el mundo militar (I)

Numerosas son las expresiones que utilizamos coloquialmente en cualquier conversación y que provienen de situaciones acontecidas en el ámbito militar en cualquier lugar y época. Aquí os traigo una primera entrega con media docena de ejemplos:

Media docena de famosas expresiones que surgieron en el mundo militar (I)

 Dar el espaldarazo: Se trata del reconocimiento público que se le hace a alguien, dándole el apoyo y respaldo suficiente con el fin de que consiga un objetivo. Se originó en la Edad Media, del acto en el que un rey o alto mando militar nombraba a alguien caballero o le concedía algún título (gracias a su valiosa contribución en una guerra) y consistía en darle un golpe con una espada sobre los hombros estando el respaldado de rodillas.

Dormirse en los laureles: En la antigüedad, una de las distinciones a las que podía aspirar un militar que había participado exitosamente en alguna campaña bélica era recibir una  corona de laurel, que era símbolo de distinción, que se le ponía en la cabeza. El problema surgía cuando quien así había sido distinguido se relajaba y dejaba de esforzarse ―y, por tanto ya no era una persona tan valiosa para el Estado como hasta entonces―. De ahí que surgiera la expresión  dormirse en los laureles para indicar ese letargo en el que se había sumido quien un día no muy lejano había sido condecorado con ese solemne galardón.

Hacer alarde: Expresión utilizada para indicar la ostentación que se hace de algo. Proviene del árabe ard, que designaba la revista de la tropa. El acto de alardear también era hacer desfilar a los miembros del ejército ante un público lo contemplaba con admiración y orgullo. Esto motivó que tanto el término como la expresión acabasen siendo utilizados para referirse a aquel que hace ostentación de alguna cosa o presume públicamente de algo.

Ir en plan comando: Locución coloquial que significa ‘ir sin ropa interior’ y que llegó al castellano como calco del inglés going commando. Hay ciertas discrepancias sobre cuándo se originó la expresión, pero la mayoría de las fuentes coinciden en señalar que empezaron a usarla los soldados norteamericanos que participaron en la guerra de Corea (1950-1953) o en la de Vietnam (1955-1975). Una de las hipótesis es que surgió porque algunos soldados destinados en el frente no usaban ropa interior; el macuto que llevaban era reducido y podían llevar pocas pertenencias, lo que hacía que prescindieran de esas prendas para portar otras cosas más importantes para ellos. También hay quien indica que el caluroso y húmedo ambiente del sudeste asiático hacía era más cómodo ponerse los pantalones de comando (o campaña) directamente sobre la piel.

Leer la cartilla:  Se dice que se le lee o se le canta la cartilla cuando se le reprende y se le está advirtiendo que debe hacer algo concreto. La  cartilla a la que hace referencia era un pequeño libro o cuaderno que recibía cada soldado y en el que se especificaban las normas de comportamiento y las obligaciones dentro de un cuerpo militar.

Ser de la misma quinta: Se conoce como ‘quinto’ a aquellos jóvenes que, llegada cierta edad (aproximadamente los 18 años) debían de cumplir con el servicio militar obligatorio. El término surgió a raíz de la orden del rey Juan II de Castilla, en el siglo XV, por la que una quinta parte de los muchachos varones que vivían en el reino debían incorporarse al ejército real. Para determinar quiénes eran los escogidos, se quintaba, es decir, se hacía un sorteo del que salía el nombre de uno de cada cinco mozos nacidos en un año determinado. Por eso se decía que eran quintos y de ahí también surgió la expresión ‘ser de la misma quinta’ para referirse a quienes comparten año de nacimiento o graduación.

 

 

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¿Por qué la ceremonia castrense del 6 de enero es conocida como ‘Pascua Militar’?

¿Por qué la ceremonia castrense del 6 de enero es conocida como ‘Pascua Militar’?

Cada 6 de enero, además de ser el Día de la Epifanía de los Reyes Magos, se celebra una de las ceremonias más importantes para el estamento castrense de España: la ‘Pascua Militar’, la cual tiene lugar en el Salón del Trono (del Palacio Real de Madrid) y el que el rey de España (Felipe VI desde 2015 tras ser proclamado rey siete meses antes) recibe a lo más granado del gobierno así como a los representantes militares de los tres ejércitos y cuerpos de seguridad del Estado y en donde se pronuncian sendos discursos y otorgan pertinentes condecoraciones.

Esta ceremonia da inicio al ‘año militar’ y es el acto castrense más importante junto al Día de la Fuerzas Armadas (que cae en el sábado más próximo al 30 de mayo) y el desfile del Día de la Hispanidad (12 de octubre).

La Pascua Militar viene celebrándose como un acto de conmemoración anual desde que fue instaurada por el rey Carlos III como homenaje al triunfo de la Armada Española en el enfrentamiento con el ejército inglés que tuvo lugar el 5 de enero de 1782 y con el que se recuperó la isla de Menorca (en posesión británica desde la firma del ‘Tratado de Utrecht’ por parte de Felipe V siete décadas antes y por el que había concedido Gibraltar y Menorca –entre otros muchos privilegios más- a la corona inglesa).

Gracias a ese épico triunfo militar de 1782 y a que tuvo lugar durante las Pascuas Navideñas, Carlos III instauró la conmemoración anual y la bautizó como ‘Pascua Militar’.

 

 

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Fuentes de consulta: Portal cultura Ministerio de Defensa /casarealdeespana.es / onemagazine / momentosespaoles

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¿De dónde proviene la expresión ‘Asentar los reales’?

¿De dónde proviene la expresión ‘Asentar los reales’?

A través de la página en Facebook de este blog, Rafa Martos me pregunta sobre el origen de la expresión ‘Asentar los reales’ y me comenta que ésta era muy utilizada por su padre cuando de pequeños se iban de veraneo a un camping e indicaba el lugar donde montarían la tienda de campaña.

La locución parece estar bastante en desuso en el vocabulario popular actual, aunque todavía puede escucharse decir a algunas personas de mayor edad y, sobre todo en círculos militares.

Y es que fue en los ambientes castrenses donde se originó dicha locución, siendo antiquísima su procedencia.

Asentar los reales significa literalmente ‘acampar un ejército’ y se refería al lugar exacto en donde se levantaban las tiendas de campaña militar en la que se guarecían los altos mandos (como los generales e incluso el propio rey).

El término reales (en su forma singular ‘real’) curiosamente no proviene etimológicamente del vocablo latino rex’ que quiere decir ‘rey’ sino del árabe ‘raḥál’ utilizado para referirse a una aldea o punto de acampada.

Con el tiempo se utilizó la expresión ‘asentar los reales/ asentar el real’ también fuera del ámbito castrense para referirse a los lugares donde acampar o fijar la residencia temporal (sobre todo los pueblos nómadas).

También podemos encontrar la variante ‘alzar el real’ utilizada en el momento en el que se debe levantar/desmontar/abandonar un campamento para trasladarse a otro lugar.

 

 

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El curioso origen de la expresión ‘Leer la cartilla’

El curioso y militar origen de la expresión ‘Leer la cartilla’

Se conoce como ‘leer la cartilla’ (e incluso también se conoce la expresión como ‘cantarle a uno la cartilla’) al acto de reprender a alguien y advirtiéndole sobre lo que debe hacer en algún asunto, normalmente porque ha hecho algo incorrecto o se ha saltado alguna norma.

Al contrario de lo que muchas personas piensan, la cartilla a la que se refiere la expresión no es el cuaderno con el que los niños aprenden a leer y escribir ni tampoco se refiere a la libreta bancaria en el que se anota el saldo de una cuenta de ahorro, sino a un tratado en el que venían impresas las normas de comportamiento y obligaciones de un cuerpo militar.

El hecho de leerle la cartilla a alguien era específicamente recordarle cuáles eran las normas del cuerpo y/o cuartel debido a que las habría incumplido por algún motivo.

Algunas fuentes indican  que dicha locución comenzó utilizándose en la Guardia Civil, debido a que su fundador (duque de Ahumada) encargó en 1844 elaborar un reglamento militar que inculcase a los futuros guardias los valores del cuerpo y al que se llamó ‘cartilla’, pero existe constancia de escritos en los que ya se mencionaba dicha expresión dos siglos antes de crearse el cuerpo de la Benemérita, entre ellos en la obra del año 1624 ‘El donado hablador: Vida y aventuras de Alonso, mozo de muchos amos’ una novela picaresca escrita por Jerónimo de Alcalá Yáñez y Ribera:

[…] nos fuimos los dos a la posada, y en el camino me leyó la cartilla de lo que había de hacer […]

 

 

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Fuentes de consulta: archive.org / liceohispanico / etimologias.dechile / muyinteresante / Rae
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¿Es correcto el uso que se hace en castellano del término ‘bizarro’?

ACTUALIZACIÓN: Este post fue publicado el 22 de octubre de 2016; cinco años después (en diciembre de 2021) la RAE ha actualizado su diccionario incorporando una nueva acepción a la entrada ‘bizarro’ con el significado: ‘Raro, extravagante o fuera de lo común’.

El erróneo uso que se hace en castellano del término ‘bizarro’

Si nos pusiéramos a preguntar a todos nuestros conocidos sobre el significado de la palabra ‘bizarro’, muy posiblemente, un gran número de personas nos daría como respuesta que bizarro se utiliza para señalar algo que es ‘extraño’, ‘raro’, ‘extravagante’ e incluso ‘escatológico’. Esta respuesta es debida al uso que se le da en internet a este término, ya que son muchas las personas que han adoptado las acepciones que se le da al vocablo desde el inglés y francés ‘bizarre’, pero en este caso se trata de lo que es conocido como ‘false friend’ o ‘faux-ami’ (‘falso amigo’, vocablo de otro idioma que se parece, en la escritura o en la pronunciación, a una palabra de la lengua materna del hablante, pero que tiene un significado diferente).

En realidad, en nuestro idioma castellano el término bizarro significa literalmente ‘valiente, esforzado, generoso, lucido y espléndido’ (tal y como indica el Diccionario de la RAE) y el término proviene etimológicamente del italiano ‘bizzarro’ cuyo significado es ‘iracundo’ (que muestra ira o es propenso a ella).

Y es que antiguamente se tenía el convencimiento de que una persona iracunda era alguien valiente y arriesgada. Fue al llegar a nuestro idioma cuando se le comenzó a aplicar el término bizarro a algunos militares, con la intención de señalar la gallardía de éstos y, por tanto, acabó siendo también sinónimo de ser generoso, esforzado, audaz, intrépido, lucido y espléndido.

Por su parte, el idioma francés tomó el mismo vocablo (bizzarro) también desde el italiano, pero en lugar de utilizar el término para referirse a una persona valiente (como fue en el caso del castellano) hizo que la acepción de alguien iracundo fuese ‘extraño o peculiar’. Del francés fue tomado por la lengua inglesa que terminó de darle a la palabra los significados de extravagante, raro y escatológico que muchas personas también han adoptado, erróneamente, cuando usan el término en español.

Cabe destacar que es común utilizar el término ‘bizarre’ para referirse a ciertos personajes, tendencias o arte excesivamente extraño (algunos señalan como grotesco) y también a un subgénero cinematográfico de películas surrealistas, de terror e incluso pornográficas.

 

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¿Cuál es el origen de los mercenarios?

¿Cuál es el origen de los mercenarios?

Aunque originalmente el término mercenario hiciese referencia al soldado que prestaba sus servicios a ejércitos extranjeros o a fines particulares a cambio de una retribución económica, hoy en día también se utiliza para referirse a todo aquel que trabaja por cuenta ajena y se ofrece al mejor postor, no importándole cambiar continuamente de empleo, aunque con ello se le acuse de deslealtad a la empresa o competencia desleal.

Originariamente los mercenarios eran soldados de la Antigua Grecia o del Imperio Romano que habían sido contratados para vigilar una mercancía (de ahí su etimología). El salario que percibían era relativamente bajo, algo que provocaba que en muchas ocasiones robasen algo de género que estaban custodiando o dejasen plantados a sus patrones por irse a trabajar con otro que les pagaba más, de ahí la mala fama que cogieron.

Cuando no había mercancías que custodiar se enrolaban como asalariados en el ejército (propio o de otro país) y cobraban por luchar.

 

 

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Cuando el presidente Eisenhower se detuvo para recoger autoestopistas [Anécdota]

Cuando el presidente Eisenhower se detuvo para recoger autoestopistas [Anécdota]

Dwight D. Eisenhower fue nombrado 34º Presidente de los Estados Unidos tras haber pasado la mayor parte de su vida dedicado al ejército. Su intachable hoja de servicio (sobre todo durante la Segunda Guerra Mundial) lo llevó a lo más alto del escalafón militar, algo que facilitó en gran medida que ganase las elecciones celebradas en 1952.

Pero a pesar de su nueva condición de presidente Ike (como era popularmente conocido) nunca se olvidó de su pasado militar y siempre que pudo ayudó a todo aquel que pertenecía o había formado parte de los ejércitos de EEUU.

Por tal motivo había sido muy frecuente, antes de ser inquilino de la Casa Blanca, que parase su automóvil cada vez que veía a alguien vestido de militar haciendo autoestop y lo recogiese.

Pero esa costumbre no la perdió durante su presidencia y a pesar de que ya no era él quien conducía, hubo más de una ocasión en la que yendo en el coche presidencial había ordenado a su chofer parar y recoger a soldados autoestopistas.

En las navidades de 1954, mientras se dirigía junto a su esposa Mamie Geneva Doud en el coche oficial a su residencia de invierno en Camp David, observó dos jóvenes uniformados en el arcén. Ordenó parar el auto y envió a su jefe de seguridad para que se informase quiénes se trataba y adónde se dirigían.

Sus nombres eran William L. Weaver y Harold D. Payne (de 19 y 20 años de edad) y estaban prestando servicio en la Base del Cuerpo de Marines Camp Lejaune en Jacksonville (Carolina del Norte). Les habían concedido un permiso navideño y se dirigían a sus respectivos hogares (William a Dewitt, Michigan y Harold a Akron, Ohio).

A pesar de que el destino de los jóvenes marines no estaba dentro del trayecto del presidente, Eisenhower ordenó que les hicieran sitio en uno de los coches de la comitiva y los acompañaron a lo largo de 65 kilómetros (hasta el punto en el que el séquito presidencial se desviaba hacia Camp David.

 

 

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¿De dónde surge el término ‘castrense’?

¿De dónde surge el término ‘castrense’?

Se utiliza el término ‘castrense’ para referirse al ejército o alguien relacionado con la profesión militar (por ejemplo ‘campamento castrense’, ‘disciplina castrense’, ‘vida castrense’, ‘capellán castrense’, ‘médico castrense’…).

El origen lo encontramos en el latín ‘castrensis’ (campamento militar) y éste deriva de ‘castrum’ usado para designar a las fortificaciones o castillos militares y de ahí derivó al castellano ‘castro’ (poblado fortificado).

Muchas fueron las poblaciones que surgieron a raíz de las fortificaciones o campamentos militares (castrum/castro) que fueron desplegando los ejércitos del Imperio Romano e incluso los antiguos celtas, encontrándonos con numerosas localidades que llevan acoplado el vocablo ‘castro’ en sus nombres: Castro Urdiales, Castropol, Castro del Río, Castro de Rey, Castrojeriz…

Así fue cómo, a través de la vida en esos castros, surgió el término ‘castrense’ como referencia a la vida militar.

Cabe destacar que debería ser una redundancia utilizar la expresión ‘campamento castrense’, ya que ambos términos, en su origen, significan lo mismo.

 

 

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Post realizado en respuesta a una consulta realizada, a través del apartado de contacto, por Raúl G. Quintero
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¿De dónde surge llamar ‘camarada’ a un compañero de partido político?

¿De dónde surge llamar ‘camarada’ a un compañero de partido político?

A través del apartado de contacto, Neus Vilaseca me pregunta sobre el origen de utilizar el término ‘camarada’ para referirse al compañero de filas o partido político y que tanto se utilizó en la extinta Unión Soviética

Los historiadores apuntan que el origen del término camarada proviene del mundo militar, en el que grupos de ocho o diez miembros de un mismo regimiento vivían en una misma ‘cámara’ (estancia, alojamiento, dormitorio), de lo que surgió el vocablo ‘camarada’ como sinónimo de aquellos que compartían aposento.

Muchos eran los casos en los que los militares que compartían una misma cámara eran de diferentes rangos, mezclándose en una misma estancia soldados rasos y oficiales, y aunque en los cuarteles y campos de batalla sí que existía y se aplicaba las diferentes jerarquías, a la hora convivir la buena y cordial relación que los unía propició que surgieran otras palabras como ‘camaradería’.

En esta ‘no diferenciación de rangos’ es en lo que se basaron los bolcheviques durante la revolución rusa, dando un trato de camarada (en ruso ‘továrishch’) entre todos los componentes de una misma unidad militar y posteriormente del partido comunista e incuso entre los ciudadanos soviéticos, algo que hizo que otros partidos políticos de signo marxista del resto del planeta utilizasen ese término para llamarse así entre sus militantes.

 

 

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Fuente de la imagen: nan-says (deviantart)